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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/10/2025 15:05
Boy Olmi sorprendió a Mario Pergolini El estudio de televisión de Otro día perdido se vio alterado desde el primer momento por la llegada de Boy Olmi. Su perfil bohemio y espiritual ya era conocido, pero en esta ocasión, la sorpresa visual superó las expectativas. Con un gorro de lana color violeta coronado por un pompón, una camisa de lino beige, una chalina tejida y zapatillas deportivas blancas y negras, Boy Olmi se robó todas las miradas en su aparición junto a Mario Pergolini. No solo fue la elección de los colores neutros ni la textura artesanal de la chalina lo que capturó la atención. Tampoco la camisa amplia, abierta en los primeros botones, que dejaba asomar una remera blanca y, en el aire cálido del set, transmitía comodidad deliberada. Los pantalones, arremangados hasta los tobillos, hacían juego con la camisa, y el pompón caía juguetón hacia el lado derecho, golpeando la mejilla del actor en cada movimiento. “Salí de casa muy temprano hoy a la mañana...” fueron sus primeras palabras cuando el tema de la vestimenta se convirtió en el foco de la charla, apenas comenzada la entrevista. Boy Olmi sorprendió a Mario Pergolini y éste no dudó en preguntar todo Entonces reveló uno de sus secretos mejor guardados, el del hombre precavido que para cada urgencia tiene una solución a la mano,como explicó: “Confieso que iba a pasar a cambiarme, bañarme, perfumarme, y no llegué nunca”, se excusó, pero luego detalló sin rodeos: “Salí así a la mañana, porque en el auto tengo muchos cambios por si hace frío, llueve, si tengo que leer en algún lugar, si me quedo detenido en un embotellamiento. Entonces tengo cosas”, contó. Pero, ¿entonces esa elección estaba planificada, o respondía simplemente a un impulsodel momento? Todavía incrédulo por lo que estaba esuchando, Mario lo indagó: “¿Me estás hablando en serio?”. El intérprete respondió con sinceridad y con la naturalidad que le da el hecho de hacerlo desde hace tiempo: “Te lo juro, de verdad, y en una época tenía un ovillo...”. No fue posible avanzar más en la confesión; el conductor quería detalles. ¿Tenés en el auto varias mudas de ropa? “No mudas, exactamente. Alternativas para emergencia. En el auto también tengo libros, discos, CDs que no escucho en ningún lado, porque en el auto podría escucharlos”, explicó. El relato se volvió cada vez más insólito. “En una época tenía, ahí en la gaveta del auto, no sé cómo se llama, ¿viste las galletas que se forman a los pescadores cuando se te enrosca un piolín? Entonces en los embotellamientos, en vez de ponerme nervioso, trataba de desenredar y no quería que el tráfico arrancara”, contó, al dejar asomar las capas de una rutina tan imprevisible como sus combinaciones textiles. A cada momento, el actor acompañaba sus palabras con movimientos amplios, la chalina deslizándose sobre el hombro y el pompón del gorro rozándole la cara. La conversación se tornó lúdica y, por momentos, absurda. “Yo ya estoy nervioso con lo que se está colgando de acá. ¿Pero no te da chuparlo? yo tendría que estar chupándolo”, bromeó Pergolini, apuntando al pompón rebelde. Así emergió, en el cálido estudio rodeado de comentarios y risas, la personalidad auténtica de Boy Olmi. La sencillez de la ropa, el tejido artesanal y la paleta de colores neutros no quedaron solo en la superficie: resultaron ser el reflejo de un personaje definitivamente ajeno al ritmo vertiginoso del mundo televisivo. Ni siquiera una entrevista en prime time pudo domar ese impulso vital e impredecible en el que dejó en claro que ante cada emergencia o contratiempo, no hay mejor idea que dejar en el auto distintos elementos que puedan ayudar a superar los obstáculos.
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