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  • La Universidad Católica de Santa Fe forma docentes para la era de la IA – El Santafesino

    » El Santafesino

    Fecha: 11/09/2025 16:09

    La metodología STEAM se consolida como una respuesta pedagógica clave ante los desafíos tecnológicos. La Universidad Católica de Santa Fe ofrece formación especializada a través de una diplomatura virtual de 200 horas. Facebook Twitter WhatsApp En un mundo cada vez más complejo, atravesado por avances vertiginosos en inteligencia artificial, sobreabundancia de información e hiperestimulación constante, los procesos de enseñanza-aprendizaje enfrentan desafíos profundos. La educación ya no puede limitarse a transmitir contenidos: necesita formar personas capaces de pensar críticamente, resolver problemas reales y colaborar en entornos diversos. En este contexto, la metodología STEAM emerge como una propuesta innovadora que busca transformar la manera en que enseñamos y aprendemos. STEAM es el acrónimo de Science (Ciencia), Technology (Tecnología), Engineering (Ingeniería), Arts (Artes) y Mathematics (Matemáticas). A diferencia de los enfoques tradicionales, que enseñan estas disciplinas por separado, STEAM las integra en un marco interdisciplinario, promoviendo el trabajo en equipo y el abordaje de desafíos que reflejan problemas del mundo real. Esta metodología fomenta el aprendizaje aplicado, el pensamiento crítico y la creatividad, especialmente gracias a la inclusión de las artes, que potencia el pensamiento lateral y la capacidad de imaginar soluciones originales. Con el objetivo de acompañar a los docentes en esta transformación educativa, la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Católica de Santa Fe lanza la Diplomatura en Aprendizaje STEAM/MAKER con enfoque en Inteligencia Artificial, una propuesta formativa que comienza el 16 de septiembre y se dicta completamente en modalidad virtual. Este espacio busca preparar a los educadores para enfrentar los desafíos del presente y del futuro, brindándoles herramientas para repensar sus prácticas y potenciar el rol de la escuela como espacio de creación y reflexión. Buscar soluciones, sin miedo a errar Hoy, los docentes enfrentan un escenario en el que el acceso a la información ya no es un privilegio exclusivo del aula. Los estudiantes pueden obtener datos en grandes cantidades, pero eso no significa que la escuela deba vaciarse de contenidos. Por el contrario, el nuevo paradigma educativo propone comprender cómo y por qué las ciencias nos interpelan, partiendo de problemas reales para buscar soluciones multifocales. La metodología STEAM promueve el “hacer, resolver, pensar juntos y producir”, alejando a los estudiantes del consumo pasivo y acercándolos a una cultura de la invención y la colaboración. Esta perspectiva se alinea con el enfoque de la diplomatura de la UCSF, que invita a los docentes a trabajar desde el aula con desafíos que permitan descomponer lo complejo en situaciones simples, desde las primeras infancias. Se trata de ofrecer un campo fértil para las preguntas poderosas con las que todo niño nace, y que son la base de la curiosidad y el aprendizaje profundo. La diplomatura está dirigida principalmente a profesionales de la educación de nivel inicial y primario, aunque también pueden cursarla estudiantes avanzados de profesorados, terapistas, acompañantes y personas interesadas en comprender nuevos enfoques pedagógicos. La propuesta parte de la idea de que el cambio educativo es “mental y no solo tecnológico”, y que todos podemos ser parte de esta transformación. Habilidades para el siglo XXI STEAM no solo enseña contenidos: desarrolla habilidades esenciales para el siglo XXI, como la comunicación, la argumentación, el trabajo colaborativo y la resolución creativa de problemas. Al integrar una dimensión lúdica, otorga a los estudiantes un rol central en el proceso de aprendizaje, generando ambientes donde el disfrute y la curiosidad son motores del conocimiento. En este modelo, el rol del docente se redefine: ya no es solo transmisor de saberes, sino guía, tutor y facilitador de experiencias significativas. El estudiante, por su parte, se convierte en protagonista, aprendiendo a tomar decisiones y resolver problemas con autonomía. La diplomatura de la UCSF acompaña esta evolución, ofreciendo una formación que va más allá del uso instrumental de la tecnología. Busca potenciar la inteligencia humana, revalorizar el rol docente y formar educadores capaces de comprender, moldear y superar a la inteligencia artificial en creatividad y pensamiento crítico. La diplomatura La formación consta de cuatro seminarios consecutivos, con una carga total de 200 horas, a cargo de las licenciadas Patricia Ramírez, Amalia Boccolini y María Rosa Fernández. Entre los objetivos de la diplomatura destacan el desarrollo de un diálogo pedagógico innovador sobre los nuevos perfiles de aprendizaje, la producción de tecnologías aplicables en el aula y la promoción de competencias cognitivas y sociales en una cultura empática y resolutiva. En definitiva, la diplomatura propuesta por la Facultad de Filosofía y Humanidades se presenta como una oportunidad para repensar la educación desde una mirada integral, creativa y comprometida con los desafíos del presente. Porque formar docentes para la era de la inteligencia artificial no es solo enseñar tecnología: es formar personas capaces de