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Parana » Informe Digital
Fecha: 19/09/2025 23:54
“Nunca navegamos en el mar que queremos”. Esta frase resonó en Tecnópolis, donde se llevó a cabo el Congreso CREA 2025 bajo el lema “Viví la energía transformadora”. En el panel titulado “Debates financieros en el agro, planificación para el futuro”, se presentaron estrategias y herramientas destinadas a que las empresas agropecuarias puedan enfrentar un entorno de volatilidad económica y política. Florencia Calvente, jefa de investigación macroeconómica y análisis de riesgo de Conosur Inversiones, fue una de las voces destacadas. “Estamos viviendo momentos convulsionados, donde se comienza a cuestionar la sostenibilidad del esquema cambiario y, al mismo tiempo, se pone en duda la capacidad de pago de los bonos soberanos”, advirtió. Según la economista, este doble desafío impacta directamente en el agro, un sector que “combina ambas monedas, tanto en ingresos como en egresos, que analiza alternativas de financiamiento y toma decisiones de inversión a corto y largo plazo”. Reconoció que, en este contexto, la volatilidad dificulta la toma de decisiones. Sobre el dólar, Calvente señaló que el actual esquema de bandas cambiarias “se mantiene bajo presión”. Aunque el Gobierno insiste en sostenerlo al menos hasta las elecciones, su continuidad dependerá tanto de los resultados como de las condiciones macroeconómicas al llegar a ese momento. Otro factor crítico es la evolución de las tasas de interés. En la actualidad, existe, según su análisis, una relativa estabilidad tras los cambios en la política monetaria, aunque estas siguen siendo “prohibitivas en términos reales”. Ante este panorama, la especialista recomendó a las empresas del agro “priorizar la eficiencia, no solo en términos productivos, sino también financieros y administrativos, para proteger los márgenes de rentabilidad en todos los escenarios posibles”. A su juicio, la clave está en desarrollar estrategias de cobertura y contar con asesoramiento especializado, ya que en contextos altamente volátiles es donde más valor tiene un asesor financiero de confianza para debatir escenarios, alternativas y riesgos. En cuanto a la gestión de liquidez, Calvente sugirió optar por carteras conservadoras y de muy corto plazo. “En la actualidad, estamos posicionados en instrumentos de tasa fija emitidos por el Gobierno, de corto vencimiento, similares a un plazo fijo, con tasas mensuales en torno al 4%”, detalló. Ese mix, argumentó, puede complementarse con fondos comunes de inversión tipo Money Market, que continúan capturando tasas atractivas. Respecto al financiamiento, la economista aconsejó anticiparse. “Presentar una carpeta en una SGR es una excelente decisión porque permite acceder rápidamente al mercado cuando se abren ventanas de oportunidad”, resaltó. En Argentina, enfatizó, dos semanas de demora en un análisis de riesgo pueden implicar la pérdida de una oportunidad. Explicó que en contextos de tasas en baja, el descuento de cheques suele reaccionar primero, mientras que los bancos tienden a acomodarse más lentamente. “Estar preparados permite seleccionar la mejor alternativa y no quedar atrapados en la espera”, sostuvo. En cuanto al ahorro en dólares, identificó oportunidades en deuda corporativa. “Las compañías energéticas con buen perfil de pago han demostrado solidez incluso en momentos de estrés soberano”, indicó. Sin embargo, advirtió que la clave reside en evaluar la liquidez de esos instrumentos para ajustar los vencimientos a las necesidades de cada empresa. Sobre bonos y acciones, Calvente mostró cautela. “Hoy priorizamos la preservación del capital; destinamos este tipo de inversiones a perfiles más agresivos debido a la volatilidad que presentan”, argumentó. No obstante, consideró que, dentro del universo accionario, el sector energético es el más conservador, mientras que el bancario se mantiene más expuesto. Más allá de las herramientas financieras, Matilde Bunge, productora agropecuaria, bióloga y exvicepresidenta de CREA, ofreció una perspectiva práctica desde la gestión empresarial. Recordó una frase atribuida a Eisenhower: “Los planes no sirven para nada, pero el planeamiento lo es todo”. En su empresa, explicó, trabajan con escenarios que incluyen precios de commodities, tipo de cambio, inflación y tasas de interés. “Esto permite anticipar posibles decisiones frente a la evolución de las variables y evitar decisiones apresuradas en contextos de alta volatilidad”, detalló. En el panel de “Debates financieros en el agro, planificación para el futuro”, participaron el economista de CREA, Esteban Barelli; Matilde Bunge y Florencia Calvente. Bunge también enfatizó la importancia de gestionar la liquidez. “Contar con un cierto nivel de liquidez en tiempos de incertidumbre permite capturar oportunidades”, afirmó, añadiendo que diversificar herramientas de financiamiento o inversión es esencial. “Tener actualizada la carpeta bancaria, una cuenta comitente en el mercado de valores o acceso a diversos instrumentos nos brinda flexibilidad”, indicó. En este sentido, subrayó que la diversidad actúa como una protección frente a escenarios cambiantes. Además, valoró la pertenencia a una red como CREA. “No es lo mismo tomar decisiones en soledad que hacerlo compartiendo experiencias, datos y conocimiento con otros productores. La incertidumbre no desaparece, pero se cuenta con una red de contención muy valiosa”, agregó. Bunge admitió que su formación no era financiera, pero descubrió en el intercambio dentro de CREA una herramienta para profesionalizar la gestión. “Soy bióloga, no había visto un número económico hasta que me acerqué a CREA para manejar la empresa. Ese aprendizaje colectivo es clave”, confesó. En resumen, tanto Calvente como Bunge coincidieron en que la coyuntura exige cautela, planificación y eficiencia. Aunque el contexto sea incierto, las herramientas para enfrentar la volatilidad están al alcance.
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