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» Elterritorio
Fecha: 28/09/2025 11:19
El suboficial Mauricio Miñarro (33) recibió un balazo en la cabeza cuando estaba en el Destacamento de Infantería de la UR III. Tres policías investigados por encubrimiento domingo 28 de septiembre de 2025 | 6:05hs. Mauricio Miñarro (33) murió de un balazo en la cabeza. Si se habla de crímenes sin resolver en la provincia, el caso más reciente que quedó marcado en el último año y que impactó no solamente por quien es la víctima, sino por el lugar donde se dio el hecho, es el asesinato del suboficial Mauricio Miñarro (33), baleado el último 30 de diciembre, cuando se encontraba de guardia en el Destacamento de Infantería en Eldorado -espacio que se encuentra dentro del Aeroclub de la localidad-. Desde el comienzo de la pesquisa, el misterio y el hermetismo fueron las descripciones que mejor se acomodaron en cada semana que pasaba. Actualmente, luego de casi nueve meses, el crimen de Miñarro cuenta con más hipótesis que certezas, relacionadas al autor o autores del fatal desenlace. El crimen fue descubierto en el destacamento por un camarada. Foto: archivo A esto, se le suma que cada nueva prueba o avance que se registró en los últimos meses, revela que en la causa hubo negligencia -fue relevado del cargo el jefe de aquella dependencia y apartado de la fuerza- y un plan de encubrimiento. Pero al contrario, nada que identifique al asesino del cabo. Mauricio Miñarro (33) era un suboficial de la fuerza provincial que cumplía su guardia en la oficina del Destacamento de Infantería de Eldorado y que fue asesinado entre la noche del 29 y la madrugada del 30 de diciembre. El crimen fue descubierto por un camarada, que alertó que fue encontrado sin vida y con lesiones de bala en el brazo y el pecho. Ante esta alerta, la Policía de Misiones desplegó inmediatamente un control en las distintas rutas que conectaban con la Capital del Trabajo. Con las primeras investigaciones se pudo determinar que del lugar se sustrajeron múltiples armas de fuego, entre ellas, la pistola reglamentaria del agente. Sin embargo, estas fueron las únicas pruebas recolectadas en la escena del crimen -no había cámaras en el destacamento y no hubo testigos que vieron o escucharon algo sospechoso esa madrugada-, por lo que comenzar a identificar a los responsables de la muerte del suboficial comenzó cuesta arriba. Robo de avioneta Con la información obtenida y tras conocerse la existencia de un sospechoso de haber aportado datos sobre Miñarro, horarios y movimientos en la base de la UR III para atacar y robar, cobró fuerza la hipótesis de que el homicidio ocurrió en un contexto de robo: se puntualizó que el objetivo principal eran avionetas que se encontraban en el predio, donde también funciona el Aeroclub de la localidad. Continuando con el hilo que investiga el contexto de robo, investigadores suponen que los malvivientes, al ver frustrado su intento de llevarse la avioneta, aprovecharon la ocasión para tomar varias armas del destacamento. Trascendió que se llevaron al menos nueve armas del lugar, entre ellas metralletas, fusiles, escopetas y kits con balines, entre otros equipos. Desde entonces, se manejaron varías hipótesis y también se trazó la posibilidad de que el crimen estuvo ligado a un grupo comando armado proveniente de Paraguay, cuyos integrantes habrían pasado ilegalmente a Misiones. Sin embargo, la participación de la banda criminal en el asesinato de Miñarro fue descartada por completo por el Juzgado de Instrucción Uno de Eldorado, a cargo de la jueza María Laura Rodríguez. Hipótesis de la familia Por otro lado, los familiares de la víctima no tardaron en hacerse escuchar y en reiteradas entrevistas con El Territorio remarcaron un posible móvil de crimen que con el correr de las pistas obtenidas por los pesquisa, podría llevar algo de razón: que Mauricio fue asesinado por alguien cercano y que creen que se trató de un crimen para tapar corrupciones y algo más grande. La primera en advertir esto fue Carina -prima de Mauricio- quien lamentó lo sucedido e indicó a las pocas horas de conocerse el hecho que “Mauricio era un policía muy honesto, y lamentablemente esa honestidad lo llevó a que pasara todo esto”. Asimismo, aseguró que el cabo ya veía mucha injusticia en Iguazú -donde comenzó su carrera como policía- y “él decía que no aguantaba todo eso, pero no podía hacer nada”, remarcó la mujer. En esa línea, el entorno familiar sostuvo que Mauricio fue asesinado por alguien de confianza y que esa persona incluso podría ser alguien de la fuerza provincial. Justamente, las pruebas recolectadas en la escena del crimen apuntan a que la persona que terminó con la vida del cabo, de un disparo en la cabeza, fue un especialista en el manejo de una pistola 9 milímetros. Familiares y allegados del suboficial marcharon en Eldorado por justicia. Asimismo, sus seres queridos recordaron que “a Mauricio le gustaba mucho ese trabajo. Siempre se estaba capacitando, era preparado y estaba con cada curso de infantería”. Cuatro meses después, la familiar volvió a tener un diálogo con este medio, alegando que la investigación era muy lenta, que no tenían respuestas y describió que las últimas decisiones de la Justicia fueron como “una burla”, tomando en consideración la liberación del encubridor: “Sigue siendo todo una burla, pusieron una persona para tranquilizar a la familia y ahora lo liberan fácil”. Crimen vinculado Siete meses después de comenzar