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  • Efectos de equivocarse al informar

    » Data Chaco

    Fecha: 21/09/2025 14:08

    Juan Carlos Tuyaré. Los efectos de equivocarse al informar -a propósito o sin querer- son casi los mismos, porque el producto de una y otra acción conduce a un mismo resultado: la mala información. Más dañina es la consecuencia de esa mala información cuando se relaciona con el ámbito espiritual, ya que puede producir escenarios incorregibles y de carácter eterno. No basta la buena intención Existen muchas personas que con buena intención, pero equivocados, intentan colocarse en el rol de guías de otros. Respecto de este tipo de situaciones, Jesús dijo: "…son ciegos, guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán al pozo". Esta descripción corresponde a un contexto en el cual una persona que ignora un determinado tema recibe consejo y ayuda de alguien igualmente ignorante. La palabra ignorante suena como contraproducente para considerar a alguien, pero en realidad no señala otra cosa que falta de conocimiento sobre algo en particular. Por ejemplo, un médico ignora cómo construir un puente sobre un rio, porque es trabajo para un ingeniero; pero al mismo tiempo, un ingeniero ignora cómo realizar una cirugía en un paciente, porque es trabajo para un médico cirujano. Dicho de otro modo, ignorar no es un delito, es una insolvencia humana; y cada uno debería ocupar el rol para el cual se ha preparado. Nadie los llama, pero van Pero en particular, el argentino suele meterse donde no le llaman; y por eso se suele decir que, en relación a cómo debería formar la selección de futbol, existen en el país 46 millones de directores técnicos que opinan como si supieran. En tal sentido, escuchábamos esta semana a un predicador, en una señal televisiva de la ciudad de Salta, asegurar a la audiencia que no necesitamos hacer nada para ganarnos el amor de Dios, porque no existe manera de mejorar ese amor. Según su prédica, hagamos lo que hagamos, Dios nos ama igual. Es un mensaje tranquilizador, pero pertenece a la mitad de una verdad mucho más grande. Dos clases de personas Lo explicaremos de la siguiente forma; desde el punto de vista bíblico –la única fuente de información genuina para el cristianismo- existen por lo menos dos tipos de personas: Aquellos que están alejados de Dios por distintas circunstancias; es decir, fuera del reino de los cielos y aquellos que están adentro porque han decidido ingresar al reino por medio de Jesucristo. Nuestro discurso para los que están afuera debería ser: los invitamos para que ingresen al reino de los cielos y sus añadiduras, porque Dios los ama así como están, y no necesitan otra cosa que arrepentirse de sus trasgresiones para unirse. Pero, como decíamos, esa es solo la mitad de la verdad, porque el mensaje continúa para los que ya están dentro del reino. Requisitos A éstos, Jesús les dice: "Se vigilante, y afirma las cosas que están por morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; guárdalo y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti, en una hora que no esperas" Aquí aparece la necesidad del mérito, una acción o conducta que hace a una persona digna de premio o alabanza. Es el reclamo que les hace Juan el Bautista a los fariseos, cuando les dice: "Hagan, pues, frutos dignos de arrepentimiento", simbolizando acciones y cambios palpables en el comportamiento y estilo de vida de una persona que demuestra un cambio genuino en su manera de ser, alejándose del pecado para acercarse a Dios. Dicho de otro modo, vivir de una manera que refleje una verdadera trasformación y compromiso con el camino de la fe. Es cierto que Dios es amor, pero también es cierto que es fuego consumidor, por esa misma razón, el apóstol Pablo les dice a los cristianos filipenses que se vivan como es digno del evangelio de Cristo y no como lo hacían antes de conocerlo. Concluimos entonces señalando que una cosa es estar fuera del reino de los cielos y otra muy distintas estar dentro de él. Si todavía no ingresaste, te invitamos a que lo hagas; y si ya estas dentro, esfuérzate junto a nosotros, por ser digno.

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