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» Diario Cordoba
Fecha: 28/09/2025 19:24
El Córdoba CF no pasó del empate en Anoeta ante el recién ascendido Real Sociedad B (1-1) después de realizar un partido en el que mostró muchas más sombras que luces y tras el que sólo un destello del recién entrado al campo Dalisson de Almeida, con un gran gol, le salvó de la derrota. El filial donostiarra se adelantó en el marcador en la primera parte tras un gol en propia puerta de Sergi Guardiola, en el que rebotó un balón de un saque de esquina de Mikel Rodríguez (min. 32) y falló un penalti en el minuto 51 de encuentro lanzado por Peru Rodríguez, tras falta en el área de Rubén Alves sobre Gorka Correa, al que respondió magistralmente Íker Álvarez. Además del destello en forma de gol de Dalisson de Almeida, el Córdoba CF basó gran parte de ese punto en la actuación de Íker Álvarez, que de nuevo protagonizó varias acciones de mérito, con ese penalti detenido como expresión mayor de su partido. Ni responsabilidad, ni fútbol La primera parte del Córdoba CF de Iván Ania en Anoeta no estuvo acorde ni a lo declarado por el asturiano en la previa, ni a la situación del equipo blanquiverde, ni al estadio en el que actuaba, por más que buscara una evolución del equipo dándole la titularidad a Rubén Alves en el eje de la zaga y a Jan Salas como relevo del sancionado Jacobo González. El técnico ovetense habló de "responsabilidad" el pasado viernes, y defendió que su equipo había recuperado "la identidad". En los primeros 25 minutos del Córdoba CF en Anoeta no puede decirse que el conjunto blanquiverde desmintiera a su entrenador. Tampoco que lo reafirmara. Entre otras cosas, porque nada ocurrió en el primer cuarto de partido. La primera llegada fue local, de Astiazarán, con un centro que despejó Fomeyem, mientras que un minuto después aparecía por primera vez Íker Álvarez, que respondía con personalidad a un golpe franco lanzado por Balda que anuló el andorrano a una mano. Pero nada más. Durante 20 minutos, mucho amago, mucha pelea, varios desajustes en la presión –sobre todo por parte de los blanquiverdes- y poco más. Rubén Alves apareció en el min. 24 para evitar que el disparo de Orobengoa desde la frontal pudiera generar algún disgusto. Pero la preocupación apareció cuando se comprobó que la Real Sociedad B se iba desperezando progresivamente, que iba sacuiéndose el miedo –¿o quizá “la responsabilidad”?- para merodear el área blanquiverde. En todo caso, el filial donostiarra la tocaba mucho más en campo blanquiverde y comenzaba a avisar a balón parado. El costado derecho de la defensa del Córdoba CF iba creando una brecha con las subidas de Agote y las permutas de Gorka Carrera, Orobengoa y Eceizabarrena. A Carlos Isaac se le acumulaba el trabajo y ya no le valía con las ayudas de Carracedo. Necesitaba más. En todo caso, la pelea se planteó allí y allí se dirimió, aunque a balón parado. Un saque de esquina en el minuto 27 a cargo de Mikel Rodríguez terminaba con un gol anulado a Gorka Carrera de manera justa, ya que estaba en fuera de juego. Dos minutos después, de nuevo en un córner, Íker Álvarez evitaba mayores problemas con una buena actuación y en el minuto 32 el aviso pasó a ser disgusto. Mikel Rodríguez volvía a poner con su zurda el balón, esta vez en corto, donde Tomás Carbonell golpeaba de taco para que el balón chocara contra un sorprendido Guardiola. El esférico rebotó en su cadera e Íker Álvarez no logró reaccionar a tiempo para evitar el tanto donostiarra. Los jugadores de la Real Sociedad B celebran el gol de Sergi Guardiola en propia meta, en Anoeta. / Arnaitz Rubio Aprea / Lof El Córdoba CF se enrabietó por el gol, pero no se rebeló. Le dio para engarzar una jugada por la derecha con balón de Guardiola a Pedro Ortiz en el área cuyo disparo fue anulado por Balda (min. 36). Pero no le dio para mucho más. De nuevo la Real Sociedad B quiso el balón para ella y siguió apareciendo por las inmediaciones de Íker Álvarez. Gorka Carrera lanzó un tirito en el min. 37, Mikel Rodríguez volvía a poner a prueba a Íker Álvarez a balón parado con un golpe franco que una mano del andorrano transformó en saque de esquina y, finalmente, de nuevo Gorka Carrera probó desde lejos, demasiado fácil para el portero blanquiverde. Lo peor tras el primer acto no fue lo poco que ofreció el Córdoba CF, sino que tampoco se le atisbaba