Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Nancy Pazos habló sin filtros sobre el sexo y su presente: “Más que en mi prime, este es el mejor momento de mi vida”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 17/09/2025 08:08

    Entrevista a Nancy Pazos en Desencriptados Nancy Pazos es una periodista, conductora de radio y televisión, con una trayectoria amplia en medios gráficos, radiales y audiovisuales. Nacida y criada en el barrio de Villa Soldati, desde muy joven se vinculó al periodismo. Fue colaboradora de revistas y diarios, y con los años se consolidó como una figura reconocible del análisis político en medios nacionales. Actualmente, conduce programas en radio y televisión. Entre sus proyectos más recientes se cuentan El amor es más fuerte en Radio 10 e Inteligencia Artesanal en C5N. También participa como panelista en el programa ALaBarbarossa que se emite todas las mañanas por Telefe. En su vida personal, estuvo en pareja con el político Diego Santilli, con quien tuvo tres hijos: Teo, Nicanor y Tonio. Desde hace una década está en pareja con Ignacio Iparraguirre, productor de seguros que vive en Carmen de Areco. Nancy Pazos reveló detalles de su vida personal, su visión sobre el amor, la sexualidad y la maternidad. (Cristian Gastón Taylor) Rulo:— ¿Cómo estás? Nancy:— Super bien. En un buen momento, como diría la canción que uso en el programa de tele... Rulo:— Pero no en tu prime, ¿o sí? Nancy:— Más que en mi prime. Rulo:— ¿Es el mejor momento de tu vida? Nancy:— ¡Totalmente! Rulo:— ¿Estás en pareja ahora? Nancy:— Sí. Rulo:— ¿Hace cuánto tiempo? Nancy:— Hace 10 años, casi 11. Una pareja especial... Rulo:— ¿Qué quiere decir “una pareja especial”? Nancy:— Porque no convivimos. Él vive en Carmen de Areco, en el campo. Viene los viernes a mi casa y se va rigurosamente los lunes. De lunes a viernes tenemos una relación por WhatsApp, que implica que solo nos escribimos si vimos alguna nota que nos mató de la risa, nada de: “¿Qué hiciste anoche mi amor? Que duermas con los angelitos”. Rulo:— ¿Has perdido el romanticismo? Nancy:— No, para nada. Eso no es el romanticismo. Eso es una hinchada de huevos para una persona que tiene más de 50 años, cuatro laburos, tres pibes y tres perros. No me jodas… De lunes a viernes, yo funciono como si fuera una soltera. Rulo:— ¿Son una pareja abierta? Nancy:— Yo sí, él no (risas). Rulo:— Bueno, quizá en Areco hace alguna y no te cuenta… Nancy:— No tengo ningún inconveniente con eso. Rulo:— Me encanta que sos una mina muy sexual y lo contás abiertamente. Nancy:— ¡Soy sexual! Rulo:— Y lo has expresado, digo, no porque yo lo sepa de primera mano… Nancy:— Lo podés probar (risas). Rulo:— Arrancamos re tranquilos (risas). Amén de eso, la pregunta es: “¿Fuiste cambiando en algún punto con este tema de las libertades en los vínculos o toda la vida fuiste de la misma manera? Nancy:— La verdad que la palabra fidelidad nunca estuvo en mi diccionario, en términos tradicionales. Tuve dos épocas en mi vida en las cuales... La primera en realidad era chica y estaba muy aturdida por los mandatos sociales. La segunda porque empecé a tener hijos y como que no me daba para otra cosa, ¿se entiende? Pero en general siempre fui bastante abierta en ese sentido. Hoy, por ejemplo, estoy re tranquila. Coqueteo si me escriben por Instagram y me divierto. Me parece que está dentro del rango de lo lógico. Hay muchos tipos que son muy absurdos y te mandan las fotos de sus zonas… ¿Viste que los hombres se automasturban mandándole a las mujeres sus zonas pudendas? Yo los cargo, les digo: “¡Ay! Mi amor, pero ponele algo al lado porque en primer plano son todos grandes" (risas). Me divierto, en vez de ofenderme decir: “¡Ay! ¿por quién me has tomado?" Rulo:— ¿Tu época más tranquila fue "Santilli time"? Nancy:— ¿Más tranquila en qué sentido? Rulo:— De que te quedaste en tu casa, más fiel, criando a tus hijos. No ejerciste el periodismo, que eso es algo que me llamó mucho la atención porque tenés una pasión tan grande por tu profesión, que debe haber sido difícil… Nancy:— Sí, casi 10 años no ejercí. Pero fueron varias situaciones concurrentes. La