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» Diario Cordoba
Fecha: 02/10/2025 13:14
La Junta de Andalucía ha presentado este jueves el aforo del olivar para la campaña 2025-2026 que acaba de comenzar, sin demasiadas sorpresas para los productores tal como se ha ido desarrollando el año meteorológico. Se esperaba una previsión ligeramente inferior a la del año pasado, que fue muy buena y aún mejor si se compara con lo sucedido en las dos campañas anteriores. Y así ha ocurrido en el informe presentado en Jaén por el consejero del ramo, Ramón Fernández Pacheco. La producción de aceite de oliva en Andalucía para la campaña 2025-2026 se estima en 1.080.900 toneladas para toda Andalucía, lo que supone un descenso del 5,5 por ciento con respecto a la anterior, que se saldó con una producción de 1.100.000 toneladas. En el caso cordobés, el descenso será más acusado: 1.530.900 toneladas de aceituna que darán como resultado 269.100 toneladas de aceite de oliva. La caída será, si se cumple el aforo, de un 7,5%. El rendimiento medio estará en un 17,5%, es decir, por cada 100 kilos de aceituna se obtendrán 17,5 kilos de aceite; en volumen será algo superior, dado que un litro de aceite pesa poco más de 900 gramos. Son valores por debajo de los previstos para otras provincias como Jaén, si bien en ello influyen multitud de facotres como la climatología local, el tipo de terreno, la fecha de recogida y especialmente las variedades más extendidas en cada zona, entre otros. A pesar de esa bajada en la producción, la campaña que acaba de empezar se saldará con un 16,6% de aceite más que la media de las últimas cinco temporadas. En ello influye sobremanera los dos años pésimos durante lo peor de la sequía, que afectó tanto a los olivares de secano como a los de regadío, que vieron rebajadas sus dotaciones de agua hasta en un 90%. Esa situación se corrigió ya el año pasado. Meteorología El descenso en la producción se explica principalmente por la meteorología. El año no ha sido malo, lejos ya de la sequía, pero la última ola de calor terminó afectando a los árboles. Ya desde finales de la primavera, en época de floración del olivo, los productores comenzaron a advertir del posible descenso en la producción, si bien hay que tener en cuenta que la pasada campaña fue buena en ese sentido. El olivar, como en general todos los cultivos de secano (en esa modalidad se encuentran la mayor parte de los olivares cordobeses), depende mucho de la meteorología. No obstante, la producción final podrá variar para acompasarse a las variaciones climatológicas. Si llueve en otoño, antes de la cosecha, la aceituna puede tener rendimientos por encima de los previsto en un primer momento. Así ocurrió el año pasado, cuando se superaron de largo las previsiones iniciales. También está por ver cómo afectará la bajada en la producción en los precios, que cayeron en picado el año pasado hasta dejarlos en la mitad. En las actuales condiciones, es previsible una mayor estabilidad de los precios durante la campaña que acaba de comenzar. Con respecto a la provincia jiennense, principal productora mundial, el aforo prevé una producción de 475.000 toneladas de aceite de oliva, casi el 44 por ciento del total de la comunidad. Aceituna de mesa Por otro lado, el consejero ha ofrecido el aforo para la aceituna de mesa: se espera una producción de 483.000 toneladas en toda la región, un 0,3 por ciento superior a la obtenida en la campaña pasada y un 8,2 por ciento más que la media de las últimas cinco. Además, se ha detenido en el impacto que tiene el olivar para el empleo. En aceite de oliva, se estiman unos 18,1 millones de jornales en labores asociadas al cultivo, de los que un 63,8 por ciento corresponderán a la recolección. En el caso de la aceituna de mesa, se estiman 4,25 millones de jornales en labores de campo, incluida la recolección, lo que supondría el 62,7 por ciento.
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