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» Jackemate
Fecha: 29/09/2025 16:03
Comparte este Articulo... Por Ricardo Marconi (*) Agencias internacionales de noticias han dejado conocer que Rusia estaría ayudando a China en los actos preparatorios para llevar adelante una “potencial” invasión a Taiwán, ya que se han detectado documentos rusos hackeados en ese sentido. Según los informes secretos detectados, Moscú está colaborando con Pekín para dotarlo de las capacidades avanzadas en el área militar de paracaidismo, útiles para tomar la isla por asalto, lo que implicaría una carnicería humana impredecible de cuantificar. Por otro lado, Londres, a través de su servicio secreto, habría dejado conocer que Rusia –dedicado de lleno a desarrollar un conflicto militar contra Ucrania, que puede degenerar en miles de muertos más que los ya producidos, por la incapacidad diplomática de la OTAN- completa su plan macabro vendiendo equipo y tecnología militar a China y ello se traduciría en una ayuda al gobierno de Pekín para preparar una ocupación aerotransportada de Taiwán , según elementos rusos filtrados por un foro de defensa y seguridad con sede en Gran Bretaña. Los documentos detectados y analizados por un grupo de expertos, esto es el Royal United Service Institute (RUSI), estarían sustentados en 800 páginas de documentos que incluyen contratos y litas de equipos de Moscú que suministrará a Pekín, provenientes de un grupo de hackers denominados “Luna Negra”. También ha surgido que ya se han reunido delegaciones chinas y rusas para establecer plazos de pago y entrega de sistemas de paracaídas de gran altitud y, como complemento, vehículos de asalto anfibio, aunque hasta el momento de iniciarse esta columna, no existe evidencia de Pekín de que haya pagado o recibido parte del equipo acordado. El presidente chino Xi Jinping ordenó –según las agencias mencionas-, estar preparado para una “posible invasión de Taiwán para el 2027”, ya que sostiene que la isla de gobierno autónomo, desde 1949, pertenece con pleno derecho a China y no se descarta que intentará tomarla por la fuerza. A todo esto, Taiwán hace ya tiempo que entrena sus fuerzas armadas para la defensa de la isla, a pesar de que es fácil determinar que Pekín “estará mejor equipado para un episodio militar de imprevisibles consecuencias”, según el analista Oleksandr Danylyuk, que figura como coautor de un sombrío informe, en el que se deja abierta la posibilidad de que con la maniobra enunciada, Moscú aceleraría el programa aerotransportado de China en una década, al menos, ya que China no cuenta con “experiencia en combate” aerotransportado suficiente. La otra cara de la moneda En un juego de doble cara de la moneda, no es difícil pensar que el objetivo de Rusia es convertirse en proveedor militar de China para financiar su guerra en Ucrania. Si un analista preparado evalúa minuciosamente el informe de Danylyuk, notará que éste último también sugirió que “Moscú podría querer involucrar a Pekín en un conflicto con Washington respecto a Taiwán, para así desviar la atención de Estados Unidos de la guerra de Rusia con Ucrania”. Rusia tiene una larga historia de movimientos de sus fuerzas aerotransportadas -que son trasladadas en aeronaves y lanzadas en el punto de combate generalmente mediante paracaídas- que se remonta a décadas atrás, y es un conocimiento que China necesita. El comentarista militar Song Zhongping, en Pekín, dijo que China “contaba con equipo superior, pero Rusia tiene más experiencia en combate”, por lo es factible que se busque compatibilizar las fuerzas individuales para fortalecer el despliegue de tropas de paracaidistas, a los efectos de reducir desprolijidades”. Resta decir, en ese sentido que Rusia y China tienen sus propias fortalezas relativas en despliegue de tropas paracaidistas, y prueba de ello es que, según Song Zhongping “Realizaron patrullas aéreas y marítimas conjuntas y simulacros, lo cual indica que aprenden de las fortalezas del otro para abordar sus propias debilidades». Las agencias internacionales de noticias han hecho hincapié en un documento fechado en septiembre de 2024, oportunidad en que se alcanzó un acuerdo en abril de 2021 con calendarios de pago y entrega. Y dice que las etapas uno y dos -análisis de especificaciones técnicas, modificaciones de software y fabricación de equipos- ya fueron completadas, tema no menor para este tipo de acuerdos. Si es cierto que Rusia acordó proporcionar entrenamiento en China y un equipo completo para un batallón aerotransportado, incluida la capacidad de infiltrarse con fuerzas especiales, según dice el análisis, es evidente que la probabilidad real de un acuerdo se fortalece. El agregado informativo fundamental en dicho sentido, incluye la venta de 37 vehículos ligeros de asalto anfibio, 11 cañones antitanque autopropulsados anfibios y 11 transportes blindados de personal aerotransportado, así como vehículos de comando y de observación. El costo total está listado en más de 210 millones de dólares. Munición china El gobierno de Pekín, obviamente, pretende que todos los vehículos estén equipados con sistemas de comunicación chinos y preparados para utilizar munición china, según los documentos. Rusia acordó vender a China sistemas diseñados para lanzar un peso de hasta 190 kilogramos en paracaídas desde una altitud extremadamente elevada -8000 metros-, de acuerdo con el análisis de RUSI. El informe que nos ocupa, implica que dicha altura permitirá a las fuerzas chinas planear a lo largo de hasta 80 kilómetros, lo que posibilitará a “grupos de fuerzas especiales chinos penetrar en el territorio de otros países sin ser detectados”. Danylyuk sugirió que el sistema podría utilizarse para un aterrizaje de “fase cero” en Taiwán, lo que se puede traducir como que Pekín envía de forma secreta equipo y fuerzas especiales desde aeronaves fuera del espacio aéreo taiwanés. Dicho en otras palabras, según AP, lo detallado refiere a que, en una invasión a Taiwán, el “desafío operativo” de China será hacer lo que Rusia no pudo en Ucrania: suprimir las defensas aéreas de Taiwán y desembarcar suficientes tropas y equipo para formar una fuerza que derrote al Ejército taiwanés antes que se movilice. Así, el informe detallado sugiere que China podría lanzar en paracaídas vehículos blindados sobre campos de golf ubicados cerca de puertos y aeródromos taiwaneses, lo que permitirá a las tropas aerotransportadas despejar el camino para las fuerzas de desembarco. En la presente columna, debemos apuntar que el objetivo básico, por el momento, en lo atinente al gobierno ruso, es el de convertirse en proveedor militar chino, que –a su vez- apunta al largo plazo con la compra y obliga a la OTAN a preocuparse por el tema, ya que apoya al gobierno democrático taiwanés. (Jackemate.com) (*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política
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