25/09/2025 15:24
25/09/2025 15:24
25/09/2025 15:23
25/09/2025 15:22
25/09/2025 15:22
25/09/2025 15:22
25/09/2025 15:21
25/09/2025 15:21
25/09/2025 15:21
25/09/2025 15:21
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/09/2025 13:04
Christian Brueckner, principal sospechoso en la desaparición de Madeleine McCann (Stratenschulte/Pool vía REUTERS/Archivo) La reciente liberación de Christian Brueckner, principal sospechoso en la desaparición de Madeleine McCann, ha generado inquietud tras sus declaraciones sobre poseer información capaz de resolver lo que él mismo calificó como el “escándalo del siglo”. Durante una visita a una tienda de telefonía, Brueckner aseguró al personal que disponía de pruebas que podrían poner fin a las acusaciones en su contra y, según relató el gerente Farouk Salah-Brahmin, mencionó la existencia de memorias USB vinculadas a estos datos. El comportamiento de Brueckner en la tienda, donde gastó 90 libras en un teléfono Xiaomi Redmi Android y adquirió una tarjeta SIM tras mostrar su identificación, ha despertado sospechas sobre un posible intento de fuga. El gerente, Farouk Salah-Brahmin, de 32 años, relató que el exconvicto se mostró desafiante al exhibir su tobillera electrónica y afirmó que “no duraría mucho” debido a que poseía información comprometedora sobre personas que, según él, desean matarlo. “Me dijo que tenía información especial sobre algunas personas y que por eso quieren acabar con él”, declaró Salah-Brahmin, quien también señaló que Brueckner insinuó estar al tanto de una red más amplia y que su vida corría peligro. Durante la conversación, que se extendió por 90 minutos, Brueckner insistió en que podía aportar una solución propia al caso y que las pruebas en su poder pondrían fin a todas las acusaciones. Salah-Brahmin expresó su impresión de que el sospechoso hacía referencia directa al caso de Madeleine McCann, aunque Brueckner no lo mencionó explícitamente. “Por cómo lo dijo, debió de estar hablando del caso de Madeleine McCann. ¿De qué otra cosa podría estar hablando?”, reflexionó el gerente, quien también manifestó su desconcierto ante el hecho de que Brueckner no hubiera compartido esa supuesta información con la policía. La actitud de Brueckner en la tienda fue descrita como la de alguien que buscaba ganarse la confianza de los presentes, a pesar de la gravedad de las acusaciones en su contra. Salah-Brahmin relató que el sospechoso se mostró relajado, incluso bromeando sobre la tobillera que debía portar por ser considerado peligroso. Durante su estancia, Brueckner solicitó ayuda para configurar su nuevo teléfono y su cuenta de WhatsApp, y en un momento salió a comprar un kebab, un día después de haber sido visto en un restaurante de comida rápida. Christian Brückner, sospechoso de la desaparición de la niña británica Madeleine McCann en Portugal, espera con su abogado el veredicto en un juicio por cargos de agresión sexual no relacionados en Brunswick, Alemania. Michael Matthey/Pool vía REUTERS El gerente de la tienda reconoció que la presencia de Brueckner le generó temor, describiéndolo como un individuo peligroso y señalando que era evidente que se trataba de la primera interacción significativa del sospechoso con alguien tras su liberación. Salah-Brahmin recordó que Brueckner portaba únicamente una mochila y varias bolsas de supermercado, y que en todo momento sostuvo que era inocente de los delitos por los que había sido condenado y acusado. “Afirmó que todo lo que le había pasado era una injusticia”, relató el gerente, quien también mencionó que Brueckner negó cualquier implicación en los hechos, incluso cuando se le confrontó con la presencia de su ADN en la cama de una de las víctimas. “Sí, pero también otras 14 muestras de ADN”, respondió Brueckner, insistiendo en que todas las acusaciones eran inventadas. La liberación de Brueckner se produjo tras cumplir una condena de siete años por la violación y tortura de una mujer estadounidense de 72 años en 2005, en Praia da Luz, Portugal, el mismo lugar donde desapareció Madeleine McCann. A pesar de que la policía alemana lo considera el principal sospechoso en la desaparición y presunto asesinato de la menor, no existen órdenes de arresto vigentes que permitan mantenerlo detenido. Los investigadores sostienen que disponen de pruebas físicas que confirman la muerte de Madeleine, pero carecen de evidencia forense que vincule directamente a Brueckner con el caso. La policía ha confirmado que su teléfono estaba cerca del Ocean Club en el momento en que los McCann se alojaban, un dato que ha sido resaltado en el curso de la investigación. El testigo Helge Busching declaró que, un año después de la desaparición, Brueckner le confesó en un festival de música en España que “no gritó”, en referencia a Madeleine. Una investigación exclusiva de The Sun, difundida en mayo como documental por Channel 4, reveló que la policía incautó imágenes y relatos en los que Brueckner fantaseaba con secuestrar y abusar de niñas, lo que ha contribuido a la percepción de una “evidencia abrumadora” en su contra. No obstante, las autoridades han mostrado cautela a la hora de presentar cargos, preocupadas por la falta de pruebas forenses y por el precedente de la absolución de Brueckner en otros casos de violación y agresión sexual, lo que facilitó su reciente liberación. Madeleine McCann (Universal+) Desde que se anunció la inminente excarcelación de Brueckner, la policía metropolitana británica ha intensificado sus esfuerzos en el caso, enviando detectives a Portugal para entrevistar nuevamente a testigos clave. Además, ha cobrado fuerza la hipótesis de que Madeleine McCann pudo haber sido víctima de una red de trata de personas con posibles conexiones en Bélgica. En los días posteriores a su liberación, Brueckner fue visto en varias ocasiones en restaurantes de kebab y en una discoteca, así como en una sucursal de Domino’s Pizza, donde un empleado lo identificó a pesar de que intentaba ocultar su identidad con una barba postiza. “Un tipo entró y preguntó si teníamos pizza gratis. Dijo que acababa de salir de la cárcel y que tenía hambre”, relató el trabajador, quien confirmó que se trataba de Brueckner. Los abogados de Brueckner mantienen su defensa de la inocencia de su cliente en todos los casos. Mientras tanto, los padres de Madeleine McCann, Kate y Gerry McCann, continúan buscando respuestas sobre la desaparición de su hija desde 2007.
Ver noticia original