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  • Cameron Diaz cambia la narrativa de la juventud eterna: “Prefiero envejecer que ver una cara que no me pertenece en absoluto”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 19/09/2025 22:45

    Diaz reflexionó sobre la presión que atraviesan las mujeres en la industria del cine frente a la exigencia de juventud permanente (REUTERS/Nadja Wohlleben) Desde “La Mascara” hasta “Los ángeles de Charlie” Cameron Diaz se consolidó como una actriz reconocida por su esplendido aspecto físico, vanagloriada por muchos y alabada por otros tantos. Debido a eso la presión en Hollywood sobre su apariencia femenina resultó una constante en el entorno de la actriz. A pesar de ese contexto, Diaz sostuvo que priorizó el bienestar propio sobre la estética. “Lo último en lo que pienso es en mi apariencia”, declaró en una entrevista en el podcast de su colega Gwyneth Paltrow, al recordar el giro que vivió en su perspectiva tras convertirse en madre a los 47 años. En esa etapa, reconoció que el concepto de envejecer “cambió” para ella. La actriz de 53 años marcó su posición sobre el envejecimiento y la cirugía estética desde su experiencia directa en la industria de Hollywood. La actriz, con más de dos décadas en el cine, relató que experimentó con el bótox, pero abandonó la práctica. “Lo probé una vez, solo un pequeño toque. Pero cambió mi cara de una manera tan extraña que pensé: ‘No, no quiero eso’. Prefiero ver mi cara envejecer que ver una cara que no me pertenece en absoluto”, afirmó. Este testimonio originó apoyos entre seguidores y usuarios de las redes sociales, quienes celebraron la decisión de Díaz de aceptar el paso del tiempo sin ocultarlo. Cameron Diaz en La Mascara en 1994 El privilegio de envejecer La protagonista de “El descanso” remarcó diferencias en la tolerancia social respecto al envejecimiento entre mujeres y hombres. En una entrevista con LA Review of Books, subrayó: “Las mujeres no nos permitimos envejecer con gracia. No dejamos que otras mujeres envejezcan con gracia”. Diaz sostuvo que esa presión social recaía con mayor fuerza en quienes vivieron bajo el escrutinio público y la exigencia de la industria del entretenimiento. Describió el vínculo cultural con la juventud: “Sentimos que si no somos como a los 25, hemos fracasado de alguna manera. Nosotras no hemos hecho nuestro trabajo al quedarnos en un lugar estancado. Yo siempre quiero cambiar, envejecer y volverme más sabia. Eso, para mí, es un privilegio”. También agregó: “No todo el mundo puede hacerlo. La única alternativa es estar muerto”. En la búsqueda por entender el envejecimiento, Cameron Diaz llevó la inquietud al plano científico. La actriz indagó en la literatura médica y colaboró en la escritura de The Longevity Book, una obra donde recopiló investigaciones y prácticas sobre longevidad y salud. En una entrevista con ABC News, relató: “Cuando cumplí 40 años, empecé a recibir muchas preguntas sobre si tenía miedo de llegar a esa edad… Empecé a preguntar… ¿por qué tendría que tener miedo?”. Expresó un cambio de eje: “Lo que aprendí es que el envejecimiento realmente trata sobre vivir. Me siento muy agradecida de poder cumplir un año más porque no todos tienen esa oportunidad. No todos pueden envejecer”. La protagonista de “La máscara” analizó los cambios de la edad y su rechazo a la cirugía estética como parte de su trayectoria pública (Photo by David M. Benett/WireImage) La modelo citó cinco pilares del bienestar: “Buena nutrición, buen movimiento del cuerpo, buen descanso nocturno, liberación del estrés y relaciones significativas, conectadas y amorosas”. La actriz defendió que el secreto radicaba en el cuidado personal integral y no en los tratamientos estéticos. “No hay un secreto para envejecer bien”, aseguró, “hay una forma básica de hacerlo y se llama vivir. Es cómo vives... cómo te cuidas”. En el libro, Diaz estableció una propuesta central para abordar la longevidad: “Este no es un libro antienvejecimiento. No quiero que vivan con miedo a envejecer… Quiero reformular la manera en que, como mujeres, hablamos sobre el envejecimiento”. Y añadió: “Una cosa que he aprendido sobre las verdades incómodas es que la vida se vuelve mucho más difícil cuando finges que no existen. Puedes perder mucho tiempo y energía intentando hacer que algo sea lo que no es. Una vez que dejas de luchar contra la realidad, todo se vuelve mucho más fácil”.

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