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  • Viaje a Israel: ganar la guerra, perder el relato

    » Corrienteshoy

    Fecha: 29/09/2025 00:11

    Viaje a Israel: ganar la guerra, perder el relato Nada más aterrizar en Israel , en el amplio pasillo que lleva al control de pasaportes se alinean los retratos de los 48 rehenes de Hamás que siguen secuestrados en Gaza. De ellos, se calcula que 20 están vivos y el resto muertos . Sin distinción, los carteles siguen pidiendo que los traigan a todos de vuelta a casa. Tan dramática bienvenida al aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv nos sumerge de lleno en un país que continúa hundido en el trauma del salvaje atentado del 7 de octubre de 2023, en el que los terroristas mataron a 1.200 personas y raptaron a otras 250.Como vemos en el espeluznante vídeo de 47 minutos que nos proyectan en una base del Ejército, en el que hay muchas escenas que no han sido difundidas por su brutalidad, no solo mataron y secuestraron. Lo que ocurrió aquel día fue una carnicería en la que 3.800 comandos bien armados y entrenados de Hamás y varios miles más de civiles gazatíes invadieron Israel y dieron rienda suelta a todo su odio en una sangrienta orgia de muerte y destrucción al grito de «¡Allahu Akbar!» («¡Alá es el más grande!») . Entre risas eufóricas y grabándose con sus propios móviles, no solo tirotearon a sangre fría y arrojaron granadas contra civiles desarmados que huían aterrorizados o se rendían sin oponer resistencia, sino que se ensañaron sádicamente con sus cuerpos despedazándolos a golpes con azadas y cortándoles la cabeza con la destreza de un matarife.Desde entonces, se han sucedido tantos horrores en Gaza que a buena parte del mundo parece habérsele olvidado que la guerra empezó por dicho ataque y continúa porque Hamás no se rinde ni libera a los rehenes vivos ni los cadáveres de los fallecidos. Son su última baza para negociar otra tregua, un nuevo intercambio de palestinos presos en las cárceles israelíes o incluso la salida con vida de los líderes terroristas que quedan en la Franja.Noticia Relacionada estandar Si Estados Unidos promueve a Tony Blair para que lidere la transición en Gaza Ivannia Salazar y Francisco de Andrés Pese a su experiencia en la región, la figura del ex primer ministro inglés sigue lastrada por la guerra de IrakCon más de 65.000 muertos desde que empezó la guerra, cifras proporcionadas por Hamás a las que la ONU da credibilidad, las imágenes de niños entre los escombros y hambrientos enfurecen a la opinión pública mundial. Por numerosos países se repiten masivas protestas ciudadanas y peticiones de boicot internacional contra Israel, que se enfrenta a acusaciones de genocidio y hambruna por la devastación total que sufre la Franja y el movimiento constante de dos millones de desplazados internos que huyen de los bombardeos entre las ruinas, pero sin tener adónde ir.A la vista de la ofensiva terrestre en Ciudad de Gaza y de los discursos en la Asamblea General de la ONU, donde más de 140 países reconocen ya al Estado palestino y se han oído durísimas condenas contra el Gobierno de Benjamin Netanyahu , Israel está ganando la guerra pero perdiendo el relato. La imagen internacional del país ha quedado muy dañada porque parece que el primer ministro Netanyahu está más empeñado en aniquilar a Hamás y arrasar Gaza que en liberar a los rehenes, como le reprochan incluso en su propio país.Hasta dentro del Gobierno hebreo saben que están perdiendo el relato y temen que la masacre de Gaza destruya también algo mucho más importante que la reputación de un Estado: la empatía con el pueblo judío tras el Holocausto nazi. El final de ese camino es de sobra conocido: la vuelta del antisemitismo.