primera cosa que pasó fue que yo no me enamoré de un día para el otro de Santilli. Fue un proceso. Nosotros fuimos amigos mucho tiempo, fuimos amantes mucho tiempo y yo me negaba a enamorarme de un Santilli. Porque yo era igual de progre que soy hoy y enamorarme de alguien que representaba ideológicamente algo muy contrario... Más allá de eso, el hecho de que realmente yo juego tanto al ajedrez con mi cabeza, en términos de vida, que estaba segura que si yo terminaba en pareja con él, eso significaba decretar el fin del periodismo para mí. Porque yo, así como veía un montón de cosas en mi vida, veía un montón de cosas en la vida de él. Rulo:— No podías decir lo que pensabas. Nancy:— Entre otras cosas. Sabía que algo iba a tener interferencia. También tuve un accidente de tránsito muy grande que me cambió la vida. Me casé a los 29 o 30 años... Rulo:— ¿Te casaste por iglesia con Santilli? Nancy:— No, con Santilli no me casé nunca. Me casé una sola vez, antes de él. Rulo:— ¿Y cuando te casaste ya eras amante de Santilli? Nancy:— Sí y él estaba en el casamiento. Rulo:— Y con el tiempo, ¿tu ex pareja se enteró? Nancy:— Sí. Él también tenía sus amantes, pero no importa... Rulo:— ¿Y para qué te casaste? ¿Por el mandato? Nancy:— Porque yo me imaginaba a Sartre y Simone de Beauvoir. ¿Me entendés? Yo decía, bueno, el sexo va por un lado y nosotros tenemos una comunión que va por otro. Hacíamos juntos un programa de televisión, Ruleta Rusa, él laburaba conmigo, era mi mejor productor. Yo le tenía mucha admiración por cómo escribía, iba por otro lado el tema. El sexo, claramente, no era lo que funcionaba en mi casa, con lo cual lo buscaba en otros lados. No era tampoco el único amante que tenía, Santilli. Amante, por decirlo. Rulo:— ¡Lo brava que sos! (risas) Nancy:— No, no es que sea brava. No tengo pudor en contar. Rulo:— Pero hay mujeres que le preguntás y te dicen: “La verdad, no tengo mucho para contar. No lo hacía”. Vos sí lo decís sin tapujos y hace 27 años era otra cosa... Nancy:— Era difícil (risas). Rulo:— O era más fácil, porque no había celulares, no había redes sociales, cámaras. Nancy:— Para mí la sexualidad es algo principal en mi vida. Si vos me preguntás cuándo me masturbé por primera vez, no me acuerdo. Tendría cuatro o cinco años. ¿Entendés? Pazos compartió su perspectiva sobre la educación de sus hijos y su paso por colegios de elite. (Cristian Gastón Taylor) Rulo:— Leí por ahí que tu mamá te enganchó masturbándote y vos la miraste con cara de: vos no entendés nada de esto. Nancy:— Exacto, porque mi abuela tenía una parada de diarios y un día mirando estas revistas que no te daban para leer a los chicos, había leído lo que era la masturbación. Yo tampoco sabía lo que me pasaba. Pero sentía que tenía un placer enorme, que lo tenía que hacer oculta, pero no sabía qué era. Rulo:— ¿Es verdad que en pandemia te compraste muchos juguetes y que dijiste: “De algunos no se vuelve”? Nancy:— Sí, del succionador de clítoris no se vuelve. Yo no encontré ningún señor que hiciera eso. Por el ritmo, qué sé yo. Se cansan ustedes... Obviamente, es un trámite. Es como si yo te dijera: “En tres minutos acabás”. Rulo:— ¿Cómo se llevan tus tres hijos varones con esta mamá que se sienta acá en Infobae y dice todo esto? Nancy:— Bueno, tienen que aprender que las mujeres somos tan libres como los hombres. Yo hablo de sexo con ellos en la medida que me permiten. Mis enseñanzas a los más jóvenes son dos. A las mujeres les digo: “Usála que no se gasta y no tengás prurito”. A ver, yo estoy hablando todo esto y parece que yo hubiera tenido... 