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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 28/09/2025 18:45
El trabajo remoto se expandió con la pandemia y hoy divide opiniones entre empresas y empleados (Imagen Ilustrativa Infobae) Desde el confinamiento obligatorio hasta la actualidad, el trabajo remoto pasó de ser una solución urgente a una opción estable, integrándose en modelos mixtos adoptados por muchas empresas. La pregunta central sigue siendo si esta modalidad puede sostenerse más allá del ahorro de costos, sin afectar el nivel de desempeño. Los últimos datos parecen confirmarlo. Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, la proporción de personas que trabajan desde su domicilio se elevó de 7,8% a 8,5% entre el primer y el segundo trimestre de 2025. Este crecimiento implica un avance del esquema remoto y plantea interrogantes sobre sus resultados concretos en productividad, gestión, costos y bienestar. La cifra de la EPH confirma la preferencia creciente por el trabajo remoto. En este escenario, comparar estos datos con la experiencia de las empresas y las expectativas de los empleados resulta relevante. La consultora HuCap relevó que el 80% de las empresas funcionan con esquemas híbridos, el 19% mantiene un formato completamente presencial y apenas 1% trabaja de forma 100% remota. Además, un 21% de las empresas híbridas está considerando volver a la presencialidad completa. El 80% de las empresas funcionan con esquemas híbridos, y apenas 1% trabaja de forma 100% remota (HubCap) Por otro lado, Randstad informó que el 83% de los trabajadores argentinos hoy operan en esquema 100% presencial, el 13 % en formato híbrido y solo el 5% en remoto total. Sin embargo, el 51% de los trabajadores escogería un esquema híbrido si pudiera elegir; dentro de ese formato, el 62% preferiría trabajar dos días desde la casa y tres en la oficina”, según el informe de la firma de recursos humanos. Estos datos muestran que Argentina se encuentra en una fase de transición. Si bien predomina la presencialidad, la demanda de flexibilidad y modelos mixtos crece de forma sostenida. ¿Ahorro real y para quién? Una de las principales ventajas del trabajo remoto es el ahorro en gastos, tanto para empresas como para quienes trabajan. Desde el punto de vista corporativo, el informe de Deel destaca que, al reducir la cantidad de personas en las oficinas, disminuyen los costos de alquiler, servicios y equipamiento. “La reducción de costos operativos puede ser significativa”, destaca el reporte, que también resalta la posibilidad de acceder a un “pool global de talentos” sin límites geográficos. Para los empleados, la modalidad implica menos gastos en transporte y comidas fuera de casa, además de tiempo recuperado en traslados (Imagen Ilustrativa Infobae) Para los empleados, el trabajo remoto implica menos gastos en transporte y alimentación fuera del hogar, y permite recuperar el tiempo que antes se dedicaba a los traslados. Sin embargo, requiere que el hogar se convierta en un espacio apto para el trabajo, con los costos adicionales que implica la conectividad y el equipamiento. Especialistas advierten que no todos los gastos desaparecen: existen inversiones necesarias en materia de seguridad informática, capacitación y utilización adecuada de herramientas y protocolos de comunicación. Existen inversiones necesarias en materia de seguridad informática, capacitación y utilización adecuada de herramientas y protocolos de comunicación En la mayoría de los casos, esos costos deben ser absorbidos por la empresa para sostener la calidad del trabajo remoto. La gran pregunta es si este menor costo implica un sacrificio en productividad. Las evidencias disponibles, nacionales e internacionales, muestran que no necesariamente hay una disminución significativa. El estudio del IAE Business School titulado: “Trabajo remoto: entre la flexibilidad y la confianza”, realizado entre 512 trabajadores corporativos, indica que más del 80% no percibe una merma en su desempeño al trabajar fuera de la oficina. Además, la mayoría no estaría dispuesta a regresar a un esquema totalmente presencial. Patricia Debeljuh, directora del Centro Conciliación Familia y Empresa (CONFyE) del IAE, dijo a Infobae: “Las empresas que no adopten esquemas híbridos enfrentarán más rotación; las que lo hagan, competirán por el mejor talento. La flexibilidad, basada en la confianza y el trabajo remoto, es hoy una ventaja estratégica: las organizaciones que los integren estarán mejor preparadas para atraer talento y crecer en un contexto donde la modalidad híbrida ha demostrado ser no solo viable, sino altamente efectiva”. "Las empresas que no adopten esquemas híbridos enfrentarán más rotación; las que lo hagan, competirán