«A nadie le gusta lo que está ocurriendo»«Israel sufre una tensión sin precedentes por la presión internacional , que ha enrarecido la situación política», reconoce un alto funcionario del Ministerio de Exteriores en Jerusalén. «Los muertos, incluyendo a los niños, son una cantidad horrible en la guerra. A nadie le gusta lo que está ocurriendo», admite en un encuentro con periodistas españoles invitados por la Embajada israelí en Madrid. Pero refuta las acusaciones por genocidio porque «el derecho internacional no tiene cifras para determinar lo que es legal y lo que no» . De todas maneras, recuerda que Israel no está obligado a someterse al Tribunal Penal Internacional porque no ha firmado el Tratado de Roma.En su lugar, insiste en que los abusos cometidos por el Ejército caen bajo la jurisdicción de la Justicia israelí. En este sentido, el Abogado General Militar ha abierto 74 investigaciones criminales , de las que 47 son sobre muertes de detenidos por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y ocho por maltrato. Entre los casos más sonados destacan el tiroteo de cinco ambulancias de la Media Luna Roja, que fueron enterradas junto a sus 15 víctimas, y la muerte de siete empleados de la ONG World Central Kitchen (WCK) , del chef español José Andrés , cuando fue atacado uno de sus convoyes humanitarios. Ambos casos fueron atribuidos a «errores» del Ejército y los oficiales al mando «cesados» o «destituidos», un castigo que las familias de las víctimas y las organizaciones de derechos humanos consideran demasiado leve.Judíos ultraortodoxos rezan ante el Muro de las Lamentaciones en Jerusalén PABLO M. DÍEZEl funcionario de Exteriores culpa de dichos incidentes a Hamás, que «se aprovecha de la protección del derecho internacional para ocultarse dentro de Gaza y usa lugares civiles para esconderse» . En este sentido, acusa a la organización terrorista «de abusar desde el comienzo de la guerra del mecanismo de distribución de ayuda humanitaria de la ONU para fortalecerse: desviando camiones, forzando a los conductores de camiones a recibir servicios de seguridad a cambio de llevarse parte de la ayuda y controlando su reparto».Reparto de ayuda humanitariaPara impedirlo, Israel creó junto a empresas de Estados Unidos la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF , en sus siglas en inglés), que fue muy criticada durante sus primeros días por los repetidos tiroteos mortales en que acababan sus repartos de comida. Pero las autoridades israelíes insisten en que dichas refriegas eran provocadas por terroristas de Hamás que se infiltraban entre los civiles que acudían a recoger la ayuda humanitaria. Para demostrarlo, han distribuido grabaciones de hombres armados abriendo fuego entre la multitud y apropiándose de los sacos de comida.«Al Reino Unido le llevó 17 años dilucidar si había habido crímenes de guerra en Irak. Es irreal que a Israel se le exija dictaminar si hay crímenes de guerra en tiempo real. Es posible que haya errores, pero es un libelo sin base decir que hay genocidio en Gaza y crímenes de guerra. Eso es lo mismo que decir que no hay Hamás en Gaza», justifican fuentes del Ministerio de Exteriores.Las tiendas de la Ciudad Vieja de Jerusalén están cerradas o vacías por la falta de turistas debido a la guerra PABLO M. DÍEZLa Asamblea General de la ONU ha vuelto a poner de manifiesto el creciente aislamiento de Israel por la guerra en la Franja, pero Netanyahu se muestra decidido a «terminar el trabajo» . «Para nosotros, el 7 de octubre fue, y continúa siéndolo, un trauma, algo que cambió nuestro país para siempre y ha modificado las amenazas de seguridad que sufrimos con Hamás, Hizbolá, Irán y los hutíes de Yemen. Entendemos que cometimos errores, y no vamos a repetirlos», justifica Alon Simhayoff , director de Asuntos Políticos con la ONU del Ministerio de Exteriores israelí desde el día después del 7-O y exasesor de política internacional de Netanyahu.Sobre el desencuentro con la ONU, afirma que «hay un problema en su postura con Israel, no solo desde la guerra, sino antes, porque el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra tiene un artículo concreto, el Tema 7, que es solo para Israel. Se trata de una discriminación. Si hubiera un caso específico para los judíos en los tribunales, sería un escándalo».