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  • ¿Sabías que calle Las Heras fue el corazón comercial y social de la ciudad en el siglo XX siendo la entrada principal de Concordia?

    Concordia » Despertar Entrerriano

    Fecha: 28/09/2025 15:51

    La Calle Las Heras, ubicada en Concordia (Entre Ríos), es una de las arterias históricas que marcaron el pulso de la ciudad durante buena parte del siglo XX. Su nombre recuerda al General Juan Gregorio de Las Heras, héroe de la independencia argentina y comandante del Batallón N.º 11 del Ejército de los Andes. Se decidió dar su nombre a esta calle que se convirtió en un emblema concordiense. Una calle de vida comercial Durante décadas, la Calle Las Heras fue un epicentro comercial para los vecinos de Concordia y de las localidades rurales cercanas. Era la vía de entrada principal a la ciudad, lo que aseguraba un flujo constante de compradores, especialmente campesinos que llegaban con sus familias para abastecerse. Entre los comercios más recordados se encontraban: Ferretería y Bazar “El Gaucho”, punto de referencia para herramientas, utensilios y artículos para el hogar, Tostadero y Molino de Café “Bermejo”, que inundaba las mañanas de invierno con un aroma inconfundible, Fábrica de Aceite de don Jesús Royo, un inmigrante español que contribuyó con la producción regional y la Cooperativa de Créditos, ubicada en Brown y Las Heras, que impulsó la economía barrial otorgando financiamiento a comerciantes y vecinos. Bicicletería Sol de Mayo, de Isaac Hazan, que además de vender bicicletas, organizaba carreras vecinales de bicicletas en los años ’70, promoviendo la recreación y la vida comunitaria. La calle era un polo económico vibrante, donde además de tiendas de ropa, colchonerías, farmacias y fábricas de muebles, se desarrollaba una intensa vida social. El barrio Judío en Las Heras Un rasgo fundamental de la identidad del barrio fue la comunidad judía, que se asentó en Concordia desde fines del siglo XIX. Muchas familias de origen ashkenazí eligieron la zona de Las Heras y sus alrededores para vivir, trabajar y abrir comercios. Apellidos como Gumpel, Hendlin, Grimberg, Kovalsky, Bilkis, Kahane, Ulfohn o Kupervaser forman parte de la memoria colectiva del barrio. En Las Heras y sus calles aledañas funcionaban almacenes, carpinterías, talleres y tiendas pertenecientes a familias judías que, con esfuerzo y trabajo, se convirtieron en parte esenciales de la identidad del barrio. Así, la calle se transformó en un lugar de encuentro de culturas: criollos, inmigrantes europeos, españoles y judíos compartían la vida cotidiana. Los recuerdos de esa vida comunitaria siguen vivos en la voz de los vecinos. Eduardo Hazan contó: “Muy lindos recuerdos, ahí vivía toda mi familia en Las Heras 237 y estaba el negocio de mi papá, Yaco, tienda La Perla”. Por su parte, Zunilda recordó su juventud en el barrio: “Yo trabajé en el tostadero de café Bermejo, tenía 15 años. Envasaba café y té, estaba bueno”. Estos testimonios reflejan cómo la calle Las Heras fue mucho más que un centro comercial: era un espacio de vida, trabajo y pertenencia. Modernización y cambios urbanos La Comisión Vecinal del barrio se llamaba “La República Las Heras” donde tuvo un rol clave en la mejora del barrio. Cuando apenas existían faroles de kerosén colocados cada media cuadra, la comisión logró impulsar un sistema de alumbrado moderno que mejoró la seguridad y la calidad de vida de los vecinos. Con el paso del tiempo, sin embargo, la calle sufrió transformaciones. Al modificarse el sentido del tráfico y pasar de ser entrada a salida de Concordia, el movimiento comercial se redujo. A ello se sumó la migración de jóvenes hacia ciudades más grandes con más opciones educativas y laborales. Poco a poco, Las Heras dejó de ser aquel centro concurrido de la vida concordiense. Un barrio con memoria viva A pesar de los cambios, los recuerdos permanecen. La calle Las Heras simboliza una época en la que el sentido de vecindad era auténtico: todos se conocían, se ayudaban y compartían la vida como si fueran una gran familia. El barrio judío, el centro de los comercios, el aroma del café Bermejo, los muebles recién barnizados y los niños jugando en las veredas forman parte de una memoria entrañable que los vecinos aún evocan con nostalgia. La historia de la calle Las Heras es, en definitiva, la historia de Concordia misma: una ciudad forjada por la diversidad, el trabajo comunitario y la integración de culturas que dejaron huellas imborrables en sus calles y en su gente. Fuente: Despertar Entrerriano

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