8950 hombres y no fue así. Y a los varones lo que siempre les digo, sobre todo a los que recién están iniciando, los más jóvenes, mi enseñanza es: “No penetres a una mujer antes de hacerla acabar”. Porque el varón, por tener todo afuera, es mucho más sencillo de llegar al clímax. Y además porque, en general, el varón siempre se tocó más en la vida que una mujer, habitualmente. La mujer tiene otros tiempos. El varón llega recontra arriba, que quizás ha visto 80 mujeres en el colectivo o donde sea, ¿me entendés? (risas) Y llega y, en general, son como bastante... Sobre todo los chicos más jóvenes. Rulo:— La mujer viene más fría, el hombre más caliente, tenés que llevar que llegue a la misma temperatura que vos. Nancy:— Al clímax, exactamente. Rulo:— Para hacer el amor o para la penetración. Nancy:— Para la penetración porque todo es hacer el amor. Es muy masculino pensar que hacer el amor es solo la penetración. Y te lo puedo decir yo o te lo puede decir los señores de 80 años, que siguen haciendo el amor. Todo ese juego y esa química, en general, hay que acompañarla. Las mujeres más jóvenes ojalá se empiecen a conocer más y sepan llevar al varón a esos lugares que a uno le gusta y aprender entre los dos. Pero, en general, lo que acontece es eso. De ahí vienen los orgasmos fingidos y todas estas cosas que son habituales en el sexo. Rulo:— Por tu carácter, por tu forma de responder y por tu profesión, sos una mujer combativas que se destaca. ¿Sentís que intimidás a los hombres? Nancy:— Yo intimido en general a los hombres y a las mujeres. Pero mi relacionamiento con el mundo femenino es un relacionamiento y es muy lindo. El 77 por ciento de las personas que me siguen por Instagram son mujeres jóvenes. Y la verdad que es muy interesante. La devolución es como: “¡Qué bueno que haya una mina así porque quiere decir que se puede!”. Rulo:— ¿Sos un ejemplo a seguir? Nancy:— Barro con un montón de prejuicios. Además, paralelamente a todo esto, no dejo de ser una madre argentina recontra madre. Si vos me preguntás, están primero mis hijos, segundo, terceros, cuartos... La decisión en su momento de dejar mi profesión tuvo que ver también con que llegó un momento en que era incompatible... Diego trabajaba con Macri y yo la verdad que lo conocía, me llevaba bien y todo, pero no era la persona que a mí me hubiera gustado que dirigiera los destinos de este país. Y estar en una radio hablando mal del jefe de mi marido, era un montón. Rulo:— Era mucho… Nancy:— Igualmente esa decisión fue mía y tuvo que ver más que nada con que en el 2006 se enferma muy grave mi hijo del medio, el que ahora corre en el TC pista, y en ese momento lo que pasó fue que me cambió la cabeza. Rulo:— Se ordenaron diferente las prioridades. Nancy:— Estuvo 26 días en terapia, yo pensé realmente que se moría. Por todo eso, yo venía como matando el bichito del periodismo adentro mío porque yo necesitaba elegir. Sabía que todo junto no podía. Rulo:— Lo neutralizaste ese deseo. Nancy:— Lo fui matando, matando, matando y, en ese momento, decidí que yo quería estar en mi casa, que no había nada que me interesaba más en la vida que eso. Entonces, empecé a hacer eso. Pero después, con los años, volví. Nancy Pazos: "La palabra fidelidad nunca estuvo en mi diccionario, en términos tradicionales". (Cristian Gastón Taylor) Rulo:— ¿Cambiaste mucho el perfil de los hombres con los que te vinculas después de las experienicas que tuviste? Nancy:— Recontra cambié el perfil. Fui a 10 años menos, 1,96 de altura, del campo, tranquilo, productor de seguros, o sea, nada que ver. Muy parecido en su eje a lo que era mi papá, de Villa Soldati, tranqui, de barrio, que no le importa nada de nada, que se la banca, etcétera. Buena gente, muy parecido a mí en términos ideológicos. Si vos en la época que yo estaba con el papá de los chicos me preguntabas, yo les decía centralmentea los jóvenes: “Casate con el que mejor te coj*”, ¿está? Y obviamente dejaba de lado las diferencias no políticas, porque el tema acá es este. No es solamente una diferencia política o ideológica. Atrás de la ideología y atrás de la política, hay ética, hay distintas éticas. No digo que hay una sola ética, ¿entendés? Rulo:— Entiendo a qué te referís. Si pensás de una manera, entonces tu ética está cambiada. Nancy:— Teniendo en cuenta todo lo que pasó con mi hijo, el día que Santilli, en la Cámara de Diputados, votó en contra de la plata para el Garrahan, me puse a llorar. O sea, me puse a llorar porque no lo podía creer. Alguien que haya sufrido en carne propia lo que significa necesitar un médico para que le salve la vida a tu hijo, ¿cómo puede ser que una planilla de Excel te ciegue? Rulo:— O que vote en bloque porque