«Para nosotros, el 7 de octubre fue, y continúa siéndolo, un trauma, algo que cambió nuestro país para siempre. Cometimos errores y no los repetiremos» Alon Simhayoff Director de Asuntos Políticos con la ONU del Ministerio de Exteriores de IsraelEn su opinión, «la Asamblea General se convoca para discutir y votar lo que llamamos 'el paquete de Palestina'. Como en la ONU hay una mayoría automática por los números de los países árabes e islámicos, entre noviembre y diciembre de cada año se suelen aprobar unas 15 resoluciones contra Israel».Además, Simhayoff retoma sus acusaciones contra la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos ( UNRWA , en sus siglas en inglés), no solo por la infiltración en ella de Hamás, sino porque «perpetúa esta cuestión». «Mientras la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) trata de buscar una solución reasentándolos en otros lugares, la UNRWA actúa de forma distinta porque el estatus de refugiado es hereditario y pasa de padres a hijos desde 1948. Esto lo decide solo la UNRWA, no el Consejo de Seguridad de la ONU ni la Asamblea General», critica.Terroristas en la UNRWAAdemás, Israel ha denunciado que «al menos 1.462 empleados de la UNRWA han sido identificados como miembros de Hamás u otras facciones islamistas. Eso supone un 12% de los 12.521 empleados de la UNRWA en la franja de Gaza. De ellos, el 79% estaban en el sector educativo, muchos como directores y subdirectores de colegios».Entre ellos cita a Hafez Mousa Mousa, director de una escuela, y Mousa Subhi Musa al Qidra, asesor de otra y de quien el servicio secreto israelí tiene grabada una llamada de su hijo diciéndole que estaba secuestrando a una mujer judía el 7 de octubre. El padre le reprende, pero no por el rapto, sino por haberse llevado la moto sin gasolina.Otros empleados de la UNRWA, como Faisal Ali Mussalem al Naimi, fueron grabados por cámaras de seguridad ayudando al secuestro de civiles israelíes el 7-O. Otro trabajador, el conductor de ambulancias Mohamed Abu Itiwi, aparece en otro rapto en una grabación de las cámaras 'go-pro' que llevaban los propios terroristas para emitir en directo la matanza en internet. Localizados gracias a estas imágenes, algunos de ellos ya han sido eliminados por el Ejército hebreo.A pesar de estas pruebas, Tel Aviv se queja de que la ONU no ha depurado la UNRWA y solo despidió a los doce primeros empleados denunciados. «Le dimos a la ONU una lista con 100 nombre y no ha hecho nada. Tiene esta información y ha cerrado los ojos. La UNRWA sigue pagándoles el sueldo con fondos de los países donantes y hemos encontrado en los archivos contables de Hamás que, si reciben un sueldo de la ONU, Hamás no les paga y, además, ellos abonan una tasa a Hamás», denuncia Simhayoff.La familia Siman Tov fue asesinada en su kibutz de Nir Oz pablo m. díezLo más trágico es que el 7-O pudo haber sido aún peor. Según cuenta Gideon Harari , teniente coronel en la reserva y experto en inteligencia del Centro de Investigación Alma, «el plan original era que al ataque de Hamás se sumaran los 50.000 milicianos de Hizbolá desde el Líbano e Irán con miles de misiles. Pero Hamás se precipitó y los otros no le siguieron».Después de dos años de guerra, la pregunta no es solo cuándo acabará ni cuántas vidas más costará, sino qué ocurrirá el día después. « Si Hamás no sigue allí, se puede construir un futuro político para Gaza. Pero la Autoridad Nacional Palestina no será un interlocutor válido mientras continúe educando en el odio contra Israel, pague por cada judío asesinando y se beneficie de la corrupción», advierte otro alto cargo de Exteriores. En su opinión, solo hay una alternativa, erradicar a Hamás y desradicalizar a la sociedad, porque «la otra opción es no acabar con el problema, salir de allí y volver a la militarización de Gaza al cabo de dos años».Tras el 7-O, esa