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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/09/2025 04:38
El impacto del anuncio del Tesoro estadounidense no tardó en reflejarse en los activos argentinos (Foto: Reuters) El mercado financiero, cambiario y bursátil experimentó un giro significativos la última semana, tras el anuncio del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, sobre la decisión de ofrecer a la Argentina un paquete de apoyo financiero. Según información de Bloomberg, el paquete contempla un swap de hasta USD 20.000 millones, la posible compra de bonos soberanos, líneas de crédito del Exchange Stabilization Fund y coordinación con organismos multilaterales para adelantar desembolsos. Analistas consultados por Infobae consideran que la ayuda internacional puede ser un factor central para que el Gobierno logre volver al mercado de deuda el próximo año, aunque subrayan que el resultado de las elecciones legislativas de octubre jugará un rol clave y que el esquema monetario y cambiario requerirá ajustes. El impacto del anuncio del Tesoro estadounidense no tardó en reflejarse en los activos argentinos: el Merval medido en dólares subió 23% y los bonos soberanos en esa moneda rebotaron un 29% en tres días, señaló Bloomberg en sus despachos. La tasa de interés nominal anual de la Lecap de octubre cayó de 87% a 54%, el peso mostró una apreciación de hasta 10% y el índice de riesgo país retrocedió desde un pico de 1.456 puntos básicos a la zona de 1.000 pb Al mismo tiempo, la tasa de interés nominal anual de la Lecap de octubre cayó de 87% a 54%, el peso mostró una apreciación de hasta 10% y el índice de riesgo país retrocedió desde un pico de 1.456 puntos básicos a la zona de 1.000 pb. Los economistas privados evaluaron el alcance del alivio externo y su capacidad para modificar el escenario de financiamiento en 2026. El objetivo principal permanece: reducir la percepción del índice riesgo país hasta niveles compatibles con una nueva emisión de deuda soberana en dólares, algo que Argentina no logra realizar desde 2018, cuando la sobretasa se ubicaba por debajo de los 500 pb y el flujo de reservas internacionales en el BCRA permitía hacer frente a los pagos venideros. Fernando Baer, economista de Quantum Finanzas, afirmó: “En principio, debería ser suficiente para lograrlo. Pero el proceso electoral en curso representa el principal obstáculo. Si el Gobierno logra un buen desempeño y recupera el diálogo y la construcción de consensos mostrados en 2024, podríamos ver compresión en tasas de interés”. Respecto del andamiaje del programa monetario y cambiario, Baer remarcó: “La redefinición de la política monetaria y cambiaria seguramente ocurran, dentro del marco de sostenimiento del equilibrio fiscal”. También se refirió a la última medida que bloqueó por 90 días la “doble operativa” en mercados de dólares financieros. Para Baer, esa decisión “hace ruido, pero limita el rulo, nada más”. La redefinición de la política monetaria y cambiaria seguramente ocurran, dentro del marco de sostenimiento del equilibrio fiscal (Ber) La perspectiva de Martín Polo, economista jefe de Cohen, converge en algunos puntos: “Se acerca, sí, a la posibilidad de volver a los mercados, pero será necesario ajustar el programa: sacar las bandas de flotación sin intervención, acumular reservas internacionales, ser más conciliador y buscar gobernabilidad. No se puede depender de vetos y luego rezar a que el Congreso no lo bloqueé”. Ante la consulta sobre qué aspectos presentan fallas, Polo identificó a la política cambiaria como punto crítico. “Hay que seguir mejorando el tipo de cambio real y darle previsibilidad a la política monetaria. Ahora va a comprar los dólares que entran las cerealeras, pero una semana y después ¿qué? Hay que sacar el cepo también. Este tipo de cambio que hay hoy es un subsidio”, describió. “Hay que seguir mejorando el tipo de cambio real y darle previsibilidad a la política monetaria", dijo Martín Polo a Infobae (Foto: Adrián Escandar) A pesar de los desafíos, Polo admitió: “Creemos que el espaldarazo de Donald Trump -en alusión al Tesoro estadounidense- es más fuerte que el riesgo político. Y si bien estimamos que el Gobierno perderá las elecciones de octubre, eso no implicará su caída. Lo cierto es que deberá hacer ajustes; cuanto mejor le vaya en octubre, menos severos serán”. El economista amplió su escenario electoral: “Con el antecedente de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, estimamos que las elecciones las pierden por 5 o 7 puntos. En términos de bancas, no cambia tanto, porque