el partido piensa esto. Nancy:— Y él seguramente ha dicho lo que piensa. Yo no digo que él ha votado mal, simplemente que este Santilli no es del que yo me enamoré. Eso queda claro. Rulo:— ¿Vos sentís que sos muy picante o la gente es muy susceptible? Nancy:— No, yo soy picante. Lo que sucede a veces es no cualquier hombre se banca una mina autosustentable, porque el varón de mi generación fue formateado de otra forma. Yo tengo 57. Los tipos de 60, fueron formateados como sutentadores del hogar. El lugar de poder de esos tipos estaba ahí. Entonces, primer detalle es el que provee. Si a mí no me podés con el proveer, ¿qué es lo que me das? Ese tema para el varón sobre todo, es muy grande. La segunda cosa es que yo no soy más inteligente que otras personas ni nada por el estilo, pero sí tengo un tema que pienso rápido. Quizás vos llegas a la misma conclusión, pero te costó más minutos. ¿Viste que hay distintos tipos de inteligencia? El tipo de inteligencia que yo tengo, que llama la atención en la tele, es que ya te hice la conclusión, te dije todo... Y además te lo dije bien. Eso es apabullante. Rulo:— Y sí. Llama la atención. Nancy:— Entonces el hombre tiene que estar muy bien en su eje para bancarse semejante seguridad del otro. Cuando en general el tipo es el que da seguridad. ¿Qué pasaba en la relación que habíamos tenido con el papá de los chicos cuando nosotros nos separamos? La relación puertas adentro era divina, puertas afuera yo había empezado a ser como una especie de jefa de gabinete de él. Yo dejé la profesión y empecé a laburar para él. Entonces, creo que llegó un momento en que él no supo si había llegado donde llegó por él o por mí. Y era un cuestionamiento que además es el día de hoy me dicen: “Santilli es lo que es porque vos lo ayudaste”. ¿Me entendés lo que te digo? Eso es muy desvalorizante para el otro. Yo me enamoré de un tipo que admiré. Lo que a mí me parece es que eso pesa también, ¿entendés? Llega un momento en que vos te podés equivocar porque la verdad yo lo puedo haber ayudado. Pero él tenía todas las condiciones y de hecho siguió. Pero eso te puede llegar a confundir o quizás llevamos el trabajo al hogar y eso destruyó todo. Rulo:— Sé que vos venís de muy abajo y te sobrepusiste a esto con mucho esfuerzo. Y después, con el paso del tiempo, te fue muy bien en la época de los ‘90, has ganado dinero y te fue bien. Y uno se va como… Nancy:— Aburguesando. Rulo:— A tal punto que vos terminaste mandando a tus hijos a uno de los colegios más aristocráticos de la Argentina. Nancy:— Un gran error. Rulo:— Eso te quería preguntar. ¿Estás arrepentida? Nancy:— Sí. En realidad, cedí. Cuando llegó el momento de llevar a los chicos al colegio, a mí me pasaba una cosa que era, yo me había criado en un colegio parroquial de Villa Soldati. ¿Para qué quería tener plata? Para estudiar en los mejores lugares. Porque en realidad siempre mi aspiración fue intelectual. Cuando llegó ese momento, Diego me dijo: “Elegís vos el colegio, pero de esta cuota para arriba”. Y le dije: “¿Por qué de esta cuota para arriba? ¡Qué cosa rara! ¿Qué tiene que ver la plata que pagás en el colegio?” Y me dice: “Porque billetera mata galán y relación mata currículum”. Rulo:— ¿Qué quiere decir relación mata currículum? Que los contactos que te va a dar el colegio… Nancy:— Exactamente, pero es una visión que tiene mucha gente, ojo. “Porque no sabés si el pibe sale inteligente y los amigos que forje son los que le van a dar la posibilidad de conseguir laburo, lo que fuera el día de mañana”, me dijo en su momento. Rulo:— Un poco lo que le pasó a él siendo amigo de Macri. Nancy:— No, a Macri se lo presenté yo. Pero más allá de eso, lo que te digo es, ¿qué me pasaba a mí? Nosotros íbamos a un montón de lugares, estuvimos 17 años juntos. Y Diego, siempre, en los lugares que llegábamos conocía a alguien. Yo no vi a nadie de Soldati, ¿me entendés lo que te digo? Una vez cada no sé cuánto me pasaba y en la cancha. Pero la clase media, la clase media alta se relaciona de esa manera. Obviamente, ¿qué pasó? Él me dijo eso y yo dije: “Bueno, vamos ahí en la primaria. Mi aspiracional era que la