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Parana » El Diario
Fecha: 26/09/2025 00:17
De acuerdo a las cifras oficiales la baja interanual fue de 21,3 puntos porcentuales respecto del primer semestre de 2024 cuando era de 52,9%. Además, se comunicó que la indigencia también mermó súbitamente de 18,1% al 6,9%. Los motivos y la forma de medición El Indec aseguró que la pobreza bajó del 52,9 al 31,6% en un año. (Rosario3) El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó oficialmente este jueves un abrupto descenso en la pobreza y la indigencia en la comparación con el año pasado. De acuerdo a las cifras oficiales, la pobreza en Argentina se ubicó en 31,6% durante el primer semestre de 2025, lo que significa una baja interanual de 21,3 puntos porcentuales respecto del primer semestre de 2024. Asimismo, el Indec informó que la indigencia también tuvo una fuerte baja interanual, ubicándose en 6,9%, frente al 18,1% del primer semestre de 2024. El presidente Javier Milei viene haciendo referencia en sus discursos a una baja del 14% la pobreza al mismo tiempo que hicieron el ajuste. Sin embargo, la oposición cuestiona esos números oficiales y asegura que la política económica del gobierno nacional afecta a los sectores más vulnerables de la sociedad. La medición del Indec De acuerdo al informe oficial del Indec, en el primer semestre del año, el porcentaje de hogares ubicados por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 24,1%, lo que representa al 31,6% de las personas. Dentro de este conjunto, un 5,6% de los hogares se encuentra por debajo de la línea de indigencia, afectando al 6,9% de la población. Esto significa que, en el conjunto de los 31 aglomerados urbanos relevados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), existen 2.456.090 hogares pobres que incluyen a 9.451.018 personas, y dentro de ese grupo, 565.821 hogares están en situación de indigencia, lo que equivale a 2.051.984 personas. A pesar de esta mejora en los indicadores, la brecha de la pobreza —es decir, la distancia entre los ingresos de los hogares pobres y el valor de la canasta básica total (CBT)— se mantuvo constante. En promedio, los hogares pobres tuvieron un ingreso total familiar de $671.492, mientras que el costo de la CBT se ubicó en $1.065.691. Esto implica una brecha del 37%, evidenciando que, aunque hubo mejoras en los ingresos, estos todavía no alcanzan a cubrir las necesidades básicas establecidas por la CBT. La pobreza afecta con mayor intensidad a la población infantil y juvenil. El 45,4% de los menores de 14 años vive en hogares por debajo de la línea de pobreza. En el grupo de 15 a 29 años, el porcentaje alcanza el 37,0%, mientras que en la franja de 30 a 64 años, la incidencia es del 27,7%. Por su parte, el 10,8% de las personas mayores de 65 años también se encuentra en situación de pobreza, lo que evidencia una menor, pero no despreciable, afectación en este grupo etario. En términos geográficos, todas las regiones del país experimentaron una disminución en los niveles de pobreza e indigencia. Las mayores tasas de pobreza se observaron en el Noreste (NEA), con un 39,0%, y en la región de Cuyo, con un 33,8%. Por otro lado, las menores incidencias se registraron en la Patagonia (27,0%) y la región Pampeana (30,5%). Asimismo, los aglomerados urbanos de menos de 500.000 habitantes presentaron una reducción más significativa de la pobreza en comparación con los de 500.000 o más habitantes. Cómo se mide la pobreza en Argentina La medición de la pobreza y la indigencia en Argentina por parte del Indec solo tiene en cuenta los ingresos de cada hogar, por lo que no hay una mirada multidimensional que incluya educación, salud, servicios básicos, vivienda y empleo, entre otros. Para la indigencia se toma como referencia la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y para la pobreza la Canasta Básica Total (CBT): la primera toma en cuenta solo alimentos, mientras que la segunda incluye además bienes y servicios no alimentarios. Ambas canastas se actualizan por el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Si bien la metodología con la que se mide es la misma desde hace muchos años, a partir de diciembre de 2023 se da la particularidad de que el porcentaje de ingresos que las familias gastan en los servicios aumentó desmedidamente con respecto a los alimentos: los primeros tienen muy poco peso en el cálculo de la inflación, mientras que los segundos están mucho más ponderados. En resumen, los ingresos nominales de las personas aumentaron, pero no como para sostener o mejorar su poder adquisitivo. La prueba de ello es la baja en el consumo masivo que se produjo en casi todo lo que va del mandato de Milei. Pero como las canastas se actualizan por inflación, la cual se calcula con una canasta absolutamente desactualizada, el porcentaje está a la baja.
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