14/09/2025 18:19
14/09/2025 18:18
14/09/2025 18:17
14/09/2025 18:16
14/09/2025 18:16
14/09/2025 18:15
14/09/2025 18:13
14/09/2025 18:13
14/09/2025 18:12
14/09/2025 18:12
» El Ciudadano
Fecha: 14/09/2025 10:16
Felipe Michlig nació en 1963, un año después de sancionada la anterior reforma constitucional. A los 22 años ya era presidente comunal de Ambrosetti, donde fue reelecto cinco veces para luego transformarse en senador provincial por el departamento San Cristóbal, donde transcurre su séptimo período consecutivo. Durante toda su trayectoria política escuchó una y mil veces la palabra reforma, pero recién llegó en este 2025, de la mano de un gobierno que encabeza un hombre del radicalismo, su causa de toda la vida. Quiso el destino que fuera un hombre revalidado cada vez que fue a las urnas el que presidiera la Convención que terminó con las reelecciones indefinidas, algo que él considera distintivo de esta reforma constitucional que se acaba de aprobar. En diálogo telefónico con El Ciudadano, mientras firmaba 400 diplomas de colaboradores ad honorem de la reforma, Michlig resaltó el valor de las negociaciones constantes sobre dos posiciones que él considera rígidas: «Yo creo que es una reforma equilibrada. No es ni progresista ni conservadora». El hombre que creyó en la militancia territorial y en 2023 se largó a recorrer la provincia con Maximiliano Pullaro cuando todo hacía creer que la sociedad pedía figuras por fuera de la «casta», hoy insiste en que la reforma «terminó con los privilegios de la política definitivamente». Pero también aclara: «Esto es perfectible, no es la mejor Constitución, es la Constitución posible». A la hora de resaltar logros de estos 60 días de debate, el senador destaca el nivel de consenso logrado: «El 93% de los artículos fueron votados por más de las dos terceras partes de los convencionales». —¿Qué balance hace de los 60 días de debate? ¿Qué saldo deja desde lo institucional, desde lo político, y desde lo personal? —Bueno, ha sido un proceso de mucho trabajo, de mucha responsabilidad, de mucho compromiso. Pero también muy fructífero, porque llegamos a buen puerto y con algo que es distintivo, con un altísimo consenso en el proceso de reforma. A tal punto que cuando hacemos un balance de los 42 artículos reformados de la Constitución, más la incorporación de 46 artículos y 27 cláusulas transitorias, el nuevo texto queda con 161 artículos, y el 93% de los artículos fueron votados por más de las dos terceras partes de los convencionales. Esto es lo que respalda mi afirmación de un altísimo consenso, que es producto de mucho diálogo, de debate, de cambio de opiniones, pero también de síntesis. Entre distintas posiciones de partido de centroizquierda, de centroderecha, primero en el marco de Unidos para Cambiar Santa Fe, y después con otras fuerzas políticas. Y con esto queda claro que no estaba escrita la Constitución. Si bien había proyectos de las distintas fuerzas políticas, incluso de aquellas que integran Unidos para Cambiar Santa Fe, se tuvo que trabajar mucho para buscar ese altísimo consenso. El 48% de los convencionales pertenecemos a Unidos para Cambiar Santa Fe, somos la primera minoría, pero tuvimos porcentajes de 67, 68, 70%, y más, en el voto favorable para distintos artículos. O sea, ese 20, 22% más que obtuvimos es producto justamente del consenso logrado a través del debate, del intercambio de opiniones. Y esto nos deja con una gran satisfacción. —¿Qué avances cree que se lograron desde lo político? —Desde lo político es un avance importantísimo, para mejor calidad institucional en la provincia de Santa Fe. Porque estamos llevando adelante profundas reformas, en el ámbito de los tres poderes, en el Poder Ejecutivo, en el Legislativo, en el Judicial. Se crea un Ministerio Público, donde van a coexistir tanto el Ministerio Público de la Acusación como el Servicio Público de la Defensa Penal. Terminamos con privilegios de la política definitivamente. En primer lugar, se terminan las reelecciones indefinidas para todas las categorías electorales. A partir del 2027, cada ciudadano que se presente como candidato