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Concordia » Hora Digital
Fecha: 25/09/2025 09:50
La Sociedad Argentina de Pediatría aclaró que no existe evidencia científica que vincule al paracetamol con el autismo. Además, señaló cuáles son las verdaderas causas y tratamientos del trastorno. Paracetamol y autismo La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) difundió este jueves un documento en el que buscó llevar claridad sobre el vínculo entre el consumo de paracetamol y el desarrollo del Trastorno del Espectro Autista (TEA). La aclaración surgió tras la polémica generada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien advirtió que el uso del analgésico en embarazadas estaría vinculado al aumento de diagnósticos de autismo. El escrito fue elaborado por el Comité de Crecimiento y Desarrollo de la SAP. Allí se remarcó que “no existe evidencia sólida que vincule al paracetamol con la génesis del autismo” y que el medicamento “sigue siendo seguro durante el embarazo”. El documento puntualizó que las principales causas que explican el aumento de diagnósticos de TEA se relacionan con cambios en los criterios diagnósticos, mayor conocimiento social sobre la condición y factores médicos como la prematurez. También se destacó el peso de la heredabilidad, que puede representar un riesgo de recurrencia del 10 al 20% en hermanos. En cuanto a influencias ambientales, la SAP enumeró algunos factores probados, como infecciones congénitas (rubéola), consumo de ácido valproico durante el embarazo, diabetes gestacional o situaciones de estrés materno significativo. “Los estudios que analizaron paracetamol muestran asociaciones leves, pero que desaparecen al ajustar variables genéticas y de salud materna”, aclaró la entidad pediátrica. El documento también incluyó pautas para el abordaje terapéutico. Los especialistas recomendaron intervenciones tempranas e interdisciplinarias, que incluyan apoyo educativo, terapias psicológicas, de lenguaje y ocupacionales. Además, recordaron que no es necesario esperar un diagnóstico definitivo para iniciar el acompañamiento. En cuanto a medicación, se subrayó que no existen fármacos para tratar los síntomas centrales del autismo. Solo la risperidona y el aripiprazol están aprobados para controlar irritabilidad o conductas graves, mientras que nuevas alternativas aún carecen de evidencia firme. Sí está comprobada, en cambio, la importancia del ácido fólico durante el embarazo. La SAP concluyó con un mensaje directo frente a la polémica: “Es necesario contar con evidencia de la mejor calidad para asesorar a la población y ser prudentes al comunicar resultados de investigaciones clínicas”. (Clarín)
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