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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 19/09/2025 10:52
El 83% de los casos afectó a camionetas y solo el 17% a camiones de gran porte, lo que evidencia que la vulnerabilidad es mayor en unidades de reparto urbano y de corta distancia (Foto: Shutterstock) La piratería de camiones dejó de ser un fenómeno marginal para convertirse en uno de los principales desafíos logísticos en Argentina. El informe 2025 de la Mesa Interempresarial de Piratería de Camiones registró 4.490 incidentes en los últimos doce meses, con epicentro en el Área Metropolitana de Buenos Aires y en corredores estratégicos que conectan con el interior productivo. Más allá de las pérdidas económicas inmediatas, este delito afecta la planificación de las operaciones, encarece seguros, obliga a modificar rutas y horarios de entrega, y genera costos adicionales en seguridad, lo que repercute directamente en la competitividad de las empresas. Radiografía de la piratería: dónde y cuándo ocurren los robos El informe muestra una fuerte concentración de casos en la Provincia de Buenos Aires (52%), seguida por la Ciudad de Buenos Aires (20%) y el resto del país (28%). Esta distribución confirma que los accesos al AMBA continúan siendo la zona más riesgosa para el transporte de cargas. Dentro de la CABA, los barrios más comprometidos son Nueva Pompeya (24%), Parque Patricios (22%) y Villa Soldati (20%), que en conjunto representan dos tercios de los hechos registrados en la ciudad. Otras zonas críticas son Núñez–Belgrano–Saavedra y Barracas–La Boca (10% cada una). La estacionalidad también juega un papel clave. El pico de casos se produjo en marzo de 2025, con 509 incidentes, seguido por septiembre de 2024 (416) y abril de 2025 (414). Estos picos coinciden con períodos de mayor actividad comercial, lo que multiplica la exposición de los transportes. Esta distribución confirma que los accesos al AMBA continúan siendo la zona más riesgosa para el transporte de cargas (Imagen: Mesa Interempresarial Piratería de Camiones) Las cargas más buscadas Las organizaciones delictivas apuntan a mercaderías de rápida colocación en mercados paralelos. Según el relevamiento, los rubros más afectados fueron: Comestibles (38%) Paquetería (24%) Textil e indumentaria (13%) Electrodomésticos (12%) Medicamentos (6%) En menor medida, también se registraron robos de autopartes (4%), cigarrillos (2%) y telefonía (1%). Esta distribución muestra que los delincuentes priorizan bienes de consumo masivo o de alto valor relativo. Modalidades de ataque en evolución Si bien la interceptación de vehículos sigue siendo la modalidad más frecuente, los datos muestran que la mayoría de los robos se concretan durante operaciones de carga y descarga (54%), seguidos por cruces (15%), detenciones eventuales (14%) y semáforos (13%). Otro dato relevante es el tipo de vehículo atacado: el 83% de los casos afectó a camionetas y solo el 17% a camiones de gran porte, lo que evidencia que la vulnerabilidad es mayor en unidades de reparto urbano y de corta distancia. El delito no solo golpea a las empresas. También afecta a los consumidores finales, que enfrentan mayores precios y menor previsibilidad en el abastecimiento (Imagen: Mesa Interempresarial Piratería de Camiones) Consecuencias económicas y judiciales El costo directo de la piratería de camiones asciende a millones de dólares anuales, considerando mercadería robada, siniestros y primas de seguros más elevadas. Pero el impacto indirecto es aún mayor: interrupción de entregas, pérdida de confianza de clientes y necesidad de rediseñar circuitos logísticos. En el plano judicial, el informe revela que el 88% de los hechos fue judicializado, aunque solo el 24% terminó en condena. De los involucrados, el 53% fue imputado o indagado, el 48% procesado y el 40% recibió prisión preventiva. Estos números reflejan avances en la persecución penal, pero también muestran que la mayoría de los casos no alcanza una resolución efectiva. La respuesta empresarial y el desafío público-privado Frente a este escenario, las compañías han intensificado la inversión en monitoreo satelital, protocolos de seguridad, capacitación de choferes y coordinación entre áreas logísticas. Sin embargo, la Mesa Interempresarial subraya que las soluciones individuales no alcanzan: se requiere una acción coordinada entre sector privado, fuerzas de seguridad y justicia para blindar los corredores logísticos. Una problemática con impacto social El delito no solo golpea a las empresas. También afecta a los consumidores finales, que enfrentan mayores precios y menor previsibilidad en el abastecimiento. En un país donde la eficiencia logística es determinante para exportar e integrarse al comercio global, la seguridad de las cargas se vuelve un factor estratégico. La piratería de camiones no es un fenómeno exclusivo de Argentina: países como México y Brasil enfrentan realidades similares. Sin embargo, los datos locales confirman que el problema está en ascenso y que actuar a tiempo puede evitar que se convierta en una amenaza estructural para la competitividad nacional.
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