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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/09/2025 06:47
María Lucila Fernández, conocida popularmente como Luli, es modelo, conductora de televisión y empresaria argentina con una trayectoria destacada en medios y emprendimientos personales. Inició su carrera muy joven. Fue concursante en Super M, uno de los reality shows más exitosos de la televisión local. También participó tiras juveniles como Rebelde Way y Floricienta, y luego fue figura en el certamen Patinando por un sueño en 2007. Además de trabajar como modelo y conductora, Luli ha realizado otras actividades vinculadas al espectáculo y la comunicación. Integró paneles de televisión, como en el programa Desayuno Americano, llevó a cabo coberturas especiales para eventos deportivos y participó en múltiples producciones audiovisuales. En los últimos años, ha diversificado su labor hacia el emprendimiento. Lanzó una marca de belleza integrada llamada Classy, que incluye cosmética, aromas y productos de cuidado personal, con una estrategia de producción local y proyección internacional. En sus redes sociales, cuenta con una comunidad de más de un millón de seguidores. Actualmente, es conductora de Ellas, el ciclo de entrevistas de Infobae. En lo personal, está casada con el abogado Cristian Cúneo Libarona desde 2014, y es madre de un hijo, Indalecio. También forma parte de una familia ensamblada con los hijos que él tuvo de relaciones anteriores. Luli Fernández: “Supe ser muy celosa, pero ahora me relajé” Rulo: — ¿Hace cuánto estás con tu marido? Luli: — Estamos hace casi catorce años juntos. Trece años y medio. Y diez de casada. Rulo: — Entonces, el día que entraste a ese estudio jurídico tenías 23 añitos. Lo digo con diminutivo... Luli: — Todavía no había cumplido 24. Increíble. Rulo: — Muy chiquita. Luli: — Demasiado. Rulo: — ¿Cómo vos, modelo, diosa, de 23 años, decidiste elegir a un tipo más grande, que tenía cuatro hijos y un bebé? Luli: — Es que no fue tan tremendo porque creo que a los 23 o 24 años no sos tan consciente o no ves las cosas con la lectura que hacés hoy. Ya a mi edad, que ahora tengo 37 y soy mamá, todo lo veo diferente. Ni mejor ni peor, distinto. Hoy si me separo no me engancho ni loca con un tipo con tantos hijos, básicamente (risas). Rulo: — ¿Por qué? Luli: — Porque es complejo. Y yo la tuve fácil, ¿eh? Porque los chicos de Cris son lo más y porque pudimos ensamblamos muy bien. Él manejó muy bien las cosas, pero es complejo. Primero y principal es saber que vos no vas a ser nunca prioridad en esa relación y si lo entendés de otra manera, estás equivocada. Un tipo que prioriza a una mujer que empieza a conocer por sobre sus hijos, no es un buen tipo. Al menos esa es mi opinión. Entonces, ver cómo él funcionaba como papá, a mí me invitó a entender lo buena persona que era. Y aunque era muy chica, eso lo percibí perfecto. Rulo: — ¿Esto es una teoría que desarrollaste 14 años después de conocerlo o en ese momento lo pensaste? Luli: — Lo que tenía claro es que cualquier hombre que vos ves que es buen padre, es buen hombre. Al menos ese es mi pensamiento. En general, el tipo cuando se engancha con una mina, parece que solo existe la mina y te dan ganas de matarlos, porque, en definitiva, cualquier mujer lógica entiende que uno se suma a un hombre que ya tiene su familia, tiene sus hijos y uno acompaña, ¿entendés? No podés ponerte en: “¡Me tenés que dar bola!”, porque no. Si es así, next. Rulo: — Para mí Donna está por arriba de todo... Luli: — Es que así debe ser. A mí me escriben muchas mujeres que me dicen: “¡¿Cómo hiciste?! Tengo familia ensamblada, es dificilísimo, los hijos no me quieren...”