y sea electo para una categoría electoral, ya sea de concejales, intendentes, diputados, senadores o gobernador y vice, va a tener un mandato de 4 años, con una sola reelección de 4 años más. Y en el 2035, si esos candidatos que se presentan en el 2027 son electos y reelectos, va a haber un recambio total de dirigentes en todas las categorías electorales. Y esto es oxigenar la política, tratar de lograr que muchos otros ciudadanos participen y se involucren en la actividad política. —Le escuché decir que Santa Fe es la única provincia que tiene esta cuestión de la limitación de los mandatos en la Constitución. —Si no es la única, es una de las pocas, seguro. Porque no tengo registros de otras provincias. Pero bueno, habría que hacer más exhaustivamente un análisis, una comparación, pero la verdad que es un distintivo de esta reforma. Y esto que nosotros llevamos, la limitación del poder, lo hacemos nosotros desde el poder. Lo hace Unidos, el planteo es de Unidos. En este bendito país, todos los dirigentes políticos que han planteado, hasta de mi partido, que han planteado muchas veces cambios en una campaña, después o se lo ralentizaban o directamente no se cumplían en la gestión de gobierno. Nosotros manifestamos esta cuestión y la hemos cumplido. Donde hay claramente una limitación de la reelección indefinida. Se terminaron. Como se terminaron los fueros parlamentarios. Cuando hoy un legislador sea convocado o requerido por la Justicia, por una cuestión que tenga que ver con una posible investigación de una comisión de delito, automáticamente tiene que presentarse. Y esto también es una cuestión importante. —¿Qué otra reforma política considera clave? —La representación en la Cámara de Diputados. Antes, la fuerza que ganaba por un voto, así sacara el 30, el 32, el 35% de los votos, se llevaba la representación de 28 diputados y el 65% restante de todas las fuerzas políticas se llevaban por sistema 22 diputados. Era injusto esto. Porque de alguna forma no se respetaba la voluntad popular. Bueno, esto cambia a partir de esta nueva Constitución. Y entonces los diputados serán elegidos y cada fuerza política tendrá una representación, superando un piso, que hay que establecerlo, pero tendrá una representación de acuerdo a los votos que ha obtenido. Eso también es más justo y más representativo de la voluntad popular. Después, los derechos que hemos consagrado en la nueva Constitución, colectivos que estaban invisibilizados. Derechos que con medidas de acción positiva vamos a proteger, para personas con discapacidad, personas adultas mayores, para los pueblos originarios, para niñas, niños, adolescentes, para las mujeres, para la diversidad, para las juventudes, además de ampliar derechos que ya estaban consagrados en la Constitución de 1962, como la salud, la educación, el trabajo y la cultura. —La autonomía municipal fue una de las claves también. —Avanzamos en la autonomía de los municipios y comunas, y ahí sí bajamos los costos de la política, porque terminamos con las elecciones de medio término en prácticamente 315 localidades, que van a ser todas municipalidades ahora. ¿Por qué? Porque se elegían presidentes comunales cada 2 años. Entonces, el presidente comunal que habíamos elegido ahora, y que asumía el 10 de diciembre, en enero, febrero ya estaba pensando que al año siguiente tenía elecciones, estaba más con su cabeza en la reelección o en tratar de hacer cosas para seguir adelante con su proyecto político. Con esto va a poder planificar, va a tener 4 años para planificar. Va a poder llevar adelante una tarea de gobierno más prolija, más tranquila, y claramente vamos a bajar los costos de la política, porque ya no va a haber campañas cada dos años, multiplicada por dos, tres, cuatro fuerzas políticas, que podían llegar a participar en una elección en una localidad. Como tampoco el Estado va a tener el costo de la organización del comicio, que va a ser cada 4 años y no cada 2 años. Son todas cosas muy fuertes, muy importantes. Más si sumamos la cláusula Malvinas, la no transferencia de la Caja de Jubilaciones, que va a quedar en la órbita