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» Comercio y Justicia
Fecha: 01/10/2025 12:06
En el cierre del ciclo Charlas de Café 2025, se enfrentaron dos modelos de justicia penal juvenil. ¿Cómo combinar el interés superior del niño con la demanda social de justicia?. Amelia López y Matilde Tavella protagonizaron un intercambio intenso sobre cómo abordar el delito adolescente En un nuevo encuentro del ciclo Charlas de Café: Contrapuntos, organizado por Comercio y Justicia, se llevó a cabo la tercera y última charla del año, con un debate profundo sobre justicia penal juvenil. Bajo la consigna ¿Qué hacemos con los adolescentes que delinquen?, se escucharon voces con posturas contrapuestas, para reflexionar sobre los desafíos que enfrenta el sistema judicial frente a los jóvenes en conflicto con la ley. Fue el cierre de un ciclo que apostó al diálogo interdisciplinario,sin rodeos ni reducciones simplistas. El encuentro reunió a Amelia López, defensora de Niñas, Niños y Adolescentes de la Provincia de Córdoba, y Matilde Tavella, abogada del equipo jurídico del caso de Joaquín Spedani. Cada una aportó una mirada contundente sobre cómo abordar el conflicto penal juvenil, en un intercambio que puso en tensión las nociones de castigo, reparación, prevención y justicia. Amelia López abrió el debate con una firme defensa del enfoque preventivo basado en el cumplimiento de derechos fundamentales. “Prevenir el delito no es castigar antes, sino garantizar condiciones básicas como salud, educación, vivienda, acompañamiento adulto, cultura y trabajo”, sostuvo, y añadió: “el encierro es lo único que no hay que hacer con un adolescente”. La Defensora remarcó que la escasa participación del delito adolescente en las estadísticas totales es un dato insoslayable: “Sólo el 4 % del delito corresponde a adolescentes. Desde esa base, argumentó contra la baja de edad de imputabilidad y propuso fortalecer políticas de justicia restaurativa: “La justicia restaurativa no ignora a la víctima. Tiene una mirada completa, se enfoca en reparar el daño. Las prácticas restaurativas no son sólo mediación, implican acompañamiento y reinserción”. También llamó a repensar el rol del sistema: “Hablar de medidas alternativas no supone eludir la responsabilidad. Hablamos de que un joven pueda hacerse cargo, comprender lo que hizo y reinsertarse”. Y concluyó: “Nos guste o no, un adolescente no es un adulto. Ignorar el sustrato biológico —el desarrollo cerebral— nos llevará a tomar decisiones que no sirvan de nada”. La voz de las víctimas y el reclamo de firmeza Del otro lado del debate, Matilde Tavella sostuvo una postura crítica hacia las políticas actuales y pidió reformas más contundentes. “El progresismo plantea que el chico es una víctima del sistema, diluyendo la problemática penal juvenil en un charco de excusas sociológicas”, afirmó. Tavella hizo hincapié en el aumento del delito adolescente en Córdoba. “Las políticas de Córdoba fracasaron porque son blandas, burocráticas y reactivas. Están quemando la plata de nuestros impuestos”, lanzó. Frente a ese escenario, propuso “medidas de mano dura”, como el plan cuadrante implementado en Chile durante el gobierno de Piñera, que —según señaló— redujo un 40 % la delincuencia juvenil mediante monitoreo focalizado con drones y policía barrial. “El interés superior del niño no significa impunidad eterna”, remarcó, y agregó: “Hoy un adolescente puede votar, cambiar su identidad de género, pero si comete un delito no tiene discernimiento”. Para Tavella, la legislación vigente “pertenece a la dictadura militar y no cumple con ningún estándar internacional. Se someten a menores de 16 años a juicios no formales, sin garantías, y se les imponen medidas tutelares que son sentencias encubiertas”. La abogada también cuestionó la justicia restaurativa: “Pone en el centro al delincuente y obliga a la víctima a revictimizarse aún más. ¿Puede la justicia restaurativa garantizar el rol del Estado como garante de la paz social?”. No, respondió. En un testimonio conmovedor, recordó el caso que la marcó profesionalmente: “El momento más duro de mi carrera profesional fue comunicarle a los padres de Joaquín que el homicida de su hijo iba a quedar en libertad y sin antecedentes penales”. “La impunidad está matando el contrato social argentino”, sentenció. Tensiones sin síntesis El debate evidenció dos modelos de abordaje en clara tensión: uno que enfatiza la protección integral de derechos y la reinserción, y otro que reclama una reforma legislativa centrada en la firmeza y la responsabilidad penal efectiva. Ambos, sin embargo, coincidieron en algo: el régimen actual no da respuestas adecuadas y necesita ser reformulado. López cerró su intervención con una advertencia sobre el uso político del debate: “Las leyes no se cambian por un caso o por una excepcionalidad. Sociópatas siempre van a existir, pero no podemos legislar en función del miedo”. Un debate profundo Comercio y Justicia agradece profundamente a todas las personas que participaron del ciclo Charlas de Café: Contrapuntos 2025, así como al Poder Judicial de Córdoba, la Universidad Blas Pascal, el Colegio de Abogados de Córdoba, la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes, el Ministerio de Justicia y Trabajo de Córdoba y Zeta, por su valioso acompañamiento como auspiciantes. También extendemos un reconocimiento especial a la comunidad de Comercio y Justicia, cuyo compromiso y participación activa hacen posible estos espacios de reflexión interdisciplinaria y plural.
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