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  • BATACAZO DE FUERZA PATRIA EN PROVINCIA DE BUENOS AIRES: GANA POR 13,08% Y KICILLOF DERROTA A MILEI EN UNA ELECCIÓN QUE PUSO A PRUEBA DOS MODELOS

    » Sunchalesdiaxdia

    Fecha: 08/09/2025 10:36

    Get the Flash Player to see this player. ver fotos Foto: Edgardo Gómez Foto: Antonio Becerra (Por: Demián Verduga @DemianVerduga) Hubo, sin embargo, un aspecto racional del discurso del actual presidente en la campaña electoral de 2023. Milei fue el candidato que con más claridad habló de la principal preocupación de la sociedad argentina que era la inflación. Si las cosas que decía eran falacias o verdades no viene al caso. Tenía un diagnóstico y una solución. Algo que no ofrecían los otros candidatos presidenciales por distintos motivos. Milei ganó porque la mayoría de la sociedad argentina creyó que su situación material iba a mejorar. Creyó-equivocadamente-que el ajuste sería sobre otros y que ese ajuste no tendría un impacto sobre la actividad económica en su conjunto. En la Provincia de Buenos Aires está en 50% de la industria nacional argentina. Es el sector más castigado por las políticas de Milei. El presidente ganó por la economía. Y este domingo 7 de septiembre recibió el voto castigo que suele poner la sociedad, en este caso la de la Provincia, cuando las expectativas no sólo no se cumplen, sino que el resultado es exactamente al revés. La mayoría de la población vive peor que antes de que ganara Milei, aunque haya logrado bajar un poco la inflación. La elección de este domingo fue un plebiscito doble. Fue sobre la gestión de Milei y sobre la respuesta del gobernador bonaerense Axel Kicillof. El resultado tiene una contundencia indiscutible. Cifras de la sorpresa Hubo, sin embargo, un aspecto racional del discurso del actual presidente en la campaña electoral de 2023. Milei fue el candidato que con más claridad habló de la principal preocupación de la sociedad argentina que era la inflación. Si las cosas que decía eran falacias o verdades no viene al caso. Tenía un diagnóstico y una solución. Algo que no ofrecían los otros candidatos presidenciales por distintos motivos.Milei ganó porque la mayoría de la sociedad argentina creyó que su situación material iba a mejorar. Creyó-equivocadamente-que el ajuste sería sobre otros y que ese ajuste no tendría un impacto sobre la actividad económica en su conjunto. En la Provincia de Buenos Aires está en 50% de la industria nacional argentina. Es el sector más castigado por las políticas de Milei.El presidente ganó por la economía. Y este domingo 7 de septiembre recibió el voto castigo que suele poner la sociedad, en este caso la de la Provincia, cuando las expectativas no sólo no se cumplen, sino que el resultado es exactamente al revés.La mayoría de la población vive peor que antes de que ganara Milei, aunque haya logrado bajar un poco la inflación. La elección de este domingo fue un plebiscito doble. Fue sobre la gestión de Milei y sobre la respuesta del gobernador bonaerense Axel Kicillof. El resultado tiene una contundencia indiscutible. El triunfo de Fuerza Patria rompió todos los pronósticos. En las encuestas que se cerraron a 48 horas antes de la elección aparecían algunos datos que mostraban tendencias. En la Tercera Sección se veía que la distancia se agrandaba y en la Primera que la pelea se ponía más pareja. Eran los indicadores centrales que anticipaban un triunfo peronista. El resultado en el total provincial fue de 47% para Fuerza Patria; 33,8 para la Libertad Avanza; 5,3 para Somos Buenos Aires y 4,3 para el Frente de Izquierda. Nadie en el peronismo esperaba 14 puntos de diferencia y en el gobierno nacional tampoco. Una de las claves de la magnitud del triunfo estuvo en la Primera Sección. El ministro de Infraestructura bonaerense Gabriel Katopodis consiguió el 47% de los votos y le sacó 10 puntos de ventaja al intendente de Tres de Febrero Diego Valenzuela. Las expectativas previas eran de una elección pareja. Katopodis hizo una campaña de cercanía. Se subió a los trenes, como había hecho en 2023, se mostró cerca de los votantes, codo a codo. Ahora quedó posicionado para una posible candidatura para suceder a Kicillof en el 2027. En la Tercera, donde Verónica Magario (FP) enfrentaba al excomisario Maximiliano Bondarenko, la sorpresa no fue quién ganó-se esperaba que el peronismo saliera primero-sino la distancia que se logró. Magario se alzó con una diferencia de 25% al conseguir el 53% frente al 28% del candidato de La Libertad Avanza. Esa distancia duplicó lo que esperaban los pronósticos optimistas. La Primera y la Tercera Sacción concentran el 70% del electorado bonaerense, es decir, casi el 25% del electorado nacional. Y ahí también está el grueso de la industria nacional argentina, tan castigada por la política económica de Milei. El otro dato sorpresivo fue que Fuerza Patria ganó en seis de las ocho secciones electorales de la Provincia. Ganó en la Cuarta, en