por el mejor talento" dijo Patricia Debeljuh, directora del Centro Conciliación Familia y Empresa (CONFyE) del IAE Del mismo modo, Santiago Sena, profesor del IAE, sostuvo: “Lo que vemos es que el trabajo remoto es un fenómeno multidimensional: no se trata de un formato único, sino de experiencias diversas que combinan productividad, confianza, bienestar y comunicación. No existe un ‘one size fits all’ que sirva para toda la organización; el gran reto está en que los líderes diseñen políticas diferenciales, adaptadas a las personas, a las áreas y a los equipos”. Los datos de Deel refuerzan esta visión. En su blog especializado, la firma destaca que dos tercios de los trabajadores reportan sentirse más productivos fuera de la oficina. Además, “el 87% de los empleados híbridos considera que mantiene su productividad en ese esquema”. Dos tercios de los trabajadores reportan sentirse más productivos fuera de la oficina (Deel) Forbes Argentina, en un artículo publicado este año, destacó que “el 61% de los empleados afirma ser más productivo trabajando desde casa”. No obstante, reveló la contracara en la visión ejecutiva: “Solo el 34% mantiene niveles de confianza plena”, lo que refleja una brecha entre la percepción de los trabajadores y la de los gerentes. Factores clave para sostener el rendimiento Los especialistas consideran que haya casos de éxito no garantiza que el teletrabajo funcione para todas las empresas ni para todos los puestos. Para que el menor costo no venga acompañado de pérdida de rendimiento, se necesitan condiciones robustas. En este punto, remarcan seis claves: la confianza de los líderes, el diseño de políticas adaptadas a cada área, la claridad en los objetivos y métricas, el uso adecuado de la comunicación asincrónica, la formación tecnológica de equipos y jefes, y el cuidado del bienestar y la cultura organizacional. Cada una de estas dimensiones determina que el teletrabajo no sea solo una reducción de costos, sino una modalidad sostenible. Buenos Aires es una de las ciudades más elegidas en el mundo para hacer trabajo remoto El panorama regional muestra nuevas tendencias, como la contratación de talento remoto desde el exterior y la competencia global por trabajadores capacitados. Forbes Argentina reportó que Buenos Aires figura entre las ciudades más elegidas globalmente para el trabajo remoto. Esa perspectiva muestra que empresas internacionales pueden acceder a talento argentino y que los equipos locales compiten con estándares globales de calidad. Por otro lado, en un contexto en que muchas plataformas digitales operan con trabajadores dispersos en múltiples países, el “costo local” ya no es la única variable: cumplir estándares globales de desempeño, infraestructura y respuesta es hoy indispensable. Riesgos y desafíos En materia de gestión, el teletrabajo no es una solución perfecta ni universal. Entre sus desventajas, especialistas advierten el riesgo de segmentación interna entre áreas, la posible reducción de la innovación espontánea por la falta de contacto casual y las desigualdades domésticas: no todos los empleados cuentan con condiciones óptimas de conectividad o espacio. Esta modalidad también puede dificultar la retención del talento si los lazos culturales dentro de la empresa se debilitan, al tiempo que obliga a reforzar la seguridad informática y a cumplir estrictamente con las normativas laborales en entornos descentralizados. Varias empresas carecían de suficiente espacio físico para recibir a todos; en ciertos casos, el retorno fue una estrategia velada para reducir estructuras (Melamed) Alejandro Melamed, consultor en recursos humanos y referente regional, explicó que el regreso a la presencialidad generó tensiones en muchas organizaciones: “Varias empresas carecían de suficiente espacio físico para recibir a todos; en ciertos casos, el retorno fue una estrategia velada para reducir estructuras: quienes no aceptaban regresar quedaban fuera”, señaló Melamed. Las experiencias de quienes practican el trabajo remoto complementan los datos cuantitativos. Según el IAE, muchos empleados valoran la autonomía y el tiempo recuperado, aunque reconocen que ciertas tareas colaborativas pierden eficiencia sin encuentros presenciales. Forbes Argentina recogió las impresiones de directivos que manifestaron dificultades para confiar en los resultados ante la ausencia de supervisión directa. “La falta de visibilidad con el equipo genera inquietud sobre el trabajo remoto”, admitieron algunos. Estas perspectivas muestran que el debate sobre el teletrabajo no tiene una única respuesta: exige un nuevo contrato psicológico, basado en confianza mutua, claridad y adaptabilidad entre empresas y trabajadores.
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