las investigaciones para esclarecer el caso, en julio el juzgado interviniente pudo tener avances en el caso de Miñarro, que se vinculó con el asesinato de Silvio “Patrón” Saucedo -baleado el 15 de marzo, también en Eldorado- de acuerdo a los resultados de pericias autorizadas por la jueza Rodríguez. El informe reveló que de los proyectiles hallados en el predio de Infantería, y frente a la gomería de Saucedo sobre el Kilómetro 6, se pudo confirmar que fue la misma pistola la utilizada para matar al suboficial Mauricio Miñarro a fines de 2024 y para asesinar dos meses y medio después a Saucedo, quien se dedicaba a la venta de autopartes y fue señalado como contrabandista en Paraguay. Sobre el arma de fuego, los informes que los peritos de la Dirección Policía Científica sumaron a ambos expedientes consignaron coincidencias de los proyectiles y acreditaron que las víctimas fueron asesinadas por una pistola semiautomática calibre 9 milímetros. Incluso, se sostuvo que no era sólo el mismo modelo de arma de fuego, sino que quedó demostrado que era la misma pistola. Por el homicidio de Saucedo -enmarcado en un contexto de sicariato-, la Justicia puso la lupa en la posible participación de Carlos ‘Cavalo’ Mendes (50), quien residía en Paraguay y fue detenido el pasado 20 de septiembre. En un principio también fue sospechoso de haber matado al suboficial meses atrás. Sin embargo, en exclusiva con El Territorio, la jueza María Laura Rodríguez explicó que no hay indicios -hasta el momento- que demuestren que el asesino de Saucedo es la misma persona que ultimó al cabo Miñarro. ¿Entonces, esa arma pudo haber cambiado de dueño en los meses de diferencia que tiene ambos hechos? Es una pregunta que aún se investiga. Lo cierto es que, con Mendes -hasta el momento- descartado como autor del asesinato de Mauricio Miñarro, la causa continúa estando bajo un regimen de inconclusiones y misterios que a casi un año del homicidio preocupa a los seres queridos del suboficial. Tres policías investigados Finalmente, en los últimos días de septiembre se volvió a tener novedades sobre el caso, aunque nuevamente enmarcadas en la faceta de encubrimiento y no en el autor material del crimen. La noticia tuvo que ver con que un comisario y dos oficiales de la Policía de Misiones comenzaron a ser investigados por presuntamente ser autores de encubrimiento agravado Mediante fuentes consultadas, este medio pudo saber que la línea investigativa los coloca a los tres efectivos como involucrados en un entorpecimiento y trazado de una hipótesis falsa, además de presentar un testigo falso durante la pesquisa. Respecto de los roles de los tres investigados, quienes fueron allanados por personal de GNA en agosto y tuvieron que entregar los teléfonos celulares y otros elementos, El Territorio pudo consignar que por su parte el comisario estaba asignado como titular de la Brigada de Investigaciones de la UR-III. En tanto, sobre el segundo acusado, se pudo constatar que se trata de un oficial ayudante que quedó vinculado a partir de que cuando fue cometido el crimen, éste prestaba servicio en la Brigada y habría intervenido en la aparición del testigo y la versión falsa sobre lo sucedido en el destacamento de Infantería. Hoy cuenta con funciones en la Comisaría Primera de Eldorado. Mientras que el tercer sospechoso es investigado por tener el sumario del homicidio a su cargo cuando comenzaron a advertirse las irregularidades en la investigación que luego fue puesta a disposición de Gendarmería. Por lo tanto, los tres efectivos quedaron supeditados al expediente de manera inmediata. Al respecto, Carina manifestó que “la jueza nos dijo que estaba en proceso de investigación y la verdad que el nombre de Cavalo nunca nos habían mencionado, ni siquiera que era investigado por el crimen de Mauricio”. En esa línea, analizó que estas nuevas pruebas sobre encubrimiento “no es que sea un avance, pero por lo menos es una luz, que nos da una esperanza. Porque antes estaba todo parado”. Asimismo, remarcó que al tratarse de tres policías, “refuerza que nosotros no estábamos tan errados con la hipótesis que a Mauricio lo mató alguien de su entorno, de su confianza. Pero obviamente nosotros no podemos salir a decir cosas sin pruebas”. Por último, explicó que a la familia le está costando mucho el no tener respuestas. “Es muy triste la realidad que estamos viviendo todo el día a día. Cuando le agarraron a ese señor Cavalo, nosotros siempre desconfiamos que ese señor no tenía nada que ver”, concluyó. Detenido por ser informante La causa descubierta el 30 de diciembre tuvo novedad en febrero con la detención de Miguel Báez (34), acusado de encubrir el hecho y ser el responsable de brindar información sobre Miñarro y los movimientos en la UR III. En total, el hombre permaneció tres meses detenido y no aportó ningún dato suficiente para identificar al o los asesinos de Miñarro. Las fuentes con acceso al expediente manifestaron que durante su declaración indagatoria, el primer imputado que tuvo la causa, negó las acusaciones de un testigo -todavía de identidad desconocida- que lo apuntó como encubridor del asesinato del policía. Báez fue excarcelado en la segunda semana de abril, cuando el juzgado interviniente fijó una fianza de 3 millones de pesos. De esta forma, la causa seguiría su curso pero sin ningún detenido. Situación que, aseguraron las fuentes judiciales, perdura hasta el momento. Compartí esta nota:
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