provincial, si sumamos la instauración de Ficha Limpia en el texto constitucional. Pasamos a ser la segunda provincia que va a tener ficha limpia en la Constitución. —Supongamos que invertimos los roles, Felipe, y usted tiene que hacer una nota de la Constitución y entre todo esto positivo que usted detalla, tiene que elegir un logro, ¿Cuál elegiría? ¿Cuál usaría para un título? —Terminar con los privilegios de la política. Y se lo dice un político de todos los días, que se pone en el rol de ciudadano. Quiero que se mejore, que mejoremos desde la política, porque todos los días hay que tratar de dar el ejemplo y de estar a la altura de las circunstancias. Y me parece que con estos cambios, vamos a tener un recambio permanente de dirigentes. A ver, fue un debate este tema de los legisladores. Usted sabe que Estados Unidos es una democracia muy antigua, una democracia estable donde los legisladores están 30, 35, 40, 50 años, hasta que se mueren prácticamente. Son electos y tal vez terminan muriendo en el cargo. Pero bueno, esto fue un debate en Unidos. Había muchos dirigentes, que no son legisladores, que decían: «El valor mayor que tiene el legislador no es solamente la identidad, la sapiencia, es la experiencia». Yo les decía que no hay problema, porque estará cuatro años sin ocupar la banca y podrá volver, si fue buen legislador. Y estaremos formando otros legisladores que vamos a tener, como un titular y un suplente, para que vayan ejerciendo el rol del legislador. Es necesario también oxigenar, cambiar, sangre nueva, que se formen. —¿Qué le hubiera gustado que tuviera esta Constitución y que finalmente por este juego de equilibrios de la política no se pudo tener? —No, la verdad que no vi un tema que me hubiera gustado, porque la verdad que se abordaron todos los temas. Eran 42 artículos los que estaban habilitados para reformar, para modificar, pero además se incorporaron 46 artículos nuevos. Y la Constitución tenía 116 artículos, con las disposiciones transitorias. O sea, 115 artículos más las disposiciones transitorias. Y pasa a tener 161, más 27 cláusulas transitorias. Ahí está, yo entiendo, el gran salto de calidad o de actualización a los tiempos que estamos viviendo. Convengamos que aquella Constitución se dio a las apuradas, porque ya estaba el golpe de Estado a nivel nacional. Y estaban esperando que se destituya al gobernador en cualquier momento. No había televisión, no había computadora, no había internet, no había teléfonos celulares. En los pueblos del interior no teníamos luz, no teníamos energía. En la mayoría de los pueblos no había rutas pavimentadas. Y la verdad que era necesario que actualicemos la Constitución. Era muy necesario. Por eso digo, creo que respondiendo otra vez la pregunta que usted me hacía, no veo un tema que nosotros hayamos dejado de ver o de consagrar, porque la verdad que se tomaron de todos los proyectos en esa participación ciudadana que hubo, con casi 700 notas, proyectos y demás. Se tomaron cosas, lo que cada partido proponía también, salvo alguno que fue una negativa rotunda. —¿Cómo vio el rol de la oposición? —Yo valoro todo, porque cada uno tiene su posicionamiento y su mirada, y tenemos que respetar a todos, incluso a los que disienten profundamente con lo que nosotros planteábamos. Pero hay una diferencia entre los planteos que hacía La Libertad Avanza, que era más institucional, y la crítica permanente del sector de (Amalia) Granata que no te terminaba nunca de hacer un aporte propositivo. Incluso en los discursos, si usted ve el discurso final de presidente de bloque que hizo Granata comparado con el de Nicolás Mayoraz, hay una diferencia. Hasta yo tuve que llamar la atención a Granata para que pare con las ofensas, que no tenían nada que ver con el proceso de reforma que estamos llevando adelante. Nosotros nos quedamos con lo positivo. Con esto de que siempre se trabajó, que siempre se buscó el debate, que hasta último momento hubo que estar corrigiendo cuestiones que todos señalaban, en el punto, en una coma, en un acento, en una palabra para poder tener el mejor texto. Y por supuesto esto es perfectible, no