es la principal lección que ha aprendido Israel sobre Gaza, una franja de 365 kilómetros cuadrados donde se calcula que Hamás ha excavado mil kilómetros de túneles para ocultarse. «Sabíamos que había túneles, pero no tantos», reconoce el diplomático de alto rango. Con pesar, se ve obligado a confesar otro error: «Cuando dejamos Gaza en 2005, el mensaje del primer ministro, Ariel Sharón, era probar y, si no salía bien, volver. Hoy, no encontrarás a nadie que te diga que fue la decisión correcta».A pesar de esa unanimidad, « la sociedad israelí está dividida sobre Netanyahu y sus decisiones y hay una fuerte polarización, que se ha agudizado desde el 7-O», analiza el periodista Amichai Stein , corresponsal diplomático del canal i24news y de 'The Jerusalem Post'. A su juicio, «Israel tiene por primera vez un Gobierno totalmente de derechas, pues en la década de 1990 Netanyahu era considerado un izquierdista dentro de los conservadores. Pero no es solo derechista en su postura contra los palestinos, con ministros radicales como Smotrich y Ben-Gvir presionando para desmantelar la Autoridad Palestina, sino en su visión contra el sistema, como los jueces, fiscales y la Policía, porque le están bloqueando sus políticas».«El plan original era que al ataque de Hamás se sumaran los 60.000 milicianos de Hizbolá desde el Líbano e Irán con miles de misiles. Pero Hamás se precipitó y los otros no le siguieron» Gideon Harari Teniente coronel en la reserva y experto en Inteligencia del Centro de Investigación AlmaA pesar del 7-O, «un atentado que habría derribado a cualquier gobierno en otro país», Stein considera que «Netanyahu ha tenido suerte porque la anterior gran coalición de izquierdas, que incluía un partido árabe, fracasó estrepitosamente y está dividida sobre quién debería ser su líder». Además, no cree que el caso de corrupción que persigue a Netanyahu le vaya a afectar porque «el juicio no terminará antes de 2027 o 2028, siendo optimista. Incluso si sale condenado, podrá seguir en el puesto hasta que el Tribunal Supremo ratifique su sentencia».«Hacer a Gaza judía de nuevo», rezan carteles inspirados en el lema MAGA de Trump PABLO M. DÍEZEn medio de este momento trascendental para la historia de Oriente Próximo, el aislamiento de Israel también se nota en los desiertos callejones de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Sin turistas por el miedo a viajar a Tierra Santa en medio de la guerra, los portones de madera de sus tiendas están cerrados con candados y los pocos establecimientos que abren alrededor del Santo Sepulcro se hallan vacíos.«Make Gaza Jewish Again» («Hacer a Gaza judía de nuevo») , reza una pancarta con la bandera de Israel inspirada en el lema MAGA de Trump. Cuelga en un pasaje camino al Muro de las Lamentaciones, blindado por soldados que vigilan fusil en ristre las oraciones de los ultraortodoxos. Sus tirabuzones se agitan sin parar mientras se inclinan adelante y atrás, bajo las doradas cúpulas islámicas que se levantan al otro lado del Muro en la Explanada de las Mezquitas.Más allá de esta tensión latente, sobre todo en Jerusalén, la vida sigue su curso, como se aprecia en las terrazas a rebosar de gente guapa en la moderna, rica y cosmopolita Tel Aviv, donde los jóvenes se divierten ajenos a la guerra. Pero su sombra está muy presente en Israel desde que llegamos, con aquellos carteles reclamando el regreso de los rehenes que siguen en Gaza, hasta que nos marchamos. En el avión, dos mujeres israelíes de mediana edad se quejan de que «Occidente no nos entiende y está dejando crecer en Europa el islamismo radical» . Antes de aterrizar de vuelta en Madrid, el piloto desea a los pasajeros una feliz estancia y vuelve a recordar que Israel sigue esperando a los 48 rehenes de Gaza porque, sin ellos, «la casa no está completa». Fuente: https://www.abc.es/internacional/viaje-israel-ganar-guerra-perder-relato-20250926232921-nt.html

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