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» Diario Cordoba
Fecha: 01/10/2025 13:53
"Fue seguramente el día más importante de Cataluña, pero todavía no hay normalidad”, proclamó el presidente del Parlament, Josep Rull, hace un año durante el séptimo aniversario del referéndum de autodeterminación del 1-O. Aquella conmemoración llegaba en un hemiciclo que, por primera vez desde el 1 de octubre de 2017, ya no contaba con mayoría independentista ni con un Govern soberanista, aunque sí con una Mesa donde Junts (2) y ERC (2) suman mayoría (el PSC tiene tres miembros). Ocho años después de aquella votación y uno desde la llegada del PSC a la Generalitat, el jefe del hemiciclo ha vuelto a denunciar este miércoles esta falta de "normalidad" ante los dos escaños todavía vacíos en cada pleno que recuerdan que el expresident Carles Puigdemont y el del exconseller, Lluis Puig, siguen en el extranjero esperando que se les aplique la ley de amnistía. "Es una anomalía democrática que sigue lastrando la vida política de nuestro país", ha espetado Rull en su declaración institucional, desde el despacho de audiencias del Parlament, con motivo de la efeméride del 1-O. Una declaración institucional sin el PSC Esta falta de "normalidad" es algo que no esconde tampoco el president de la Generalitat, Salvador Illa, que ya ha verbalizado en varias ocasiones -la última, esta misma semana en el pleno- que esta solo será una normalidad plena cuando se aplique "debidamente" la ley de amnistía. Sin embargo, el presidente del Parlament, que ha hablado en nombre de los miembros de la Mesa de Junts y ERC, -pero no del PSC, que, como el año pasado, no han participado en la declaración-, ha acusado al Estado de no tener el "coraje político" necesario para resolver el "conflicto político" que generó la "represión" de ese episodio. El presidente del Parlament, Josep Rull, en una declaración institucional con motivo del 1-O. / NICO TOMÁS "Un Estado que abandera causas más allá de las fronteras, también debería defender las de su interior", ha espetado Rull, en un discurso en el que no ha querido pasar por alto el "dolor" y el "coste familiar" que supuso la "violencia por parte del Estado" en esos días. Una respuesta por parte del Gobierno, entonces del PP, que le llevó, como conseller, a pasar tres años y cuatro meses en prisión, al ser procesado por un delito de sedición, actualmente derogado por el Código Penal. Una "rebelión" de la justicia española "Exilios, encarcelamientos y inhabilitaciones" son las consecuencias "graves" que todavía pesan de una jornada "cívica" en la que, en palabras de Rull, el pueblo catalán quiso decidir su futuro de forma democrática. "No nos cansaremos de denunciar esta injusticia flagrante", ha incidido el máximo responsable de la institución catalana, que ha vuelto a pedir, que se aplique "completamente" la amnistía, una norma aprobada hace un año en el Congreso. "Es una rebelión por parte de la justicia española que no se haga", ha sentenciado. También ha hecho referencia Rull a todos aquellos que siguen inhabilitados, como el presidente de ERC, Oriol Junqueras, quienes ha lamentado que no tienen la "oportunidad" de recibir "la confianza de los ciudadanos" al no poder presentarse a unas elecciones. De hecho, Junqueras también se ha referido al aniversario del referéndum y ha defendido que "la dignidad del país exige memoria y justicia": "Cataluña fue víctima de la violencia de un Estado que intentó someter la voluntad de un pueblo. Hoy todavía hay represaliados, causas abiertas e impunidad", ha asegurado en X. Por su parte, el diputado de la CUP, Xavier Pellicer, ha calificado aquella votación de "victoria" y ha añadido, en declaraciones, a RTVE, que la jornada "hizo temblar un Estado tan poderoso como el español".
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