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Parana » Informe Digital
Fecha: 11/09/2025 09:01
La designación de Lisandro Catalán tomó por sorpresa hasta a su propio equipo. La decisión, que llegó luego de la contundente derrota de La Libertad Avanza en Provincia de Buenos Aires, se tomó en total hermetismo y luego de que los gobernadores hicieran llegar su enojo por la falta de respuestas frente a sus reclamos económicos, que tomaron mayor potencia luego de que los armadores del oficialismo echaran por los aires los acuerdos electorales en las provincias. El nombramiento del flamante ministro fue un movimiento acordado en conjunto por los hermanos Javier y Karina Milei y acatado sin mayor remedio por Santiago Caputo, asesor presidencial y todavía miembro del Triángulo de Hierro. Luego de chocar de frente con los más de trece puntos que Fuerza Patria le descontó al espacio violeta en territorio bonaerense, el presidente entendió que era momento de dejar ver su gestión pasar y se arremangó para meterse de lleno en el barro. El libertario no sólo montó una sobre exagerada escena de trabajo con su mesa chica, también buscó dar soluciones de bajo calibre y potencia. Lisandro Catalán nuevo ministro de Interior. El ascenso laboral de Catalán llega para responder la demanda de los gobernadores que, como contó este medio en su edición del lunes, exigían que el gobierno designe un nuevo Ministro del Interior que tenga poder político para responder a sus encargos. El pedido fue escuchado a medias. La llegada del segundo de Guillermo Francos no fue lo esperado por varias provincias, que entienden a su designación como una provocación. En julio, el ahora ministro fue el enviado del gobierno a la cumbre que los mandatarios solicitaron en el CFI, cuyo fracaso derivó en la presentación del proyecto de ATN que el presidente vetará este jueves. Pese a este escenario, en el oficialismo pretenden que el nuevo ministro logre ser quien cierre filas con las provincias aliadas que coordinan Marcelo Orrego (San Juan); Rogelio Frigerio (Mendoza); Alfredo Cornejo (Mendoza); Leandro Zdero (Chaco), para las que el gobierno prepara recomposiciones económicas y políticas, como la entrega de segundas y terceras líneas del organigrama estatal, caramelos de madera para aquellos que cedieron hasta la identidad de sus fuerzas políticas en pos de alinearse a La Libertad Avanza en octubre. Catalán deberá, también, intentar ampliar la base de negociaciones con aquellos gobernadores que Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem decidieron dejar afuera de los acuerdos partidarios, a sabiendas de las negociaciones subterráneas que Santiago Caputo mantuvo durante meses con varios caciques. Gustavo Sáenz (Salta) y Gustavo Valdés (Corrientes) son las caras visibles del destrato karinista. Ambos gobernadores fueron desafiados en sus provincias por los armados libertarios, una traición que ninguno perdonó. Zdero, gobernador del Chaco, aliado de Milei. El mismo modus operandi se llevó adelante con Osvaldo Jaldo, quien hasta prefirió recomponer su vínculo con Juan Manzur antes que ceder ante las leoninas exigencias que el mayor de los Menem bajaba en nombre de Karina. El gobernador de Tucumán no perdona que Lisandro Catalán, apoyado por la hermanísima, insista en disputarle el territorio en 2027 pese a que desde otro salón de la Rosada le prometieran tranquilidad en la provincia a cambio de apoyo en el Congreso. Cuando la interna partió la convivencia de una Casa Rosada loteada como pocas, la división de bienes dispuso a Catalán como un hombre del karinismo. Pese a que en los primeros meses de gestión -durante las maratónicas jornadas de rosca y negociación por la Ley Bases- el entonces viceministro supo ser anfitrión del asesor y sus Marlboro Box, una dinámica que la Guerra Fría en el triángulo gobernante se ocupó de derretir. La ambición electoral del tucumano lo llevó a acurrucarse bajo el ala de la secretaria general, quien no sólo le prometió apoyar su juego en la provincia, sino que además le habilitó a trabajar codo a codo con Lule en la confección de las listas legislativas. Iñaki, la «Pepona» Gutierrez, tiktoker personal del presidente. Foto: Telam Este jueves, el ahora ministro del Interior viajará junto a Karina Milei y Martín Menem a Tucumán para lanzar la campaña en la provincia. Con ellos también viajará Iñaki Gutierrez, el tiktoker personal del presidente, quien podría empezar a colaborar en la comunicación digital del tucumano. El alter ego rubio de Javier Milei visitó este miércoles la Casa Rosada para ultimar los detalles de un road trip que no tiene a ningún representante de Las Fuerzas del Cielo, la orga de Santiago Caputo, entre sus invitados. La hermana del presidente, quien salió ilesa del escándalo que la tiene como involucrada en una supuesta red de coimas integrada por la ANDIS y el laboratorio Suizo Argentina, no titubea a la hora de quitar de su camino a todos aquellos que osen desafiarla. Por eso, además de no aceptar que el piberío celestial siga confrontándola en redes, Karina profundizará su decisión de dejar afuera de la mesa de los grandes a los ahijados políticos del asesor y todo aquel que se referencia en él y no en su escritorio. Por caso, Guillermo Francos, siempre dispuesto a ser reconocido como un hombre de diálogo, mantuvo el equilibrio con una leve inclinación hacia el ala caputista, una preferencia que la hermanísima suele no perdonar. Desde hace meses, desde el karinismo dejaron correr versiones sobre el deseo de la secretaria general de ampliar su poder en el gabinete. La silla que ahora ocupará Catalán es cotizada por varios sectores. La elección de octubre empujará al gobierno a, inevitablemente, reconfigurar todo el gabinete por la salida de Patricia Bullrich y Luis Petri, quienes dejarán sus cargos en Seguridad y Defensa para desembarcar en el Congreso. En ese cambio, que será leído como una oxigenación para la segunda mitad de la gestión, ambos bandos del oficialismo especulaban con meter su cuña. Las versiones sobre la posible salida de Francos nunca cesaron y, antes de la designación del tucumano, se esperaba una sangrienta riña entre Caputo y Menem para hacerse de ambas sillas. En el Salón Martín Fierro fantaseaban con la posibilidad de elegir dirigentes aliados para controlar dos escritorios claves de la gestión. Los nombres de Cristian Ritondo y Diego Santilli nunca dejaron de cotizar. Del otro lado del Rubicón aspiraban a que el propio Lule pudiese entronizarse en el despacho de la planta baja. La decisión final será tomada sólo por un nombre de apellido Milei.
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