secundaria fueran al Nacional de Buenos Aires o a la ORT”. Y yo también fui por la excelencia. Recorrí todos los colegios de elite de la Argentina, que son aberrantes, y en algunos, les decía: “¿Cómo hacés para inculcar valores?” Y te decían: “Después de hora tenemos catequesis”. Y yo los miraba como diciendo: “Están todos en ped*”. “¿Cómo trabajás la frustración de estos chicos? Si el chino es promedio, no es brillante”, pregunté en otro colegio. Y una ex alumna me dijo: “Y estamos viendo”. Y además me pasaba una cosa re loca. Vos ibas a todos estos colegios y te preguntaban más cosas a vos que las que vos podías hacer. El San Jorge de Quilmes, la verdad que fue una experiencia maravillosa, me educó a mí también. Básicamente, porque era un colegio tradicional, con reglas muy claras, donde los padres no entraban. No mandaban más que el profesor. Rulo:— ¿Y por qué te arrepentís de haberlo mandado ahí? Nancy:— Porque después en el secundario yo quise cambia todo, porque me separé, me fui a vivir a Pilar, entonces ya no podían ir al de Quilmes. Tuve que cambiarlos al del norte y de hecho los chicos sobrevivieron en el del norte un año y los terminé mandando a un colegio más polite. Ellos mismos dijeron: “Acá no queremos saber nada”. La cuestión es que terminaron en el Saint Johns los más grandes y el más chiquito, que se mudó conmigo para el norte cuando tenía tres años, que fue cuando nos separamos, tiene un problema de audición, tiene un oído menos. Entonces, la verdad que ese colegio lo acompañó de una manera impresionante. Entonces, cuando llegó el secundario no lo cambié. Rulo:— Si tuvieses que resumir entonces en una frase a vos que te gustan los títulos y los textuales rimbombantes, ¿por qué no mandar a tus hijos a un colegio de alta gama caro o aristocrático? Nancy:— Yo no le hice caso a un amigo más grande que yo, que en ese momento me dijo: “Mandá tus hijos al colegio donde te sientas cómoda vos con el resto de los padres”. Y yo la verdad que no me sentí nunca cómoda en el resto de los padres. Soy un bicho raro. Después sí. Me conocen y está todo más que bien. Pero es como en el barrio privado que me expulsaron del chat general porque no tengo nada que ver, porque los trato de tilingos... Rulo:— Su primera opinión ya era: “¡Echen a Nancy Pazos!”. Nancy:— Claro, totalmente. No dejo pasar una porque así duermo bien a la noche. Rulo:— Me hacés reír. Nancy:—Yo llego a la noche, pero duermo. Y en todo caso, que vayan a terapia. ¿Me entendés lo que te digo? Ya estoy grande. “No dejo pasar una porque así duermo bien a la noche”, bromeó la periodista sobre las opiniones que se viralizan. (Cristian Gastón Taylor) Por sí o por no El conductor invitó a Nancy a responder el cuestionario utilizando los carteles de Sí o No, según corresponda y a revelar detalles de su vida profesional y personal. Rulo:— ¿Hiciste alguna vez un trío? Nancy:— Sí. Con una mujer y un varón. Rulo:— ¿Cómo fue? ¿Te gustó? Nancy:— Raro. Lo único que me pasó es que ahí me di cuenta que las mujeres besamos más suave. Tenemos la boca más... No sé, fue la única vez, entonces no tengo idea. Rulo:— ¿Y te gustó la experiencia de estar con una mujer? Nancy:—No fue exactamente estar con una mujer, pero sí. Tengo muchas propuestas de mujeres, ¿eh? Sobre todo en estos últimos diez años. No sé si tendrá que ver con eso. No lo traté tampoco en terapia, pero yo tenía una relación muy compleja con mi mamá. Entonces, soy más corporal con los varones que con las mujeres. Rulo:— ¿Te arrepentís de haber bardeado fuerte a alguien del medio? Nancy:— No. Digo las cosas que pienso. Yo no bardeo a nadie. Pero las personas con las personas que yo tengo alguna... Por ejemplo, Yanina Latorre no creo que ninguno de mis bardeos le haya herido sus sentimientos. Es más, cuando ella tuvo un problema grave en su vida, yo jamás toqué el tema... Yo no doy golpes bajos, ¿entendés? Yo discuto ideológicamente. Bardeo cuando me están boludeand*, pero trato de no herir. A veces puede pasar que yo diga algo y que el otro se sienta herido, ahí lo primero que hago es decirle: “Disculpame”.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por