capacidad de reacción. Iván Ania intentó encontrarla. El ovetense lleva fuera de su zona de confort desde la primera jornada de Liga, esa en la que se instalaba en unos cambios realizados a partir del minuto 70 u 80 la pasada temporada y que en esta le obliga a intentar cambiar los partidos antes, mucho antes. Un triple cambio en el descanso ordenó el asturiano, sentando a Kevin Medina, Jan Salas y Pedro Ortiz para dar entrada a Theo Zidane, Dalisson de Almeida y Dani Requena. Había que cambiar el partido y antes del primer minuto Dalisson ya probó a Aitor Fraga con un disparo raso, aunque falto de potencia. Triple cambio para reaccionar... a medias Había que comprobar si esa pretendida transformación con tres cambios se producía, en realidad, sobre el terreno de juego, porque no se trata –como casi siempre- sólo de nombres u hombres –que también-, sino de ideas. No pareció que afectara al discurrir del partido o que mejorara al Córdoba CF el triple cambio. Tras un disparo de Carlos Isaac (min. 51) y despeje del portero donostiarra, el filial de Ansotegi salió al contragolpe a través de Mikel Rodríguez, que puso un enorme balón al corazón del área a Gorka Carrera, en donde fue derribado por Rubén Alves. El central blanquiverde vio la amarilla y Peru Rodríguez se dispuso a lanzar la pena máxima. De nuevo Íker Álvarez apareció como salvador del Córdoba CF realizando una gran estirada a su derecha y abajo y, por suerte, la segunda oportunidad que tuvo Gorka Carrera de remachar a la red se marchó al segundo anillo. Agote fue un castigo para la banda derecha del Córdoba CF. / Arnaitz Rubio Aprea / Lof La primera jugada con cierto criterio del Córdoba CF en la segunda mitad la culminó Dalisson con Vilarrasa, cuya triangulación tuvo que ser atajada por Fraga (min. 61). Era un ligerísimo rayo de esperanza entre tanta oscuridad inconexa. Poco después, el lateral zurdo cordobesista forzaba el primer saque de esquina a favor de los blanquiverdes en el segundo acto, que finalizó con un cabezazo desviado de Guardiola. Pero parecía, en definitiva, que el equipo de Ania despertaba por la izquierda –se veía más a Vilarrasa-, zona de impacto de Dalisson, que de nuevo (min. 66) conectaba con Theo Zidane, que realizaba en el área un uno-dos para plantarse ante Fraga, pero el balón se lo echó demasiado largo. Nada del otro mundo, pero por comparación con el amargor que había provocado hasta ese momento el Córdoba CF lo que protagonizó en esos minutos Dalisson parecía canela en rama. Lógicamente, tenía que ser el hispano-brasileño el que rescatara al Córdoba CF, ya que fue el único que no sólo generaba arriba, sino que recuperaba algún balón en las inmediaciones del área de Íker Álvarez. Cuando restaba menos de un cuarto de hora para el final, una jugada de Carracedo, clásica, terminaba con el balón en los pies de Isma Ruiz, tras cuya llegada pasó a Dalisson que, ya en el área, cruzó el balón al palo corto, arriba, inalcanzable y para un sorprendido Fraga. El punto era espectacular para el Córdoba CF, visto lo visto hasta ese momento, pero es que el encuentro se animó como no lo había hecho antes. Las llegadas de Ochieng y Adri Fuentes generaron la sensación de que podía ganar cualquiera de los dos cuando apenas restaban 10 minutos para el final del encuentro. Una situación que le es familiar al Córdoba CF de Ania, esa de entrar en el arreón final con un intercambio de golpes en el que siempre o casi siempre ha sabido sacar partido. En una acción anulada por fuera de juego previo, Adrián Fuentes se plantó solo ante Fraga (min. 82). Incluso se pudo llevar el Córdoba CF los tres puntos con un disparo lejano de volea de Diego Bri tras un saque de banda de Vilarrasa, en la última jugada del encuentro. Hubiera sido un premio extraordinario para un Córdoba CF que anduvo entre tinieblas durante más de una hora de partido, al que rescató Dalisson de Almeida con un brillo que justifica la apuesta que se hizo por él para sumar un punto que no aleja al Córdoba CF de la zona peligrosa. A pesar del punto sumado, las dudas que genera el conjunto blanquiverde no hicieron sino aumentar, ya que lo que muestra el equipo de Iván Ania, partido tras partido en estas siete primeras jornadas, es que este Córdoba CF se encuentra muy lejos aún del juego que mostró la pasada temporada. Y de los números.
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