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» Radio Sudamericana
Fecha: 09/09/2025 12:40
Lunes 08 de Septiembre de 2025 - Actualizada a las: 10:15hs. del 09-09-2025 IETSE Según el IETSE, una familia tipo necesitó $1.526.000 para no caer en la pobreza. Germán Romero advirtió que septiembre podría marcar un alza mayor y alertó sobre la creciente malnutrición y la dificultad de los hogares para financiar alimentos. El Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) informó a Canal 5TV que la inflación de agosto alcanzó el 2,2%, con un fuerte impacto en la canasta alimentaria, que subió un 2,3%. De este modo, una familia tipo de cuatro integrantes necesitó $1.526.000 para no caer en la línea de pobreza y $812.000 para cubrir la canasta básica alimentaria y evitar la indigencia. El economista Germán Romero, referente del IETSE, explicó que “en julio no se había trasladado a precios la suba del dólar, porque el sector productivo prefirió esperar. En agosto, en cambio, hubo aumentos sensibles: los lácteos subieron 7%, el aceite y la harina 5% y los fideos casi 10%. Esto impulsó la inflación general al 2,2%”. Romero adelantó que septiembre podría mostrar un índice aún mayor: “En el mejor de los casos será similar, pero seguramente con la suba del dólar la inflación de septiembre va a ser más alta”. Más allá de los precios, los indicadores sociales muestran un panorama crítico. “Nueve de cada diez familias financian alimentos: el 41% con tarjeta de crédito, el 38% a través del empleo y un 9% con dinero prestado. Con las tasas más altas y los cupos de las tarjetas recortados, se le está coartando a las familias la posibilidad de alimentarse”, remarcó Romero. El informe del IETSE señala que en agosto el 58% de los hogares no pudo cubrir la canasta básica alimentaria de manera satisfactoria, y que el 50% eliminó al menos una comida diaria. Además, un 31% reconoció que algún integrante de su hogar sintió hambre y no pudo comer, mientras que un 19% admitió haber tenido que pedir dinero o alimentos. Romero subrayó las consecuencias de esta situación: “Hoy las familias se están mal alimentando y endeudando. Al achicarse el cupo de las tarjetas y limitarse el fiado, muchas recurren a préstamos informales con tasas usurarias. Eso es gravísimo porque no sabemos de dónde van a sacar dinero para alimentarse”. En el plano político, Romero vinculó la coyuntura económica con el voto castigo: “El resultado electoral en Buenos Aires tuvo un fuerte impacto en la economía. Los mercados reaccionan de forma histérica y cualquier derrota se traduce en precios más altos. Pero más allá de lo macro, lo que importa es que las familias no pueden recomponer su poder adquisitivo: los salarios están destruidos y las ventas cayeron 19% en lo que va del año”. Finalmente, advirtió sobre el futuro inmediato: “El gobierno puede mostrar números macro, pero la microeconomía está rota. Si la gente no puede comer, no hay plan que resista. Se necesita sensibilidad y medidas concretas para recomponer el poder de compra de la sociedad”.
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