27/09/2025 13:04
27/09/2025 13:04
27/09/2025 13:03
27/09/2025 12:59
27/09/2025 12:59
27/09/2025 12:52
27/09/2025 12:50
27/09/2025 12:50
27/09/2025 12:48
27/09/2025 12:47
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/09/2025 08:30
Lucidez paradójica antes de morir, el enigma que desconcierta a la neurociencia. (Agustín Marcarian/Reuters) Un fenómeno conocido como lucidez terminal ha comenzado a captar la atención de médicos, neurocientíficos y familias de pacientes con enfermedades neurodegenerativas. Se trata de esos instantes de claridad mental que algunas personas experimentan justo antes de fallecer y que las familias viven como un regalo inesperado. Destellos de conciencia en los momentos finales Según una revisión publicada en 2024 por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, la lucidez paradójica se define como “un episodio de comunicación o conexión inesperada, espontánea, significativa y relevante en personas con demencia avanzada”, aunque los propios autores reconocen que “la definición de este tipo de episodios no está cerrada”. El doctor José Manuel Marín-Carmona, coautor principal de la revisión y especialista en Geriatría en el Programa de Memoria del Centro de Envejecimiento Saludable del Ayuntamiento de Málaga, detalló que estos episodios “se caracterizan por la aparición de una conexión que se da en una persona en la que esto no es esperable”. “En muchos casos, la persona recupera su conciencia de quién es y de en qué contexto está. Sabe con quién está hablando y comprende en qué condiciones está. Pero son episodios momentáneos que pueden durar minutos, horas o, en algunos casos, días”, añadió. Es más, desafortunadamente, “en un porcentaje muy elevado ocurren en las horas previas al fallecimiento”, concretó. La ciencia busca explicaciones Aunque la causa exacta sigue siendo desconocida, varias hipótesis apuntan a la neuroplasticidad y a cambios bioquímicos en el cerebro. Este fenómeno se apoya en la evidencia de que la neuroplasticidad, estudiada por Santiago Ramón y Cajal, permite al cerebro adaptarse y compensar daños incluso en edades avanzadas y en presencia de patologías neurodegenerativas. “En general, se producen daños estructurales a nivel cerebral, progresivos e irreversibles. Esto hace que la persona esté desconectada, desorientada, que no se pueda comunicar. Pero, si se puede recuperar temporalmente la función, a lo mejor es porque esta neurodegeneración no es estructural, sino funcional”, explica Marín Carmona. El fenómeno que ocurre antes de morir y que las enfermeras de paliativos no saben explicar Hipótesis en debate Entre las explicaciones propuestas por la neurociencia se encuentran: Desinhibición neurológica : “Ciertas áreas del cerebro que normalmente suprimen recuerdos o conductas dejan de funcionar primero, liberando circuitos que aún conservan información”. Cambios metabólicos : “La falta de oxígeno y la alteración química del cerebro podrían desencadenar un estado transitorio de hiperactividad neuronal”. Redistribución del flujo sanguíneo : “En fases críticas, la sangre llega de manera desigual a diferentes zonas cerebrales, favoreciendo la activación momentánea de redes aún funcionales”. Teorías emergentistas: “La conciencia no depende solo de áreas específicas, sino de la dinámica general del cerebro, capaz de reorganizarse incluso al límite del colapso”. Sectores más espirituales interpretan la lucidez terminal como prueba de que la conciencia no está limitada al cerebro, aunque la comunidad científica insiste en que “estas ideas carecen de evidencia empírica”. Entre la emoción y la ética El fenómeno también plantea cuestiones éticas y filosóficas sobre la identidad personal. “Cuando vemos cómo nuestros pacientes se deterioran y pierden capacidades cognitivas, incluso desarrollando trastornos de conducta o neuropsiquiátricos, es muy frecuente que los familiares digan: ‘Ya no es mi padre’, porque ha perdido los atributos que uno reconocía en esa persona”, afirma Marín-Carmona. Sin embargo, los científicos defienden que “sí mantiene su identidad”. “Mientras haya conciencia, la persona está ahí. Fenómenos como lucidez terminal lo demuestran y la dignidad debe mantenerse por encima de todo”, concluye el investigador.
Ver noticia original