seguirá sumando diputados y el kirchnerismo mantiene lo suyo. Lo que queda ver es la tercera fuerza, y ese es terreno fértil para buscar consenso y gobernar”. Respecto de las restricciones impuestas en los mercados cambiarios, Polo respondió: “Lo más importante es la cantidad de reservas que se logre acumular. Si suben mil millones porque el Tesoro está comprando, será una buena noticia”. Milagros Gismondi, de Invecq, considera que el centro de gravedad de la situación depende principalmente “de las elecciones y de cómo se llegue a ellas. La acumulación de reservas internacionales en los últimos días va a ayudar”. Los analistas resaltan la magnitud de los desafíos para el año próximo. El Gobierno debe reducir el índice de riesgo país a un nivel que permita acceder de nuevo al mercado internacional de deuda en dólares, una condición considerada indispensable para afrontar los vencimientos de 2026, que requieren no solo la posibilidad de emitir a tasas de interés razonables, sino acumular reservas en el Banco Central, ante una eventual fala de financiamiento. El centro de gravedad de la situación depende principalmente “de las elecciones y de cómo se llegue a ellas (Gismondi) La reciente evolución del índice de riesgo país ilustra la volatilidad del escenario. El salto a 1.456 puntos básicos el 19 de septiembre, el nivel más alto en más de un año, respondió a la desconfianza respecto del programa económico tras la derrota del oficialismo en las elecciones provinciales. Después del anuncio estadounidense, el indicador cayó a 898 el 24 de septiembre y volvió a situarse en torno de los 1.000 pb después. Gabriel Caamaño, de la consultora Outlier, opinó: “Dependerá del resultado electoral y de cómo actúe el Gobierno. En cualquiera de los escenarios posibles, la vuelta a los mercados es más probable. Aunque hasta que no sepamos el resultado y cómo se maneja el Gobierno con ese resultado, no podemos saber si será suficiente. Si logra un buen resultado electoral, casi estaría asegurado. Un resultado aceptable también ayuda, pero una mala elección dificultaría la situación. El respaldo del Tesoro estadounidense facilitará el tránsito electoral y reducirá la volatilidad, pero sigue dependiendo del desenlace y de la capacidad del Gobierno para negociar con los gobernadores”. El secretario del Tesoro de los EEUU, Scott Bessent, y el presidente argentino, Javier Milei (Foto: AFP) Caamaño añadió: “El anuncio de Bessent alivió una dinámica muy complicada, que era insostenible. Eso es mucho para el período preelectoral. Si el resultado es desfavorable y el Gobierno muestra poco apoyo político, el respaldo ayuda, pero seguirá habiendo obstáculos para avanzar en reformas. El mercado observará tanto el apoyo externo como la capacidad de gestión interna. Si el Gobierno logra un resultado razonable y demuestra habilidad negociadora, como en el primer año de gestión, el efecto será distinto. Lo de Bessent no anula los problemas de fondo, solo hace más llevadero el proceso, pero los desafíos estructurales siguen allí”. Lo de Bessent no anula los problemas de fondo, solo hace más llevadero el proceso, pero los desafíos estructurales siguen allí (Caamaño) Las fuentes consultadas coinciden en que el diferencial de tasa que enfrenta Argentina frente a la deuda de Estados Unidos aún está lejos del umbral para regresar a los mercados globales, recordando que el último acceso ocurrió en 2018, cuando el riesgo país era cercano a 500 puntos y los fondos internacionales no exigían una rentabilidad tan elevada. La suspensión de retenciones al agro para acelerar la liquidación de divisas y el adelanto de desembolsos de organismos internacionales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo contribuyen a fortalecer reservas. Si bien el impacto es positivo a corto plazo, el consenso del sector privado es que debe ampliarse el colchón de reservas internacionales y lograrse una reducción sostenible en la percepción de riesgo. En este contexto, el paquete coordinado desde Washington generó un cambio de expectativas entre los inversores y en el ámbito político local. Ahora la atención está centrada en la capacidad del Gobierno para aprovechar la ventana abierta, sellar acuerdos que permitan recomponer el diálogo político y mantener las reformas, en busca de apoyo en el Congreso tras las elecciones. El camino hasta el 26 de octubre será seguido no solo desde Buenos Aires, sino también por el mercado global y los funcionarios de organismos internacionales que evalúan compartir riesgos con Argentina en 2026.
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