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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/10/2025 10:49
La generación Z viene redefiniendo el significado de éxito laboral. (Imagen Ilustrativa Infobae) La manera en que se concibe el éxito profesional está cambiando. Para las generaciones anteriores, alcanzar cargos directivos, aceptar largas jornadas y priorizar el trabajo por encima de lo personal era la ruta lógica para crecer. Sin embargo, la generación Z ha introducido una mirada distinta: se trata de encontrar un equilibrio que no sacrifique la vida personal en nombre de la productividad. Ese cambio cultural tiene un nombre, muchos lo han denominado como minimalismo profesional. Bajo esta tendencia, los jóvenes cumplen con lo estipulado en sus contratos laborales, pero rechazan la idea de que su desarrollo deba depender de ascensos con responsabilidades extras y sin garantías de mejores condiciones. La prioridad está en mantener la estabilidad económica, al mismo tiempo que se dedica tiempo a proyectos, pasiones y actividades fuera de la oficina. Lejos de significar pereza o apatía, el minimalismo profesional responde a un contexto marcado por la automatización, la incertidumbre laboral y los despidos masivos tras la aparición de la inteligencia artificial. En ese marco, la generación Z prefiere establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal, apostando por un concepto de éxito distinto al de quienes les precedieron. Los jóvenes de ahora prefieren cumplir su horario laboral y no hacer horas extras. (Imagen Ilustrativa Infobae) Qué significa el minimalismo profesional El minimalismo, entendido como la búsqueda de lo esencial y la eliminación de lo superfluo, aplicado al mundo laboral se traduce en trabajar lo justo para cumplir las obligaciones pactadas. Esto implica no realizar horas extras sin remuneración, no llevarse trabajo a casa ni aceptar responsabilidades que excedan el cargo asignado. La idea central es simplificar el trabajo diario para evitar desgaste innecesario. De esta forma, el trabajador mantiene sus energías y tiempo disponibles para actividades personales o proyectos paralelos que pueden generar ingresos adicionales, en lugar de entregarlo todo a una única empresa. Un rechazo a la escalera corporativa Estudios recientes sobre las preferencias laborales de la generación Z confirman que la mayoría no se siente atraída por los ascensos tradicionales. Más de la mitad de los encuestados ha declarado que no aspiraría a un puesto de mando si no existiera una compensación salarial considerable. Esto refleja un desapego hacia el modelo jerárquico clásico y una crítica a la “cultura del ajetreo” que glorifica el exceso de trabajo. La generación Z rechaza ascensos si es que estos no viene acompañados de una buena remuneración económica. (Imagen Ilustrativa Infobae) Para muchos, asumir un cargo superior ya no significa progreso, sino más presión, menos tiempo libre y un posible desequilibrio emocional. En cambio, se valora más la posibilidad de poner límites claros, diversificar los ingresos y tener control sobre el propio tiempo. La apuesta por el pluriempleo Aunque no persiguen escalar en un mismo lugar, esto no significa que la Generación Z carezca de ambiciones. De hecho, las encuestas muestran que una gran parte de estos jóvenes mantiene más de un empleo. Esta estrategia les permite asegurar estabilidad financiera sin comprometer su bienestar con largas jornadas en una sola compañía. Comparado con generaciones anteriores, el pluriempleo es mucho más común en este grupo etario. Mientras otros buscaban fidelidad a una empresa con la esperanza de crecer en ella, los jóvenes actuales prefieren diversificar y evitar depender de un único empleador. La generación Z prioriza busca el equilibrio entre trabajo y bienestar personal. (Imagen Ilustrativa Infobae) Una nueva definición de éxito laboral El minimalismo profesional también es una respuesta a la ruptura en la confianza entre trabajadores y empresas. Tras ver cómo incluso empleados con años de experiencia son despedidos de forma repentina, la generación Z ha aprendido a priorizar su bienestar y a entender que la lealtad hacia una compañía no siempre se corresponde. En esta lógica, el verdadero éxito no es escalar dentro de una empresa, sino lograr un balance saludable entre trabajo y vida personal. El tiempo libre se valora tanto como el salario, y la pasión se reserva para los proyectos personales, no para las exigencias laborales.
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