. A veces podés tener mala suerte. Pero, en general, si vos sabés cuál es tu lugar, va a fluir... Rulo: — ¿Cómo le cayó a la ex mujer de Cristian, con un nene de dos años, cuando cayó con una modelo de 23 años? Luli: — No, en realidad es así. Cuando yo lo conocí a Cristian, Jacinto tenía ocho meses y Vicente tenía dos años y un poquito. Pero Cristian estaba separado hacía como seis meses cuando yo lo conocí. Había un lapso de tiempo. Y la realidad es que yo empecé a salir con él, pero empecé a salir tranqui… Rulo: — Hasta que salió en los medios ya había pasado un montón de tiempo. Luli: — Sí, había pasado tiempo. Rulo: — ¿Tenés buena relación con la mamá de los chicos? Luli: — No tengo relación. En realidad, nos cruzamos en cosas vinculadas a los chicos. Rulo: — ¿Se saludan? Luli: —Sí, por supuesto. Es así la historia. Los dos hijos más grandes de Cristian son de una mamá que falleció hace cuatro años y los dos hijos del medio son de otra mamá. Y yo siempre, como te dije respecto a los hijos, te lo digo respecto a las mamás de los hijos de Cristian. Yo no jugué a ser la mamá de ninguno de los chicos. Siempre respeté el lugar que las mamás tienen con sus hijos. Entonces, no había posibilidad de conflicto. Sobre todo porque yo no tengo por qué vincularme con la mamá de los chicos si no hay una necesidad de hacerlo. Es el papá el que tiene que interceder. ¿Entendés? Rulo: — Bueno, pero puede pasar que si hay una buena relación, un domingo quizá comen un asado todos juntos... Luli: — No, eso no pasa ni va a pasar porque del mismo modo que te digo: “Che, mi lugar es este” y lo ocupo con sensatez y creyendo que es lo más sano para todos, también te digo que no mezclo las cosas. Personalmente no me siento cómoda con esto de cuando el ex es amigo y se juntan todos a comer. Rulo: — Cuando empezaste a salir, con él tardaste bastante tiempo en tener un hijo porque se dio así la vida. Pero todo ese tiempo ya eras un poco madre... Luli: — No era madre, pero sí… Es verdad. Rulo: — Estabas ejerciendo la maternidad en algún punto porque si bien eras chiquita, eras más grande que los chicos. ¿Vos cómo lo viviste ese periodo antes de ser madre de tu propio hijo? Luli: — Cris siempre me dijo: “El día que tengamos un hijo vas a estar muy curtida”. Porque todos los fines de semana de mi vida, una vez que ensamblamos, que fue al año y piquito, sobre todo con los más chicos, porque a los más grandes los conocí un poco antes, naturalmente compartía, entonces iba viendo un montón de cuestiones desde, no sé, que se te pasen a la noche, que extrañen, todas esas cosas típicas... Rulo: — ¿Te acordás de la primera vez que tuviste que hacer un poco de mamá o de cuando pasó algo y te preocupaste? Luli: — Lo que pasa es que Cristian, y no es porque sea mi marido ni porque quiera halagarlo de más, es un hombre que para mí nació para ser papá. Viste cuando vos decís: “Este tipo nació para ser jugador de fútbol” u otra cosa. No sé. Él nació para ser papá. Es su mejor rol, es su propósito, es su vida. Jamás cambié un pañal, nunca en la vida. Me acuerdo un día de estar con el más chiquito, que tiene ahora, no sé, 14 o 15 años. Estábamos en Uruguay en la casa de mi suegra y de golpe se sacó el pañal y se había hecho caca. Yo dije: “¡¿Qué hago con esto?!” El pañal caído, la caca en el piso y yo dije: “Dios mío, ¿qué estoy haciendo? Esto es una encrucijada, es muy difícil” (risas). Rulo: — Vos dijiste: “¿Adónde me metí? ¡Hay caca por todos lados!" (risas). Luli: — Y lo llamé a él... (risas). Rulo: — Pensé que esto remataba con: “Fue la primera vez que lo limpié”. Luli: — No, pegué el grito y dije: “Cuichi”. “¿Qué pasó?”, me dice él y yo: “Jachi, jachi”. Interpretó en seguida y resolvió. Después decís: “Qué inútil”. Pero bueno, no eran mis hijos. Si él necesitaba ayuda, lo ayudaba, pero siempre se ocupó él. “No hay manera de abrir la pareja, no comulgo con esa idea”, reconoció la conductora de Ellas, el ciclo de entrevistas