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» El Ciudadano
Fecha: 26/09/2025 00:40
Lucila Maiolino / Especial para El Ciudadano Hasta mediados del año pasado, no muchas personas sabían quién era Franco Colapinto. Su contratación como segundo piloto de Williams en la Fórmula Uno generó un fenómeno instantáneo. Las cualidades como conductor del joven de 22 años y su innegable carisma lo pusieron como uno de los personajes argentinos del año. Quedarse sin butaca algunas carreras hasta su reaparición en Alpine no hizo más que generar mayor expectativa, pero los malos resultados pusieron a prueba no sólo su espíritu competitivo sino la paciencia de algunos de sus fanáticos: algunos ganados por la ansiedad, mutaron en haters para hostigarlo por redes. Inicios en la Fórmula 1 En la semana previa al Gran Premio de Monza, disputado el 1° de septiembre de 2024, se anunció a través de las redes sociales del equipo Williams y Fórmula 1 la contratación del piloto argentino para las últimas 9 carreras de la temporada. Fue en reemplazo del estadounidense Logan Sargeant. El anuncio despertó la euforia de los aficionados por la vuelta de un piloto argentino tras 23 años sin tener ningún representante en la máxima categoría. Muchos fanáticos argentinos viajaron hasta el circuito italiano para poder presenciar el debut de Colapinto. Fue un fin de semana positivo para el novel conductor: finalizó en el puesto 12 y quedó muy cerca de poder sumar puntos. La performance tuvo una fuerte repercusión en redes sociales y atrajo a un una gran cantidad de espectadores que nunca se habían interesado en alguna carrera de Fórmula 1. Las siguientes cuatro competencias también fueron muy positivas: consiguió en el Gran Premio de Azerbaijan sus primeros puntos en la categoría. El octavo puesto hizo que el furor se expandiera cada vez más y tomara el nombre de “La Francomanía”. También despertó el interés de otras escuderías como Red Bull y Alpine para ocupar un asiento en sus monoplazas de cara a la temporada siguiente 2025. Primeras complicaciones Las complicaciones llegaron en el Gran Premio de Brasil, que se disputó bajo unas complicadas situaciones climáticas: en la clasificación de la mañana del domingo, la cual fue reprogramada por el diluvio del sábado, sufrió un golpe que lo dejó fuera de la clasificación. Debió largar en el puesto 18 la carrera en la que las condiciones climáticas no mejoraron. Colapinto le pidió a su ingeniero cambiar los neumáticos intermedios por los de piso «muy mojado» a través de la radio: “Está para full wet, no se puede manejar”. Pero su ingeniero de carrera le contestó: “Quedate afuera, necesitamos sobrevivir. Quedate en la pista”. Poco después, sin que lo autorizaran a cambiar neumáticos, Colapinto hizo un trompo tras pisar un charco: se deslizó hacia el muro y el fuerte golpe lo dejó fuera de competencia. En el Gran Premio de Las Vegas también sufrió otro golpazo en la clasificación, lo que empezó a despertar las críticas hacia él y el interés de las escuderías comenzó a desvanecerse. Las restantes carreras de la temporada tampoco positivas para él, lo que incrementó los malos comentarios. Tras el gran premio de Abu Dabi, Colapinto dio un resumen de su paso por la categoría: «Me quedo con cómo comenzamos en estas nueve carreras. Bakú, que llegué a Q3 y sumé puntos. Las primeras cinco carreras fueron muy buenas e impresionaron al paddock. Después no fue lo que quería. Si bien los otros equipos mejoraron, nosotros no y caímos un poquito. Hay que seguir con la cabeza arriba y para adelante”. Para este punto ya se había viralizado el término “chocapinto”: algunos haters comenzaron a decir que Williams se había equivocado en subirlo a él y no a otro piloto. Sin embargo en la Argentina sus fanáticos no dejaron de apoyarlo y la euforia se incrementó día tras día. En la actualidad El año 2025 comenzó con la noticia de que Colapinto había sido contratado como piloto de reserva por la escudería Alpine. Los fanáticos recibieron esta noticia con mucha euforia, mientras que Franco mencionó que se encontraba muy entusiasmado por esta nueva etapa. Alpine inició el año con Pierre Gasly como primer piloto y Jack Doohan como segundo; éste sólo tenía contrato para las primeras 5 carreras. Sus resultados dejaron mucho que desear, ya que le costaba igualar a su compañero Gasly. Como cereza del postre, en su sexta y última carrera, en Miami, quedó fuera de competencia tras colisonar con Liam Lawson. Así, si bien Colapinto sonaba para ocupar el lugar de Doohan, también aspiraba a ese puesto Paul Aron, asimismo piloto de prueba de la escudería francesa. Flavio Briatore, director de Alpine, finalmente confirmó al argentino para las siguientes cinco carreras y hasta habló de un «coche competitivo». Afirmó: «El equipo ha mejorado drásticamente en los últimos 12 meses (…). Sabemos también que la temporada 2026 será importante y realizar una evaluación completa y justa de los pilotos esta temporada es lo correcto para maximizar nuestras ambiciones el año que viene”. Esta noticia volvió a despertar la euforia de los fanáticos argentinos quienes, en su gran mayoría, pusieron de nuevo todas sus expectativas en él. Pero los resultados no se dieron. Hubo traspié tras traspié, sobre todo por la poca competitividad del vehículo así como por extrañas acciones del equipo, tanto a la hora de cambiar neumáticos como a la estrategia en carrera que privilegiaron a su compañero Gasly. En medio de la tormenta al interior de la escudería francesa, jaqueada por renuncias y despidos, igual Franco mantuvo su butaca hasta fin de año. Cómo será el 2026 de Colapinto, aún es una incógnita.
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