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» Data Chaco
Fecha: 28/09/2025 16:19
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que el consumo de paracetamol durante el embarazo aumentaría el riesgo de autismo en los niños. Sin embargo, especialistas de la salud y organismos internacionales desmintieron la afirmación y advirtieron que no existe evidencia científica que respalde esa relación. Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump señaló que el analgésico conocido como Tylenol podría estar asociado a un "riesgo muy elevado" de autismo y pidió limitar su uso en mujeres embarazadas, salvo en casos de extrema necesidad. También reiteró su desconfianza hacia las vacunas e incluso mencionó como ejemplo a la comunidad Amish, a la que vinculó con una supuesta baja prevalencia del trastorno. No obstante, distintos estudios contradicen esos dichos. Investigaciones realizadas en poblaciones Amish hallaron casos de autismo con una frecuencia cercana a la media de otros grupos, lo que descarta esa idea. Críticas del ámbito médico Especialistas en pediatría y neurología infantil calificaron de "falsas" e "irresponsables" las declaraciones de Trump. La pediatra Jimena Diz recordó que existe un estudio que analizó el consumo prolongado de paracetamol en mujeres embarazadas y concluyó que la asociación con autismo "no es real". "Hasta ahora sus dichos son falsos y muy irresponsables. El paracetamol es el único medicamento seguro para tratar dolor y fiebre en el embarazo", subrayó. En la misma línea, la neuróloga infantil Gabriela Delturco sostuvo que "no se puede hablar de una relación directa entre el paracetamol y el autismo porque no hay nada científicamente comprobado". Explicó además que la causa más aceptada para el trastorno es una base genética, que puede combinarse con factores epigenéticos y familiares. El pediatra Marcos Mercado agregó que el uso excesivo de pantallas en la infancia también puede influir en el desarrollo de la comunicación, pero remarcó que eso no implica que los niños "sean autistas", sino que limita la interacción necesaria para estimular el lenguaje. La postura de los organismos internacionales La Organización Mundial de la Salud (OMS) recordó que el autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación y la interacción social, y que no existen pruebas que vinculen al paracetamol con su aparición. La tasa mundial de incidencia es de aproximadamente uno de cada cien niños. Por su parte, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) destacó que el paracetamol continúa siendo una opción segura para mujeres embarazadas en caso de fiebre o dolor. La polémica por las vacunas Trump también relacionó las vacunas con el autismo, retomando teorías desmentidas por la comunidad científica. Los especialistas advirtieron que esa postura desalienta la vacunación y pone en riesgo la salud pública. "Las vacunas salvaron millones de vidas. La asociación con el autismo hizo un daño enorme y todavía persiste", remarcaron. En Estados Unidos se aprobó recientemente el uso de leucovorina en niños con autismo y deficiencia cerebral de folato, aunque los expertos aclararon que no existe cura para el trastorno. "El autismo no es una enfermedad sino una condición, y ningún tratamiento elimina sus síntomas centrales. Lo que sí ayuda es la terapia cognitivo-conductual, especialmente cuando se inicia de forma temprana", explicó Delturco. Los pediatras señalaron además la importancia del diagnóstico precoz. Entre los signos de alerta en bebés mencionaron la falta de contacto visual, la ausencia de balbuceo, dificultades para señalar objetos o demoras en el desarrollo del lenguaje. Notas Relacionadas
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