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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/09/2025 12:31
Hace 72 horas, los habitantes de la 1-11-14, la Zavaleta y la 21-24, viven con terror. ¿La causa? La aparición de los cuerpos de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez, cruelmente mutilados por narcos, en una casa de Florencio Varela. Los investigadores apuntaron a los barrios de la zona sur de la Ciudad, aunque hay operativos simultáneos en el conurbano con el fin de hallar al líder de una presunta organización criminal detrás de los narcofemicidios. Se trata de “Julito”, “Pequeño J” o “Pequeño Jota”. Un fantasma para los policías que conocen los dominios de los narcos el territorio porteño. No tienen su DNI y, hasta el momento, no hay expedientes que lo mencionen. Creen que tiene 23 años y lo buscan con los apellidos de Noguera, Valverde y ahora también Montana. En cambio, la causa, ahora en manos del fiscal de Homicidios de La Matanza, Adrián Arribas, cuenta con la identidad de Matías Agustín Ozorio, de 28 años. A él también lo buscan intensamente en los procedimientos realizados desde este miércoles, en el que la DDI de La Matanza habría dado con el supuesto “aguantadero” de la banda de la que no tienen precisiones. Ozorio sería, al menos, cómplice o miembro de la estructura, con influencia en Florencio Varela. Fuentes cercanas al barrio indicaron a Infobae, que Ozorio tiene domicilio en la 21-24, pero se mueve igualmente por la Zavaleta y la 1-11-14. Tiene como antecedente una prevención. Al igual que las cuatro personas que fueron indagadas por los femicidios y el supuesto líder, su nombre tampoco figura en los archivos judiciales del narcotráfico. Noticia en desarrollo
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