es la mejor Constitución, es la Constitución posible. Pero es una constitución moderna, es una constitución que nos pone a la vanguardia en el contexto nacional. Si la anterior Constitución, a las apuradas y con mucho esfuerzo, pudo tener vigencia 63 años y 149 días, me animo a decir que esta también va a tener varias décadas de vigencia para mejorar la institucionalidad y la calidad de vida de todos los santafesinos. —¿Este consenso logrado ayuda en épocas de poca asistencia electoral y desencanto general? —Yo creo que ayuda, porque son ejemplos que intentamos dar quienes estamos circunstancialmente en la actividad política. Y que queremos mejorar las cosas o mejorar por lo menos esta actividad, que es la política. Creo que es un ejemplo del trabajo que se ha hecho en la Constitución y de intentar la mayoría de las fuerzas políticas o los bloques parlamentarios lograr una mejor Constitución. Creo que también es un ejemplo para el ámbito nacional. —Incluso porque en la previa de esta reforma, y antes de que se votara y demás, muchos tenían miedo de que esta reforma terminara siendo presa de los signos de la época. Y terminara con un aire de libertarismo. —Yo creo que es una reforma equilibrada. No es ni progresista ni conservadora. Es equilibrada y me parece que tiene que ver con los tiempos que estamos transitando y los tiempos por venir. Necesitamos más equilibrio en la República Argentina, menos grieta, más diálogo, más acuerdo, más entendimiento, porque es la única forma en que vamos a salir definitivamente adelante. —Normalmente la política tiende a identificarse más y hacer una valoración positiva del término progresista. Usted pone por encima de eso el término equilibrado… —Había posiciones muy rígidas, de un lado y de otro, y cada uno ha cedido un poco para buscar justamente ese equilibrio. Un poco lo que nosotros planteamos en lo político. La avenida del medio. Ni un extremo ni el otro extremo. Y creo que es lo que necesitamos en Argentina. Estoy totalmente convencido. —¿Me da un ejemplo de una discusión en la reforma donde se llegó a un punto de equilibrio entre dos extremos? —Hubo temas que hubo acuerdo general, como en el caso Malvinas, pero hubo otros temas que hubo que discutir mucho. Por ejemplo, en el artículo 3, en el tema religioso. Hubo que buscar una definición que atienda todas las expresiones, todas las manifestaciones y las ideas. Bueno, hubo que trabajar esa cuestión. O en términos que tenían que ver con la educación, entre la educación pública, la educación pública de gestión privada, en la terminología y demás. Bueno, en todas estas cuestiones era no irnos ni a un lado ni al otro. Era tratar de buscar justamente la síntesis, para que los artículos que expresemos reflejen, no tal vez la unanimidad, porque es casi imposible, pero sí la amplia mayoría. En este momento no se me vienen a la mente, pero hay muchísimas otras cuestiones. Por ejemplo, no sé si encasillarlo como progresista o como conservador, pero la transferencia de la Caja de Jubilaciones. En una palabra estábamos trabados. Creo que era la palabra indelegable, que no cerraba bajo ningún punto de vista. El tema es que nosotros no vamos a transferir la Caja, no la vamos a transferir. Y entonces, ¿por qué no poner que la Caja es intransferible? Ahora es intransferible, pero tiene que también promover la sustentabilidad de la Caja. Porque no es gastar el dinero de la mayoría de los santafesinos. Tenemos que hacerla sustentable, porque es un sistema de reparto, un sistema solidario. Tenemos que hacerlo con responsabilidad y con buena administración. Y en los artículos lo que nosotros terminábamos expresando es ese punto de equilibrio tan necesario para buscar el máximo respaldo. —Hay una gran tarea por delante para dar a conocer la nueva Constitución. —Ya hemos charlado con el ministro (de Educación) José Goity, para que alrededor de 900.000 niños y jóvenes en más de 8.000 escuelas que tiene la provincia puedan llevar adelante la jura de fidelidad a la Constitución, así que estamos también trabajando en eso, porque entendemos que es muy importante.
Ver noticia original