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» Comercio y Justicia
Fecha: 19/09/2025 22:02
La primera aumentó a 8,9% en el segundo trimestre, según el Indec. En cifras, son 73 mil desempleados. No obstante, si se suman aquellos con problemas de empleo -es decir, ocupados demandantes y subocupados que también buscan otro trabajo-, el número se eleva a 423 mil personas, más de la mitad de la Población Económicamente Activa (PEA). En el país, la desocupación fue de 7,6% El mercado laboral sigue exhibiendo señales de deterioro, no sólo por la suba del desempleo sino también por el alza de la cantidad de trabajadores que, aun recibiendo un ingreso, buscan sumar otros recursos. Concretamente y según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el Gran Córdoba la tasa de desocupación en el segundo trimestre de 2025 fue de 8,9%, por encima del promedio nacional (7,6%) y superior al registro del mismo período de 2024 (8,2%). Con todo, más allá de la suba del desempleo en Córdoba, también escaló el número de personas que acusan problemas laborales. En conjunto, la cifra alcanza a 423 mil personas, esto es más de la mitad de la Población Económicamente Activa (PEA). Ese número incluye a 73 mil desocupados, 241 mil ocupados demandantes de empleo y 109 mil subocupados también en búsqueda activa de un trabajo mejor. En términos comparativos, los cordobeses con problemas de empleo eran 388 mil en el segundo trimestre de 2024 y 372 mil en igual período de 2019. La tendencia muestra un crecimiento sostenido: hace ocho años, en 2017, eran 299 mil. En cuanto a las tasas del mercado laboral, la tasa de actividad llegó a 51%, el nivel más alto desde la actualización de la serie histórica del Indec en 2016. También la tasa de empleo, con un 46,4%, mostró un leve crecimiento respecto a 2024. El crecimiento de la PEA (de 806 mil a 820 mil personas en un año) y de los ocupados (de 740 mil a 747 mil) indica que más personas se volcaron al mercado laboral, pero sin una mejora sustancial en la calidad del empleo. De hecho, la tasa de ocupados demandantes de empleo alcanzó 29,3%, la más alta desde 2016. Esa tasa se mantiene 10 puntos por encima del nivel previo a la crisis de 2018. Los subocupados demandantes, por su parte, representaron entre abril y junio de 2025 13,3% de la PEA. Estos datos del Indec se suman a los conocidos la semana pasada del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que cerró junio con 932 empleos privados registrados menos que en mayo en Córdoba, según el análisis de esos números hecho por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). La provincia se ubicó entre las más afectadas por la retracción del empleo formal en el país, en un contexto de caída sostenida que se profundiza desde fines de 2023. En total, el sector privado formal perdió 12.150 puestos en junio en todo el país, lo que representa la octava caída consecutiva. Informalidad En el conjunto de los 31 principales aglomerados urbanos del país, el mercado laboral mostró una leve baja en la tasa de actividad (de 48,5% a 48,1%) y en la de empleo (de 44,8% a 44,5%) en el segundo trimestre de este año, mientras que la desocupación, como dijimos, se mantuvo estable en 7,6%, según el Indec. A nivel nacional también se advierte el aumento de los ocupados que buscan otro empleo: pasaron de 16% a 17,1% de la población activa. Dentro de este grupo, los que trabajan pocas horas bajaron levemente, pero crecieron quienes tienen empleo, aunque quieren cambiarlo. También subió la informalidad: 43,2% de los asalariados no tiene aportes, frente a 41,6% de un año atrás. Además, creció la proporción de cuentapropistas y bajó la de trabajadores asalariados. “Es un aumento de aproximadamente 226 mil trabajadores informales en un año, sólo en los aglomerados urbanos que releva la encuesta”, aseguró Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA. Respecto de la leve caída de la tasa de empleo a nivel de los 31 aglomerados urbanos, Campos señaló que “esconde una caída fuerte de los asalariados formales (de 21% a 20%), compensada parcialmente por un aumento del sector informal (de 18,6% a 19,2%)”. Para Campos, la categoría laboral que mostró un mayor dinamismo, al igual que en el primer trimestre, fue el cuentapropismo informal (los que ni siquiera tienen para pagar el monotributo), que en un año pasaron de representar 13,8% del total de ocupados a 14,7%. Por otro lado, cada vez hay más personas desempleadas que llevan más de seis meses buscando trabajo: representan 41,4% del total. Con los últimos datos del SIPA, Matías Maito, director del Centro de Estudios en Tecnología y Sociedad (Cetyd), explicó que “el Gobierno nacional sigue sin poder dar buenas noticias en materia de empleo” y que “el mercado laboral enfrenta una recuperación muy lenta tras la crisis de los años 2023 y 2024”. Los cálculos de Maito indican que a julio de 2025, sólo se recuperaron 36 mil empleos formales en el país, de los 170 mil perdidos. Esto representa 21% del total. “A este ritmo, volver a los niveles previos tomaría al menos tres años”, dijo. Para el especialista, se está consolidando un prolongado estancamiento: meses con leves caídas, seguidos de incrementos muy modestos que no alcanzan a recomponer, ni recuperar lo perdido. Salarios deprimidos Más allá de la falta de trabajo (que en Córdoba afecta a uno de cada diez habitantes), el problema más extendido es la caída del salario, que obliga a muchas personas a buscar otros empleos o sumar más horas para poder cubrir los gastos del hogar. Según datos de Maito, en julio los aumentos salariales acordados en paritarias promediaron 1,5%, por debajo de la inflación del mes (1,9%). Esto interrumpió una breve mejora relativa registrada en los dos meses previos. Como consecuencia, el poder adquisitivo no logra superar los niveles que tenía al inicio de la gestión de Javier Milei. La situación varía mucho entre sectores: algunas actividades del sector privado (como seguridad y aceiteros) lograron recomponer ingresos, pero otras, como el transporte (-27%), el trabajo en casas particulares (-29%) y el empleo público (-25%), registran fuertes pérdidas reales. En la misma línea, Federico Pastrana, de CP Consultora, advirtió en su informe “¿Inflación o ingresos? Un escenario económico atípico en la previa electoral” que el Gobierno enfrenta dificultades para controlar el tipo de cambio y prioriza la baja de la inflación, aún a costa de los ingresos y de inducir una recesión. Según ese análisis, publicado la semana pasada, la evolución del salario real privado en 2025 es inusual para un año electoral: desde enero acumula una caída de cuatro puntos y no muestra señales de recuperación. A diferencia de elecciones anteriores, en las que el oficialismo solía llegar a octubre con salarios más altos que en enero, este año será la excepción. Para el especialista, el problema no es sólo la variación mensual, sino también el nivel general: los salarios reales de 2025 están muy por debajo de los alcanzados en 2013 y 2017. Así, el Gobierno no sólo enfrenta un retroceso del poder adquisitivo, sino que parte de una base muy baja. Desde el gremio de la construcción advierten que el empleo en el sector sigue muy golpeado. José Chavarría, titular de la Uocra Córdoba, explicó que desde la asunción del actual Gobierno nacional se perdieron más de 100 mil puestos de trabajo en todo el país, solo en este rubro. “La parálisis total de la obra pública fue determinante”, dijo, y remarcó que la caída también arrastró a actividades vinculadas, como madera y metalúrgica.
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