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» Voxpopuli
Fecha: 30/09/2025 09:45
La preocupación por el costo de vida persiste en Misiones, y octubre parece no traer alivio. Aunque el supermercadista posadeño Nelson Lukoski intenta proyectar un panorama «tranquilo» y asegura que «no hubo incrementos importantes» en septiembre, sus propias advertencias sobre las próximas listas de precios pintan un escenario bien distinto. Los productos de la canasta básica se preparan para nuevas subas, impactando directamente en la ya deteriorada capacidad de compra de las familias. La carne y los esenciales, de nuevo al alza Según las listas de precios de los proveedores, Lukoski anticipa que los primeros días de octubre traerán incrementos significativos. La carne, uno de los alimentos centrales en la mesa argentina, registraría aumentos de entre $200 y $400 por kilo, dependiendo de la calidad. Este golpe al presupuesto familiar se suma a la expectativa de subas de entre el 3% y el 5% en productos de limpieza, rubro indispensable para el hogar. Además, otros elementos básicos no quedarán exentos. Harinas y aceites, componentes fundamentales de la alimentación diaria, se incrementarían entre un 2,5% y un 3%. Si bien el supermercadista menciona que en el caso del aceite son precios que «vienen subiendo, bajando», la tendencia general al alza en estos ítems de primera necesidad desmiente cualquier intento de calificar el panorama como «tranquilo» para el consumidor promedio. Inflación «tranquila» vs. bolsillo ajustado Lukoski remarcó que los índices nacionales de inflación «no siempre se reflejan en la canasta diaria». De hecho, mencionó que en agosto la inflación fue del 1,9%, pero que la canasta no subió en la misma proporción e incluso algunos precios bajaron, como el arroz, el pollo o ciertas verduras de estación. Sin embargo, esta visión contrasta con la persistencia de los aumentos puntuales en combustible y transporte, factores que, como el propio comerciante reconoce, tienen una «incidencia directa en la formación de precios» y erosionan el poder adquisitivo de los salarios. Este desfasaje entre las estadísticas macro y la realidad micro del hogar genera una confusión que no beneficia al consumidor. Para las familias, cada peso que sube la carne o un producto de limpieza significa un ajuste más en un presupuesto ya de por sí exiguo, haciendo que la sensación de «tranquilidad» sea ajena a la experiencia de llenar el changuito en el supermercado. Cambios profundos en los hábitos de consumo Más allá de los precios, el informe de Lukoski revela un cambio estructural y preocupante en los hábitos de compra. La costumbre de «llenar el chango como se podía» a fin de mes, una constante entre 2021 y 2023, «prácticamente se perdió este año». Ahora, con la incertidumbre económica y la volatilidad de precios, el consumidor opta por «compras más chicas y frecuentes», adquiriendo solo «lo necesario para la semana o la quincena» y buscando ofertas. «La gente dejó de stockearse», subrayó el comerciante, un claro indicador de la precarización económica. El regreso del efectivo también es un síntoma de este nuevo paradigma. «En agosto apareció mucho efectivo», describe Lukoski, señalando cómo la tarjeta de crédito quedó relegada a la función de «libreta del almacenero» para pagar a 30 días, ante la ausencia de otras opciones de financiación accesibles. Las billeteras virtuales, lejos de ser una solución, representan un problema por los costos adicionales que algunos comercios cobran, sumando «5.000 pesos o más» a fin de mes para las familias. Pymes regionales y programas provinciales: un oasis en el desierto En este panorama complejo, el supermercadista destaca el rol de las pequeñas y medianas empresas (pymes) regionales. Frente a las «multinacionales» que «mantuvieron colchones altos de ganancia» tras la devaluación de 2023, son las pymes de Misiones, Corrientes y Entre Ríos las que compiten con productos como quesos, harinas, fiambres y arroz, concentrando el consumo mayoritario de la gente. Este fenómeno resalta la capacidad de adaptación y la resiliencia del empresariado local frente a los grandes jugadores. Asimismo, Lukoski reconoce el «éxito» de los programas provinciales de compras con tarjeta, especialmente en electrodomésticos y para financiar a pymes. Estos programas representan un paliativo fundamental para las familias y los comerciantes, demostrando que la intervención estatal focalizada puede generar un impacto positivo en medio de la crisis. Sin embargo, las expectativas para fin de año, aunque anticipan «estabilidad» para los productos navideños, no logran disipar la preocupación por la escalada de precios en los artículos de primera necesidad que golpea el día a día.
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