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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/10/2025 16:39
El retroceso de los glaciares del Himalaya reduce el caudal del Ganges y agrava la crisis hídrica en el sur de Asia (Wikimedia) El río Ganges, uno de los sistemas fluviales más importantes del mundo, atraviesa una transformación crítica. A lo largo de su curso, que comienza en los glaciares del Himalaya y se extiende hasta la Bahía de Bengala, el flujo disminuye a niveles nunca antes registrados. Esto impacta de forma directa en la vida, la seguridad alimentaria y el acceso al agua para cientos de millones de personas en el sur de Asia. Las consecuencias de este descenso fluvial se sienten en la economía, la agricultura, el abastecimiento urbano y la supervivencia de ecosistemas milenarios. Según un análisis reciente publicado en The Conversation, el Ganges sostiene a más de 650 millones de habitantes a lo largo de su cuenca. Esta región, conocida por su densidad poblacional y riqueza agrícola, depende del río para irrigar campos, abastecer ciudades y mantener industrias. Sin embargo, investigadores señalan que el caudal del río disminuye a un ritmo sin precedentes debido a una combinación de factores naturales y causados por humanos. De acuerdo con especialistas, el retroceso de los glaciares en el Himalaya aceleró el proceso de desecación. El glaciar Gangotri, fuente principal del Ganges, perdió casi un kilómetro en las últimas dos décadas. La reducción de estos “almacenes de agua” naturales genera dos efectos contrapuestos: inundaciones súbitas durante el deshielo y caudales significativamente menores en la temporada seca. Esta situación se refleja en los niveles del río, que ya no permiten la navegación regular en varios puntos y afectan la distribución de agua para riego. La variabilidad del monzón y el uso excesivo de aguas subterráneas amenazan la seguridad hídrica de 650 millones de personas (Wikimedia) Según el estudio, el comportamiento de las lluvias monzónicas también cambió de forma drástica. La variabilidad e imprevisibilidad del monzón resultan en periodos de sequía severa, ya fuera de las fluctuaciones normales del clima. Los pueblos y ciudades en las riberas del Ganges observan ahora periodos de estiaje más prolongados y menos agua disponible para las necesidades básicas de la población. Además, el crecimiento de la demanda agrícola, la expansión de la industria y la construcción de presas y embalses alteraron el flujo natural del río. Más de mil represas y estructuras de control modifican el curso original y disminuyen el aporte de agua a zonas bajas, según datos presentados en el artículo. Estas intervenciones aceleran el estrés hídrico. Asimismo, impiden que el Ganges se recupere durante las temporadas normales de recarga. El uso excesivo de aguas subterráneas constituye otra amenaza destacada en el informe. La cuenca Ganges-Brahmaputra muestra una de las tasas de agotamiento más altas de acuíferos en el mundo, con descensos que alcanzan los 15 a 20 milímetros anuales. Las perforaciones profundas y el bombeo masivo para satisfacer la demanda agrícola y urbana no solo agotan las reservas naturales, sino que agravan la contaminación por metales pesados como arsénico y flúor, con efectos nocivos para la salud y la producción agrícola. La construcción de presas y el crecimiento agrícola e industrial alteran el flujo natural del Ganges y aumentan el estrés hídrico (Wikimedia) Según The Conversation, estos problemas se agravan por los acuerdos internacionales insuficientes para la gestión transfronteriza del río. La construcción de grandes infraestructuras, como el Farakka Barrage en la India, reduce los flujos hacia Bangladesh en la época seca. Esta alteración provoca una mayor salinización del suelo en el delta y pone en riesgo a ecosistemas frágiles como los Sundarbans, el bosque de manglares más grande del planeta. La situación impacta también en las pequeñas comunidades rurales a lo largo de las fronteras entre India y Bangladesh. Los cursos menores, afluentes del Ganges, ya muestran signos de desaparición estacional. Algunos pozos antiguos que abastecían a las familias ahora solo proporcionan pequeñas cantidades de agua. La desaparición de estos afluentes menores constituye un signo de advertencia sobre lo que puede ocurrir en todo el sistema fluvial de no adoptarse medidas inmediatas. Especialistas insisten en que la magnitud de la crisis requiere una respuesta coordinada. De acuerdo con las conclusiones del estudio, la respuesta debe incluir la reducción significativa de la extracción de aguas subterráneas, el establecimiento de caudales ecológicos mínimos para mantener la vida acuática y la mejora en la calidad de los modelos climáticos, de modo que puedan incorporar las presiones humanas junto con la variabilidad meteorológica. Según The Conversation, la cooperación transfronteriza entre India, Bangladesh y Nepal resulta indispensable. Solo un enfoque conjunto en el manejo de datos, la administración de presas y la planificación frente al cambio climático permitirá enfrentar el desafío del agotamiento de los recursos hídricos. Para esto se requiere la intervención de organismos internacionales, la asignación de fondos y la participación activa de las comunidades locales, junto con científicos y responsables políticos. La cuenca Ganges-Brahmaputra registra una de las tasas más altas de agotamiento de acuíferos a nivel mundial (Wikimedia) La importancia del Ganges excede el terreno físico; representa una fuente de vida y un símbolo espiritual y cultural para la región. Las alteraciones drásticas en su régimen hídrico comprometen el futuro de millones de personas, amenazan la biodiversidad y ponen en tela de juicio la sostenibilidad de uno de los sistemas fluviales más emblemáticos del planeta. El diagnóstico es claro: el agotamiento del Ganges constituye una emergencia que exige acción inmediata, cooperación estratégica y voluntad política a escala internacional. Sin ello, las consecuencias para la estabilidad social, económica y ambiental de Asia meridional serán irreversibles.
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