Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Restos sumergidos de la Segunda Guerra Mundial generan nuevos hábitats marinos, según científicos

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 25/09/2025 22:52

    Restos de guerras mundiales en el fondo marino ofrecen hábitats a la biodiversidad Miles de organismos se agruparon sobre restos de municiones de la Segunda Guerra Mundial sumergidas en el mar Báltico, lo que formó un hábitat que sorprendió a científicos. Un equipo de expertos que exploró un depósito de munición en la bahía de Lübeck en octubre de 2024 concluyó que “había una cantidad significativamente mayor de vida marina presente en las municiones que en los sedimentos: una media de alrededor de 43.000 organismos por metro cuadrado, frente a los aproximadamente 8.200 organismos por metro cuadrado”. La investigación, dirigida por Andrey Vedenin y publicada en la revista Communications Earth & Environment, identificó los restos sumergidos como ojivas de bombas volantes V-1, un tipo de misil desarrollado por la Alemania nazi durante la contienda. El equipo utilizó un sumergible a control remoto para obtener imágenes del lugar y tomó muestras tanto de los artefactos como de los alrededores. Según los análisis obtenidos, ocho especies de epifauna invertebrada y tres de peces, como cnidarios y anémonas, encontraron refugio en las superficies de las viejas municiones. Esta imagen proporcionada por Andrey Vedenin muestra criaturas marinas que viven en explosivos de la Segunda Guerra Mundial arrojados al mar Báltico. (Andrey Vedenin, GEOMAR vía AP) La carcasa de metal de estos explosivos brindó un soporte físico clave para el desarrollo de diferentes formas de vida, a pesar de contener compuestos tóxicos. Los resultados del estudio demostraron la capacidad de algunas especies para tolerar contaminantes. Las cámaras subacuáticas captaron la presencia de animales como anémonas, estrellas de mar y cangrejos, que habitaron principalmente en las carcasas, y casi nunca en el material explosivo al descubierto. Según explicaron los autores: “Las ventajas de vivir sobre las superficies duras de las municiones superan las desventajas de la exposición química”. El equipo sugirió que la preferencia de las especies por la carcasa metálica, en vez del explosivo, podría deberse a que buscan limitar el contacto con sustancias peligrosas. Las cifras documentadas forman parte de un fenómeno que abarca una gran extensión. Solo en aguas alemanas yacen aproximadamente 1,6 millones de toneladas de munición, la mayoría depositadas en el mar tras la culminación de los grandes conflictos bélicos europeos, de acuerdo con los científicos. Investigadores observaron mayor diversidad de fauna marina en estructuras sumergidas que en áreas con sedimentos naturales La flota fantasma que transformó el río Potomac Un fenómeno similar sucedió a miles de kilómetros, en Estados Unidos. En el río Potomac, cerca de Washington D.C., se encuentra la flota fantasma de Mallows Bay, el mayor cementerio de barcos de la Primera Guerra Mundial en el hemisferio occidental. Allí, más de cien navíos utilizados por el ejército estadounidense se incendiaron y se hundieron tras el conflicto. Con el tiempo, los restos de esos buques se cubrieron de sedimentos y luego vegetación. La acumulación de sedimentos sobre los pecios ha llevado a la creación de llamativas islas con forma de barco, donde florece tanto la vegetación terrestre como acuática. Estos nuevos hábitats permitieron la proliferación de humedales, bosques y refugios para múltiples especies, desde reptiles y anfibios hasta aves y peces en peligro de extinción. Sus restos son ahora conocidos por ser el hábitat de una gran variedad de fauna silvestre, como águilas pescadoras (Pandion haliaetus) y esturiones del Atlántico (Acipenser oxyrinchus). El mapeo científico de estos vestigios permite documentar el impacto ecológico de residuos militares en ecosistemas actuales El reconocimiento oficial de esta transformación llegó en 2019, cuando el área recibió el estatus de Santuario Nacional Marino. Investigadores de la Universidad de Duke realizaron el mapeo más detallado hasta la fecha del lugar, usando drones para captar imágenes con resolución de 3,5 centímetros por píxel sobre las 147 embarcaciones ancladas en Mallows Bay. Este registro, que esperan conservar y actualizar, servirá para monitorear el impacto de factores como el aumento del nivel del mar, el relleno de sedimentos o el desgaste de las viejas estructuras. Los autores resumieron en este otro estudio publicado en la revista Scientific Data: “Las imágenes de alta resolución son esenciales para documentar su ubicación y configuración -de los barcos-, creando una línea de base para cualquier estudio cultural, arqueológico, geológico y ecológico futuro”. La acumulación de explosivos y barcos bajo el agua, incentivada hasta la firma del Convenio de Londres de 1972, dejó millones de toneladas de residuos bélicos en el fondo de océanos y ríos. En respuesta a la evidencia recogida en la bahía de Lübeck, los especialistas advirtieron sobre la necesidad de buscar alternativas más seguras en el futuro: “aunque esas municiones son actualmente un hábitat importante en la bahía, sustituirlas por una superficie artificial segura beneficiaría aún más al ecosistema local”.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por