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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/10/2025 06:42
cáncer, medicina, lecho de muerte, cama, hogar, cuidados intensivos - (Imagen Ilustrativa Infobae) El Día Internacional de las Personas Mayores se celebra cada 1 de octubre desde 1990, cuando fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de visibilizar los derechos y la inclusión social de los adultos mayores. Esta fecha invita a reflexionar sobre la calidad de vida en la vejez y sobre un tema cada vez más urgente: el acceso a los cuidados paliativos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 56,8 millones de personas necesitan cuidados paliativos cada año en el mundo, la mayoría en países de ingresos medios y bajos, donde el acceso sigue siendo muy limitado. En Argentina, la Ley Nacional de Cuidados Paliativos (N° 27.678, sancionada en 2022) constituye un avance clave, aunque su implementación enfrenta todavía grandes desafíos. El acceso de personas mayores a cuidados paliativos sigue siendo muy limitado. Esta fecha tiene un significado profundo, especialmente para quienes nos dedicamos a la medicina paliativa. Es una oportunidad crucial para poner en relieve el derecho a una vejez digna, que incluye el acceso a una atención de calidad en la etapa final de la vida. Es fundamental, porque permite visibilizar la necesidad de abordar el envejecimiento desde una perspectiva de calidad de vida, no solo de longevidad. Es una ocasión ideal para hablar de temas como la enfermedad progresiva, el final de la vida y la muerte, y de cómo los cuidados paliativos pueden transformar este proceso, alivianando el sufrimiento y garantizando la dignidad. Cuidados paliativos: un abordaje integral En la atención de las personas mayores, los cuidados paliativos cumplen un rol central. Son esenciales ya que no se limitan a la etapa final, sino que acompañan desde el momento del diagnóstico de una enfermedad que amenaza la vida. Su rol va mucho más allá del simple alivio del dolor físico. El abordaje debe ser integral porque en la vejez la enfermedad conlleva una carga emocional, social y espiritual muy significativa. Debemos ver al ser humano como una unidad: miedo, ansiedad, aislamiento o la necesidad de reconciliarse con la realidad. Debemos proveer esperanza, acompañamiento y aceptación; sin embargo, el acceso sigue siendo limitado: la Ley es un gran avance, pero la implementación enfrenta grandes desafíos. La mayoría de los cuidados paliativos se concentran en grandes centros urbanos, dejando sin acceso a gran parte de la población rural y de localidades más pequeñas. La realidad de Argentina muestra que, más allá del marco legal, todavía existen brechas estructurales. Son múltiples: falta de profesionales capacitados, escasos recursos, desconocimiento de la sociedad y resistencia cultural a hablar de la muerte. Esta combinación hace que muchos pacientes pierdan la oportunidad de mejorar su calidad de vida durante meses o años. El respeto a la autonomía del paciente es irrenunciable, con comunicación abierta y honesta. El paciente debe recibir información clara, pero la decisión final siempre debe recaer en él o en su familia. Las directivas anticipadas y el consentimiento informado son claves en nuestro acompañamiento. Debemos dejar atrás la idea de salvar vidas a cualquier precio y abrazar la de vivir con dignidad hasta el final. El respeto a las personas mayores no se mide en años, sino en calidad de vida. Como sociedad, debemos garantizar cuidados que permitan morir en paz, acompañados y con dignidad intacta. La vejez y la muerte no son tabúes: son parte de la vida. En este camino, distintas organizaciones vienen impulsando iniciativas para mejorar el acceso a los cuidados paliativos. Con 25 años de trayectoria, la Asociación Sin Fines de Lucro Pallium Latinoamérica viene trabajando en investigación, formación académica de posgrado, apoyo a la creación de equipos en hospitales públicos y programas de asistencia domiciliaria solidaria a quienes necesitan cuidados paliativos a domicilio. También participamos en redes internacionales como Red-InPal y proyectos como PAMPA o iLIVE, todos orientados a protocolos de fin de vida y acompañamiento integral. En el marco de este 1 de octubre, reafirmamos la necesidad de garantizar igualdad de acceso a los cuidados paliativos para las personas mayores, entendiendo que la dignidad y el acompañamiento en la etapa final de la vida no son un privilegio, sino un derecho humano básico.
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