de Infobae Rulo: — ¿Vos conviviste con los hijos más grandes de él o solamente era los fines de semana? Luli: — Sí, claro con los más grandes. Cristian tiene a Santos, que tiene 27 años. María tiene 25 y cuando cumplió 18 le dijo al padre que se quería ir de viaje conmigo. Imaginate lo que fue eso para mí. Fue zarpado. Pasó hace como siete años y nos fuimos a Chile las dos solas y la pasamos divino. Nos fuimos tres o cuatro días… Rulo: — ¿Y cómo fue eso? Porque eras más como amiga. Luli: — La verdad que fue re lindo... Rulo: — ¿La mamá vivía todavía? Luli: — Sí. Rulo: — Para la mamá no debe haber sido tan lindo. Luli: — No, re. Esa mamá lo re entendió y le pareció lo más. Yo siempre le digo: “Si yo me separo de Cris y él rehace su vida, ¿qué mejor que quien acompaña al papá de tu hijo sea copada con tus hijos? Rulo: — Es lo máximo, lo mejor que te puede pasar. Luli: — Si vos no tenés cuentas pendientes y de verdad, me parece, pensás con franqueza... Yo lo único que quiero es que la persona que esté al lado de mi expareja sea bueno con mi hijo, ¿entendés? Rulo: — En estos 14 años, ¿has tenido crisis en las que planteaste: “me separo”? Luli: — ¡Ay! Sí, un montón de veces. Primero porque mi marido es de Géminis y como todo geminiano, es una personalidad muy difícil. Yo soy acuariana y creo que solo Acuario puede aguantar un Géminis porque es mutuo. Acuario tampoco es fácil, es muy volado, yo soy muy desapegada. Y la realidad es que las veces que estuvimos en crisis fuertes, pero tenemos una dinámica los dos. Él viaja mucho solo por laburo y porque tiene sus grupos de amigos y yo lo re banco con eso. Incluso viaja mucho solo con los hijos. Ahora se va el sábado a Chile a esquiar con todos los chicos y yo no viajo porque tengo laburo, tengo otro plan. Y eso se respeta. Yo viajo con amigas sola también. esos espacios nos hacen muy bien. Y las veces que hemos estado así muy al borde, nos hemos sentado y hemos dicho: “Bueno, a ver, pará”. Que es algo que yo a mis amigas se los he aconsejado. Tiempo para separarte hay. Pero hay que estar seguros de la decisión a tomar. Rulo: — Total, es la decisión más difícil. Luli: — Sobre todo cuando tenés hijos. Nosotros tenemos una casa en Chapadmalal y, en una, por ejemplo, dijimos: “Vayámonos un finde solos a Chapa y veamos qué nos pasa”. Si no nos aguantamos, si somos incompatibles los dos solos, sentémonos y con amor llevemos adelante la decisión de no estar más en un vínculo desde este lugar, porque por nuestro hijo vamos a estar vinculados toda la vida". Rulo: — Me los imagino en la Ruta 2, diciendo: ¿Falta mucho para Chapa? Luli: — No, (risa). ¿Sabés qué es lo loco? Tanto él como yo estábamos en una etapa que no nos aguantábamos. Ninguno de los dos. No era que uno iba a quedar más golpeado. ¿Entendés? Y al final del viaje me acuerdo que nos miramos y dijimos: “Siento que no estamos todavía para separarnos. La pasamos bárbaro, nos llevamos re bien, nos matamos de risa, vimos series, o sea, fue un planazo. ¿Qué nos falta? Bueno, nos falta encontrar más espacios para nosotros". Es un aprendizaje, uno pasa a ser familia y los dos, sobre todo él después de haberse separado dos veces y yo, por cómo es mi personalidad, no nos parece el cuco la separación. Rulo: — No lo ves como algo que sea el fin del mundo. Luli: — No, para nada. Rulo: — ¿Sos celosa? Luli: — Supe ser muy celosa y ahora me relajé. No porque no me importe... Rulo: — ¿Qué pasó? ¿Viste que no tiene tanto levante? Luli: — No (risas). ¡Mentira! Gana morir y ahora es como que está más bueno que antes. Y yo me doy cuenta cómo me lo miran. “Me lo miran”, como si fuese mi propiedad (risas). Rulo: — Lo dejás que se vaya con amigos de viaje, pero si pensás que se manda alguna ¿te enoja o no querés ni pensar en eso? Luli: — Prefiero no pensar en eso. Creo que a nadie que