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Parana » Al Dia ER
Fecha: 17/09/2025 23:38
El oficialismo esperaba un revés, pero se esperanzaba con que la diferencia no fuera tan abrumadora. En la Casa Rosada apuntaron por lo bajo contra los Menem. Los aliados del PRO se mostraron muy decepcionados. La derrota del Gobierno, por amplísima mayoría, en su intento de sostener los dos vetos del Presidente al aumento de fondos para la Emergencia Pediátrica y las universidades públicas estaba cantada, incluso para el oficialismo, pero la magnitud dejó en ascuas a la Casa Rosada. Y en la cúpula libertaria, aunque discutían públicamente con la oposición más dura, se pasaban facturas internamente. Anoche, después de largas horas de negociaciones, en Balcarce 50 reconocían que se aproximaba una jornada negra en el Congreso. Admitían que sería prácticamente imposible defender las medidas del Presidente frente a una oposición dura envalentonada, y a la merma del grupo de aliados cada vez más distantes. Pero aspiraban a defender al menos uno de los vetos, o a que batalla fuera algo más peleada. En resumen, querían que la cantidad de votos adversos fuera bien inferior a la que terminó registrándose. En voz alta, desde el Gobierno responsabilizaban al kirchnerismo. Por lo bajo, se culpaban mutuamente. El sector vinculado a Santiago Caputo culpaba entre dientes a la Presidencia de la Cámara de Diputados que conduce Martín Menem. Muy activo en X en general, el referente riojano más cercano a Karina Milei se mantenía en silencio después de la derrota. “No estaban algunos de los nuestros y perdimos aliados. Les bajamos plata a los gobernadores y no sirvió de nada”, refunfuñó un alto dirigente violeta poco después de la votación, cuando crecía la preocupación en la Casa Rosada por la reacción de mañana en los mercados, y la suba del dólar que ya se precipitaba desde temprano. Las perspectivas, negativas desde anoche y durante la mañana, empeoraron después del mediodía, cuando la cantidad de diputados que votaron a favor de habilitar el tratamiento de los vetos alcanzaba los 173 en el caso de la Emergencia Pediátrica y los 172 en el de Universidades. “Viene complicado”, decían en el oficialismo cerca de las 16, cuando faltaba poco más de una hora para la votación. Después de la reunión de Gabinete vespertina que Milei convocó exactamente a la hora de la votación y del inicio de la marcha, el total de los ministros, secretarios y asesores que participaron salió en silencio y con cara seria. En el Gobierno no informaron qué decisión se había tomado en el cónclave, que duró dos horas. Poco después, el Presidente se dedicaba a retuitear mensajes de alabanza a sus discursos en Paraguay. En la mayor parte de los despachos se mostraban vencidos. Las mesas políticas creadas -o reordenadas- post debacle electoral en la provincia de Buenos Aires, hace dos semanas, no sirvieron, o no llegaron a tiempo para reconstruir el vínculo con los gobernadores y diputados que otrora acompañaron al Gobierno con temas igual de sensibles. En X, los libertarios intentaban neutralizar el resultado adverso en Diputados con acusaciones a un puñado de rectores de universidades públicas por el caudal de sus sueldos -el propio ministro de Educación, Luis Caputo, apuntó contra el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, referente radical y uno de los motorizadores de la marcha. Mientras tanto, Yacobitti, como el resto de las autoridades apuntadas, negaban tales señalamientos, las manifestaciones en la Capital Federal y en las ciudades más importantes del país se multiplicaban. Fuente: Con Información de infobae.com
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