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» Voxpopuli
Fecha: 30/09/2025 09:45
La imagen del gobierno del ultraderechista Javier Milei sufre un importante revés en el pulso social. El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) se ubicó en apenas 1,94 puntos en septiembre. Este dato no solo representa una significativa caída mensual del 8,2%, sino que también marca el nivel más bajo de confianza desde que el actual presidente asumió el mando, evidenciando un deterioro creciente en el respaldo ciudadano a la administración libertaria. Dos golpes claves que erosionan la credibilidad Según el informe del ICG, esta marcada baja se atribuye a dos eventos recientes que sacudieron la escena política. Por un lado, la difusión de un presunto caso de corrupción que involucra a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) generó una fuerte conmoción y puso en entredicho la promesa de «pureza» que enarbola el oficialismo. Por otro, la derrota de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre impactó negativamente, al debilitar la percepción de fuerza y solidez del partido gobernante en uno de los distritos más importantes del país. La confianza promedio en los 21 meses de gestión de Milei se sitúa en 2,46 puntos. Esta cifra, al ser comparada con administraciones anteriores, se ubica por debajo de Mauricio Macri en el mismo período (2,60 puntos), aunque aún supera a la de Alberto Fernández (2,14 puntos). Sin embargo, la trayectoria descendente actual es lo que genera mayor preocupación en el seno del Gobierno, mostrando una clara tendencia a la baja que contrasta con el ímpetu inicial de la gestión. Un retroceso que abarca todos los frentes El análisis de los distintos componentes del ICG revela que el retroceso de la confianza es generalizado y afecta a todas las dimensiones evaluadas. Los subíndices de «Honestidad de los funcionarios» cayeron un 3,7% (ubicándose en 2,44 puntos), mientras que la «Capacidad para resolver problemas» descendió un 3,1% (2,38 puntos). La «Eficiencia en el gasto público» sufrió una de las mayores bajas, con un 11,2% (1,87 puntos), seguida de cerca por la «Evaluación general del gobierno», que cayó un 11,5% (1,57 puntos). Finalmente, la «Preocupación por el interés general» fue la más afectada, desplomándose un 15,1% (1,47 puntos). Esta caída homogénea en todos los indicadores esenciales subraya una desaprobación multifacética, donde los ciudadanos expresan preocupación no solo por la eficacia del Gobierno, sino también por su transparencia y su compromiso con los intereses públicos. La promesa de «terminar con la casta» y gobernar con austeridad parece haber perdido parte de su resonancia ante los recientes escándalos y reveses políticos. Diferencias por género y geografía en un contexto de baja Aunque la tendencia general es a la baja, el informe detalla algunas diferencias por perfil demográfico. El indicador de confianza fue ligeramente más alto entre los hombres (2,12 puntos) que entre las mujeres (1,76 puntos). Por región, el Interior del país (2,13 puntos) registró el mayor nivel de confianza, superando a CABA (1,78 puntos) y al Gran Buenos Aires (GBA) (1,62 puntos). Estas diferencias, sin embargo, se dan dentro de un marco de declive generalizado, lo que indica que ningún segmento demográfico o geográfico ha permanecido inmune al actual deterioro de la imagen gubernamental. La combinación de factores como las denuncias de corrupción y los reveses electorales ha configurado un escenario desafiante para la administración del ultraderechista Javier Milei. La caída de la confianza se erige como un claro mensaje de advertencia sobre la necesidad de reevaluar estrategias y acciones para evitar una mayor erosión del respaldo popular y mantener la viabilidad de su proyecto político en el mediano y largo plazo.
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