la Séptima, en la Segunda, en la Octava, además de las dos más pobladas. Son secciones que contienen municipios como Carlos Casares, Chivilcoy, Baradero. Es la zona agropecuaria del territorio bonaerense donde el peronismo suele tener más rechazo y donde históricamente tiene más fuerza el radicalismo. Es una señal de que incluso en el sector agropecuario está sufriendo la política económica de Milei y frente a la disyuntiva Milei-Kicillof prefirió a Fuerza Patria. Las terceras fuerzas, Somos Buenos Aires Hecho y el Frente de Izquierda, estuvieron dentro de lo que se esperaba. Dos ejemplos: HECHOS, el frente encabezado por el intendente de San Nicolás Manuel Passaglia, que antes había estado con el PRO, quedó tercer en la única sección donde se presentó, la Segunda, pero sacó el 23% de los votos. Esto le permitirá meter tres diputados en la Legislatura provincial. En el caso del FITU, que sacó 4,3% a nivel provincial, logró su principal objetivo que era defender las dos bancas que tiene en la Legislatura bonaerense y lo consiguió con el resultado en la Tercera donde encabezó Nicolás del Caño. Internas y proyecciones La elección tiene un impacto dentro de las disputas políticas que se libran en cada fuerza. La Para el macrismo, socios menores del oficialismo nacional, el resultado es terminal. Se sometieron a un acuerdo casi humillante para “salvar” algo de la estructura política y fueron llevados a una derrota similar a la que sufrió María Eugenia Vidal en 2019. El acuerdo ya había dejado afuera a varios intendentes que en otro momento comulgaron con el PRO, como Passaglia o Pablo Petrecca de Junín. Ahí estaban las señales de que en el interior rural de la Provincia había un mar de fondo que salió a la luz. En el caso del peronismo las señales de las tensiones surgieron la misma noche del triunfo. Los cánticos que proclamaban la “conducción de Kicillof” mientras el gobernador estaba en el escenario y hacía un discurso que ponderaba a Cristina Fernández indican que las tensiones pueden recrudecer no a pesar sino gracias a la victoria. El gobernador bonaerense tuvo un doble triunfo. Polarizó con Milei. Puso su gestión como contracara de la del gobierno nacional y el 47% de los habitantes del distrito más poblado le brindó su apoyo. Por otra parte, se puso a prueba como estratega electoral. Propuso desdoblar. Eso empujó una máxima tensión con el cristinismo, más allá de que al final del camino se haya logrado un acuerdo. La política es resultadista. “El conductor es un constructor de éxitos”, decía Juan Perón. Cristina, que hoy es presa política, construyó muchos éxitos de todo tipo. Hoy le tocó uno a Kicillof. El peronismo tiene el desafío de preservar el clima de unidad para que en octubre se repita la hazaña electoral. La elección tiene un impacto dentro de las disputas políticas que se libran en cada fuerza. La Libertad Avanza ya venía en una interna casi sangrienta potenciada por los audios del exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo. Los resultados de este domingo auguran nuevas tempestades en los despachos de la Casa Rosada por la estrategia de construcción política que suele enfrentar a Karina Milei y Santiago Caputo. La derrota bonaerense llega sólo siete días después del fracaso libertario en la provincia de Corrientes donde el candidato a gobernador de los Milei no llegó al 10%.Para el macrismo, socios menores del oficialismo nacional, el resultado es terminal. Se sometieron a un acuerdo casi humillante para “salvar” algo de la estructura política y fueron llevados a una derrota similar a la que sufrió María Eugenia Vidal en 2019. El acuerdo ya había dejado afuera a varios intendentes que en otro momento comulgaron con el PRO, como Passaglia o Pablo Petrecca de Junín. Ahí estaban las señales de que en el interior rural de la Provincia había un mar de fondo que salió a la luz.En el caso del peronismo las señales de las tensiones surgieron la misma noche del triunfo. Los cánticos que proclamaban la “conducción de Kicillof” mientras el gobernador estaba en el escenario y hacía un discurso que ponderaba a Cristina Fernández indican que las tensiones pueden recrudecer no a pesar sino gracias a la victoria.El gobernador bonaerense tuvo un doble triunfo. Polarizó con Milei. Puso su gestión como contracara de la del gobierno nacional y el 47% de los habitantes del distrito más poblado le brindó su apoyo. Por otra parte, se puso a prueba como estratega electoral. Propuso desdoblar. Eso empujó una máxima tensión con el cristinismo, más allá de que al final del camino se haya logrado un acuerdo. La política es resultadista. “El conductor es un constructor de éxitos”, decía Juan Perón. Cristina, que hoy es presa política, construyó muchos éxitos de todo tipo. Hoy le tocó uno a Kicillof. El peronismo tiene el desafío de preservar el clima de unidad para que en octubre se repita la hazaña electoral. Fuente: Tiempo Argentino

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