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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 11/09/2025 12:38
Almeyda reflexionó sobre la depresión en el fútbol Matías Almeyda, actual entrenador del Sevilla de España, puso sobre la mesa un tema poco explorado y tabú en el fútbol profesional: la depresión. En conferencia de prensa antes del duelo contra el Elche, el técnico argentino relató de manera directa el impacto que tuvo esta problemática en su vida, aportando testimonios personales y una visión humanizada del deporte que rara vez trasciende fuera de los vestuarios. La pregunta que disparó la reflexión llegó por un cronista del programa El Chiringuito: “Ha comentado antes la depresión que tuvo usted, cómo fue irse al campo con las vacas. No sé si podría explicar un poco cómo fue ese proceso y cómo lo traslada al día de hoy a los jugadores en el sevilla”, planteó. El Pelado describió ante la prensa un ciclo de cinco años marcado por la depresión mientras militaba en uno de los clubes más importantes de Europa. “Tengo mucha experiencia para hablar de eso. Tuve cinco años que sufrí bastante y fui ayudado por mi familia, por profesionales. Yo jugaba en el Inter de Milán y fui con Moratti y le dije que no quería jugar más. Tenía dos años más de contrato en ese momento. Pero así fue mi vida, por eso cuando les digo que no vendo humo, no los vendo. Trato, por lo menos. Y si lo hago, inconscientemente”, expresó el técnico que vistió de Neroazzurro entre 2002 y 2004, previo paso por Brescia y Quilmes que decantaron en su primer retiro del fútbol. La decisión de marcharse del club italiano mientras su contrato seguía vigente sorprendió en aquel momento. Pero para Almeyda, la presión y el vacío que siente el futbolista al margen del juego superaron los incentivos deportivos y económicos. Hizo especial hincapié en cómo el fútbol de alto nivel ofrece una sensación de pertenencia, relevancia y valoración que desaparece abruptamente tras la retirada. “Cuando se deja de jugar al fútbol, el noventa y cinco por ciento de los futbolistas, al otro día que dejó de jugar, el teléfono no le suena nunca más. Te llaman cada tanto para hacerte un reportaje. La cantidad de amigos que tenía no están más”, rememoró durante la conferencia, subrayando que incluso leyendas como Diego Armando Maradona enfrentaron cuadros similares: “Fui amigo de Maradona. Al mejor le pasó lo mismo. Entonces, si le pasó a él, le va a pasar a todos”. El propio entrenador de 51 años confesó que esa experiencia fue determinante para elegir el camino de la dirección técnica. Almeyda observa en el fútbol profesional una sombra inevitable que persigue a la mayoría de quienes cuelgan los botines: la soledad y el desencanto personal. “Es una parte fea, una parte oscura que tiene un jugador que deja de jugar. Por eso priorizo que amen el fútbol y que lo jueguen hasta donde puedan”, argumentó. La conferencia giró inicialmente en torno a preguntas sobre varios futbolistas, entre ellos Alexis Sánchez, pero la conversación derivó hacia el “estado de ánimo” tanto en la vida como en el rendimiento deportivo. “Tengo hijas y quiero que sean felices. Mi madre va a cumplir 80 años y quiero que sea feliz. Vivimos en un mundo donde no toda la gente es feliz, por diferentes motivos. Me canso de hablarle al grupo lo que es la felicidad. La felicidad deportiva te lo dan los triunfos. Eso te permite que haya paz, que puedas corregir y que seas feliz, entrecomillas. Depende de cómo miremos. Todos queremos ser felices. Ahora, hay una verdad. Cuando uno es feliz va a rendir más. Si uno entra a una oficina ve cara con una raya en el medio, este tipo me está dando algo negativo. Lo negativo hay que dejarlo de lado. Creo mucho en eso de la energía. Lo positivo va a llamar a lo positivo y lo negativo a lo negativo”, manifestó. Almeyda inició un nuevo ciclo como DT en el Sevilla El impacto psicológico tras la retirada deportiva no es sólo una teoría para Almeyda. Aunque llegó a trabajar en el campo como una vuelta a orígenes humildes, el regreso a River Plate después de superar su depresión marcó, según sus palabras, la mejor etapa de su carrera sobre el césped. “En el fútbol, el tema del análisis que se hace con los años es muy apresurado. Yo jugué hasta los 30 en el Inter. No tenía más ganas de jugar al fútbol y me fui al campo, con las vacas, los caballos. Tuve una gran depresión. A los 35 decidí regresar, después de no entrenar y volví a River. Fue mi mejor etapa como futbolista. Veía cosas que antes no las veía, resolvía situaciones que antes no las resolvía. Lo que noto en Alexis y otros muchachos es que no todos disfrutan del fútbol. Muchos confunden el disfrutar el disfrutar con ganar dinero”, subrayó durante la rueda de prensa. Almeyda afirmó que muchos juicios externos sobre la vida de los futbolistas surgen por desconocimiento. “Presión es poder tenerlo todo y no tener nada. Presión es que te vean tirado como un perro y que nadie entienda. Todos te dicen: ‘¿Qué problema tenés? Tenés todo’. Mmm, no”, relató. “Desde que soy entrenador me he convertido en una especie de casi psicólogo. Detecto al depresivo, detecto al que durmió mal por diferentes motivos, detecto al que tiene una cara extraña porque no lo pongo y por eso voy a confrontar con ellos de una manera leal y desde lo más profundo del corazón para poder sacar todo lo que tienen adentro”, explicó. Matías Almeyda recaló en el conjunto andaluz tras su paso por el AEK Atenas. Desde su llegada a inicios de temporada disputó tres partidos: derrotas contra Athletic Bilbao y Getafe y victoria contra Girona. Este viernes recibirá en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán al Elche, con la intención de escalar posiciones y arrimarse a los puestos que brindan un boleto a las competencias europeas.
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