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Fecha: 13/09/2025 08:22
El vicepresidente de la Cámara de titulares de salones de peluquerías y afines de Rosario, Mariano Berrone, habló en el programa La Barra de Casal y se refirió al fenómeno que se genera con la aparición de cada vez más salones de barberías y peluquerías para hombres. «El fenómeno de la barbería empieza como tal a tomar dimensión como la vemos hoy, a partir del año 2015. Empieza en el 2010 en Europa, en Estados Unidos, con una fuerte mirada al vintage, o sea, a la barbería de navaja, etcétera. Hay países que siempre lo conservaron como Estados Unidos, Inglaterra, Francia o la misma Italia. Luego cayó en el desuso y vino la peluquería tradicional de hombres, o sea, la de peine y tijera, que todos conocen, y luego nuevamente cobra vigor estas barberías con maquinitas, ¿no es cierto?, que prácticamente uno las asocia, las maquinitas y las navajas, a este nicho de servicio que se prestan en las barberías». Berrone dijo que en su mayoría son superficies reducidas en donde trabaja a veces una sola persona o también se dan casos en lugares un poco más grandes que se comparten con varias personas trabajando en simultáneo. «Es un fenómeno que causa notoriedad porque nosotros más o menos tenemos, no son datos oficiales, porque no todos oficializan la apertura, pero estamos hablando de unos entre 13.500 a 17.000 peluquerías y barberías en toda la ciudad». Sin embargo y pese al boom de lugares, el referente del sector dijo que actualmente el mismo se encuentra en crisis justamente por esta proliferación de espacios. Muchos emprendedores apuestan a abrir barberías tras recibir una indemnización laboral o luego de hacer cursos cortos de peluquería, pero la realidad es que la actividad atraviesa un momento crítico, como reconocen también desde la Asociación Empresaria Rosario. Otro aspecto clave es la diferencia de tarifas entre peluquerías masculinas y femeninas. En las barberías, los precios son generalmente más bajos, lo que impacta en la rentabilidad. Además, existe una percepción errónea de que el servicio consiste únicamente en cortes con máquina. “La peluquería masculina debería ser más integral: incluir técnicas de peine y tijera, dominar recursos y adaptarse a las tendencias. Si uno se queda solo con lo que está de moda, corre el riesgo de quedar estancado». Las modas influyen fuertemente en la demanda. Primero fueron los cortes inspirados en futbolistas como Rodrigo De Paul o Lionel Messi, quienes marcaron estilo con sus looks. Actualmente, gana terreno el “corte italiano” o estilo Colapinto, más largo y elegante, que exige mayor destreza con la tijera. En cuanto a la barba, Berrone resaltó su valor estético: “A muchos nos salvó. Funciona como complemento facial, pero debe llevarse con higiene y cuidado. Por eso, el retorno de los clientes al salón suele ser cada 21 días”.
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