está en pareja le gusta eso. Prefiero no pensar, no saber, porque sí sé que no lo perdonaría. Rulo: — Se termina automáticamente. Luli: Sí, para mí sí. Pero porque no puedo volver de eso. Rulo: — ¿Y él cómo lo toma? Luli: — Y yo creo que para él también. Rulo: — ¿Qué es lo que te molestaría el engaño en sí, el ocultamiento, o que tenga sexo con otra mujer? Luli: — Las dos cosas. No es que me da celos, no quiero estar con una persona que no me elige y que elige otra persona. Rulo: — ¿Pero si fue una vez? Luli: — Bueno, no importa. Rulo: — Imaginate que no la eligió, tuvo un tiro al aire.... Luli: — Puede ser, pero yo no quisiera estar con alguien que quiso tener un tiro al aire con otra. Del mismo modo que no quiero estar con alguien que esté a media máquina conmigo. Cuando uno está en crisis, me parece lógico decir: “Che, charlémoslo porque no quiero que pases un segundo de tu vida con alguien que no querés estar y yo no quiero pasar un segundo de mi vida con alguien que no quiere estar conmigo”. Me pasó que perdí a muchas personas jovencitas de golpe, se me murieron amigas y gente cercana y conecté con esta idea de que realmente la vida es mucho más corta de lo que pensamos. Rulo: — Totalmente. Luli: — Yo tengo esta idea de ¿viste cuando estás en la playa y agarrás la arena y se te empieza a escurrir entre los dedos? Así es la vida. Entonces, si te quiero, no quiero ni que vos la pases mal, ni yo pasarla mal. Obviamente, nada es perfecto. Hay que trabajarlo. Pero cuando yo ya veo a alguien que no está en sintonía, le digo: “Andá”. ¿Entendés? Rulo: — Contaste públicamente que él dudó cuando se estaban por casar. Pero con vos es blanco o negro por lo que estás diciendo. ¿Cómo manejaste eso? Luli: — Pasa que nosotros estuvimos tres años y pico hasta que él me dijo de casarnos. Y al mes, es verdad, se arrepintió porque es geminiano. Y yo también lo entendí con los años, porque era un tipo que se había casado una vez, pero había tenido dos relaciones, dos separaciones, hijos... Él no sabía si iba a querer tener más hijos. Entonces, me parecía válido. Él me decía: “Yo te amo, me encantás, me encanta estar con vos, pero si yo me caso es para tener hijos. Y no sé si voy a querer eso”. Yo en su momento lo que le dije fue: “Mirá, a mí me re divierte casarme. No quiero tener un hijo ahora. Cuando quiera tener un hijo, en todo caso lo hablaremos y si no estás en ese plan, bueno, nos separaremos, qué sé yo”. Yo tenía 25 o 26 años cuando hablábamos esto. Y así fue. De hecho, empezamos a buscar a Inda como tres años después de casarnos, nos costó un montón ser papás y fue por un pedido de él que buscamos. La vida, a veces uno cree que sabe todo y te da unos sopapos que te reacomoda para otro lado, ¿entendés? Rulo: — Vos hablás libremente de todos los temas y exponés tu opinión, ¿te hatean en las redes? ¿Tenés haters? Luli: — Sí, pero poco. Es un porcentaje muy bajo de hate que tengo en redes. Primero porque la verdad que no he tenido ninguna situación muy jugada... Opino, pero lo que quiero de lo que quiero. No me meto en temas escabrosos. Si lo hago, lo hago con mucho respeto. Y hay un montón de cosas de las que no sé y digo: “No sé”. Siempre hay alguna conchuda (risas), porque en general son mujeres… Rulo: — Las mujeres son bastante más duras en eso. Luli: — Sí. Te bardean o por su opinión o por cómo te ven. Si estás flaca, si estás gorda. Hay como todo un issue entre las mujeres, pero yo tengo una comunidad mayormente de mujeres muy fidelizada. Entonces, las que me escriben a mí son chicas que siguen de cerquita mi vida desde hace muchos años. Rulo: — ¿Nunca te afectó la crítica o a veces sí hay cosas que duelen? Luli: — Sí, depende el día. Rulo: — Te hace calentar, ¿viste? Cuando leés algo que puede tener algo de cierto… Luli: — Pero no es que me afecta al nivel de