imaginar, crear y transformar el mundo. Para inscripciones y mayor información, escribir al correo extensionffyh@ucsf.edu.ar. Herencia, compromiso y vinculación en tiempos de cambio Magín Ferrer da cuenta de los desafíos en su gestión como decano de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UCSF. En febrero de 2025, asumió el decanato de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Católica de Santa Fe, el magister Magín Ramón Ferrer. Pasados ya unos meses desde, en una conversación franca y amable, compartió su visión sobre la unidad académica, las prioridades de su gestión y el legado de una Facultad con historia que lo inspira. Legado y gratitud Ferrer reconoce con profundo agradecimiento los años compartidos junto a la anterior decana, la doctora Zully Degano, quien lideró la facultad durante cuatro mandatos. “Intenté aprovechar, escuchar y absorber la enorme experiencia que ella tenía al frente de la unidad académica”, expresó. Y agregó: “su vitalidad era algo que inspiraba a seguir y, sobre todo, los valores y principios que tenía y transmitía”. Con afecto, Ferrer la describe como su “madre política”, con quien compartió “muchas horas de trabajo, de amarguras, de alegrías, de satisfacciones y de fracasos”. Destaca especialmente su generosidad: “Siempre fue muy generosa conmigo, me presentaba en todos los espacios. Eso me permitió crecer”, asegura sabiendo que la doctora Degano continuará ligada a la facultad y a la universidad. Una Facultad de puertas abiertas En la gestión anterior se habían propuesto consolidar una facultad de puertas abiertas, y Ferrer reafirma ese compromiso como eje central de su decanato. “Nos propusimos conformar un equipo de trabajo que abordara todas las cuestiones, desde la más chica a la más grande. No preocuparnos, sí, ocuparnos”, señala. Este enfoque implicó reuniones con alumnos, docentes y otras áreas, lo que permitió diagnosticar la situación institucional y recomponer vínculos con todos los estamentos que integran la universidad. “Mi propuesta personal es continuar con esta política de puertas abiertas y llevar a la facultad al mejor nivel posible en la actualización de los procesos de educación jurídica”. Formación jurídica en tiempos de cambio La irrupción de la tecnología, especialmente tras la pandemia, ha transformado profundamente el ejercicio profesional del derecho. El teletrabajo, la firma digital, el uso de WhatsApp en relaciones laborales y la inteligencia artificial son algunos ejemplos. “No estamos ajenos a estos cambios y necesitamos abordarlos para incorporarlos al proceso educativo”, afirma. Su objetivo es que los egresados tengan las herramientas necesarias para no detenerse ante una realidad avasallante y de constantes vaivenes en todos los ámbitos de la vida. En este sentido, desde la dirección de la FDCP están convencidos de la importancia de formar en el saber hacer, en el ejercicio práctico de la profesión, y en las habilidades blandas. Con este norte, actualizaron los programas de los talleres de práctica profesional en la carrera de Abogacía, y se lanzaron al ruedo nuevos planes de carrera adaptados a las necesidades del mercado laboral. En el rediseño del plan de Martillero Público y Corredor Inmobiliario, trabajaron en estrecha vinculación con ambos colegios profesionales; en el caso de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, lograron un nuevo plan más focalizado en la disciplina, con mayor carga de materias de neto corte internacionalista. Ferrer aspira a que la FDCP se convierta en una facultad de renombre, primero dentro de la universidad y luego en el ámbito social. “Hay que estar, acompañar a los docentes cuando participan en jornadas, promoverlos, que proyecten. Es una tarea larga, que lleva tiempo y esfuerzo, pero vale la pena”, sostiene. Identidad y diferencial La trayectoria institucional, el estilo formativo y la identidad cristiana de la Universidad Católica de Santa Fe imprimen un sello distintivo a su propuesta académica, que se refleja también en las carreras de la Facultad de Derecho y Ciencia Política. En ese sentido, el decano Magín Ferrer destaca con convicción: “el perfil del egresado que nosotros buscamos es humanístico cristiano, con principios y valores que tienen que ver con la fraternidad, la igualdad y la justicia social”. Este enfoque se complementa con una atención cercana y personalizada hacia los estudiantes. “Nos ven acá, nos pueden encontrar. Contamos con áreas que intervienen permanentemente, acompañando, previniendo y atendiendo sus problemáticas”, señala Ferrer, subrayando el compromiso institucional con el bienestar y desarrollo integral del alumnado. La propuesta académica se caracteriza por su continuidad y estabilidad, con clases presenciales y virtuales que se sostienen más allá de las coyunturas del país. A esto se suma la calidad del cuerpo docente, integrado por profesionales de reconocida trayectoria, entre ellos jueces y referentes del ámbito jurídico y social, lo que aporta un valor agregado a la formación. En línea con los desafíos contemporáneos, la facultad también promueve activamente el programa de movilidad internacional, que continúa creciendo y ofreciendo nuevas oportunidades de formación en el exterior. “Me parece que la diferencia está y es notable, palpable. Creo que esa es la principal razón por la cual nos eligen”, concluyó Ferrer.

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