angustiarme. Me da ganas de decirle un montón de cosas... Parece que no, pero soy picante. “Si me separo hoy, no me engancho ni loca con un tipo con tantos hijos”, bromeó la modelo. Por sí o por no El conductor invitó a Luli a responder el cuestionario utilizando los carteles de Sí o No, según corresponda y a revelar detalles de su vida profesional y personal. Rulo: — ¿Abrirías la pareja con Cristián? Luli: — No, no hay manera. No comulgo con eso. No me parece. No va. Rulo: — Ya cuando te pregunté de los celos me parecía que no. Ya imaginártelo solo besando a otra mujer… Luli: — ¡No puedo! Se me traba el mono neuronal: tac, tac, tac. No entro en razón, aparte. No lo entiendo. Rulo: — De pensar que te podía meter los cuernos, ya te quisieras separar (risas). Luli: — Totalmente.Se va a reír cuando vea esta entrevista, pero nos pasó que viste que a veces soñás. ¿No te pasó nunca que soñás que descubrís que tu marido o tu mujer está...? Rulo: — Eso es como un chiste muy de Instagram o TikTok que la mina se levanta enojada porque soñó que el marido la cagó y le dice que le pida perdón. Luli: — Bueno. A nosotros nos ha pasado que de golpe yo me levanto y él está con cara de culo o al revés. Y le digo: “¿Qué te pasa, Gordi?” Y me dice: “Soñé.... Mira, no me hagas hablar” “¿Yo qué tengo que ver? Soñaste y punto”. Y al revés me pasa lo mismo. Rulo: — No quiero hacer una diferencia entre hombre y mujer, pero suele pasar que la mujer es la que picantea un poco más. Ahora, que él se enoje… me siento identificado. Luli: — Y aparte él es hiperracional. Él es todo y más en lo que respecta a la racionalidad. No concibe enojarse a la mañana mientras tomamos el café y tener mala cara porque soñó que yo estaba con alguien. Pero es más fuerte que él, es visceral (risas). Rulo: — Y de golpe está pensando que lo cagaste... Luli: — No es que está pensando en eso, lo soñó. Con esos sueños reales que se despierta y está convencido, odiado y le digo: “No te enojes. Es un sueño”. Pero después nos reímos. Rulo: — Cuando estás con un tipo tan racional y vos hablás de constelaciones, de astrología. ¿Qué te dice? Luli: — Lo he llevado conmigo a meditar. Rulo: — Pero meditar es diferente a astrología y eso. Luli: — En algunos procesos en donde él me ha visto muy copada, ha intentado ver qué es. Pero es superrígido, es re cerrado en esas cosas, no cree. Me pasó una vez que lo llevé a meditar y se quedaba dormido, un papelón, roncando... Rulo: — Estaba meditando de verdad, pero inconscientemente… Luli: — Ese día, por ejemplo, me miró y me dijo: “Gordi, no todo es para todos”. Él tiene como esa sabiduría ancestral, ¿viste? Me lleva 18 años. Me miró y me dijo: “No todo es para todos, no es mi momento para esto”. Y así de escueto me dijo: “No vengo nunca más”. Rulo: — ¿Te preocupó esa diferencia de edad en algún momento? ¿Te preocupa para el futuro o no pensás en eso? Luli: — Lo que pasa es que la verdad es que no parece que haya tanta diferencia de edad. Él es una persona muy entusiasta, es un tipo que va mucho para adelante y es muy sociable. Además, es hiperdeportista… Entonces no lo siento tan desparejo. Rulo: — Él se siente de diez años menos... Luli: — Me resultaría muy difícil proyectarme con una persona más joven que yo versus lo que me pasa con él. Y somos muy distintos, ¿eh? Muy diferentes. Pero matcheamos bien porque hace 14 años estamos juntos. Pero es verdad que es difícil a lo largo de la vida que sea parejo cuando estás tan desparejo en edad, sobre todo en ciertas etapas. Porque vos vas creciendo a una velocidad, yo a otra. Paradójicamente él siempre me ha dicho: “Yo ya estoy en una etapa de mi vida en donde quiero hacer más la plancha a nivel laboral”, por ejemplo. Rulo: — Como para relajar un poco... Luli: — Y para mí es al revés. Rulo: — Él qué hace derecho penal, ¿no? Luli: — Sí, es penalista. Los cuatro Cuño hacen penal. El único que no está trabajando en el estudio es Mariano. Rulo: — ¿Es verdad que lo conociste porque fuiste por un tema laboral? Te dijeron: “Andá a verlo a Cuneo”, pero no hacían laboral... Luli: — Me mandó Jorge Rial a mí (risas). Te explico por qué. Lo que en su momento me dijeron es que, quizás, mandando una carta documento de un estudio tan importante, lo laboral se resuelve más rápido y no hace falta ir a juicio. Pueden arreglar. Aparte, en mi vida había ido a un abogado, no tenía ni idea. Y hace mil años, Jorge me vio que yo estaba destrozada, estábamos haciendo Gran Hermano en Telefe. Y yo hacía el debate al mediodía y a la noche. En un momento me cruzó y me vio que claramente algo me pasaba. Y me recomendó que vaya al estudio por un tema laboral de mi mamá. Yo mandé la carta penal y resolvimos (risas). Rulo: — Por sí o por no, ¿dejás que tu marido tenga redes sociales? Luli: — Sí, pero no tiene. No es que no tiene porque yo no lo dejo. Es una persona, en serio, muy ocupada. Es muy presente, sobre todo ahora con sus chicos adolescentes que juegan al rugby, entonces entrena uno, lleva a otro y labura todo el día. Y él a veces se pone a scrollear en YouTube, que le va llegando algo o le mandan los amigos por los grupos y puede estar media hora scrolleando pavadas. “No sé cómo hacés con las redes sociales, yo estaría todo el día mirando esto. NO puedo tenerlo”, me dice. Rulo: — Es bastante adictivo. Luli: — Exacto. Entonces dice: “Prefiero no tenerlo”. Rulo: — Bueno, ahora que está más tranquilo con el trabajo en una de esas lo enganchás, se baja el Instagram y empieza a mirar. ¿Qué harías ahí? Luli: — Lo mato (risas). Rulo: — ¡Lo sabía! Sos celosa... Luli: — Porque mandan muchos inbox las mujeres, no les importa nada que esté casado. Rulo: — Pero igual se lo pueden encarar en la vida, en los tribunales… En todos los juzgados hay alguna diosa... Luli: — Por puesto. Eso ni hablar. Por eso tenés que tener algo más que ser una diosa. Sino no durás un minuto en la relación que sea. Rulo: — Por sí o por no. ¿Mick Jagger intentó levantarte? Luli: — No. Rulo: — ¿Fue un caballero y se sacó la foto nada más? Luli: — En realidad, yo me saqué la foto con él. A mí me servía la foto, él obviamente entendía que a mí me servía la foto y fue un copado. Él esa noche estaba conectado con otra mujer, no conmigo. Yo era re chica, estaba de novia y mi pareja de ese momento estaba ahí conmigo. Así que eso fue una historia que a mí me sirvió un montón porque yo salí como tapa de Gente de ese verano y a los dos meses fue este episodio, entonces fue una tercera tapa en un proceso de tres meses y ahí empecé a laburar, en una época que no había redes. Rulo: — Claro, la tapa era todo. Luli: — La tapa era lo único que había. Después empecé a trabajar en tele y bueno, ahí no paré. La verdad que trabajó hace mil años. Con las colegas de mi generación no paramos de laburar y aún así en redes nos preguntan a qué nos dedicamos. En una época en donde hay tantas chicas, que te sigan convocando las marcas ABC1, es un privilegio. En algún momento se va a terminar, obvio. Rulo: — O se va a transformar. Luli: — Creo que todas o casi todas las de mi generación que nos fue bien, le hemos buscado la vuelta. Yo hace un año y medio que tengo una empresa de beauty, de cosmética y me va súper bien con eso y podría dejar de trabajar de lo mío y dedicarme solo a eso. Ahora estoy haciendo algo parecido con una marca de anteojos. Nos vamos reinventando, laburamos en el medio hace muchos años y tenemos más visión comercial y empresarial de lo que la gente cree, porque hemos laburado con todas las marcas. Rulo: — Gracias por haber venido a Desencriptados. Luli: — ¡Ay! Me encantó. Cómo nos divertimos. Gracias.
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