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» AgenciaFe
Fecha: 07/09/2025 02:40
Colón afronta este lunes, desde las 19, con arbitraje de Pablo Giménez, un partido clave en el Brigadier López ante Estudiantes de Río Cuarto por la fecha 30 del grupo B de la Primera Nacional. Más allá de que la meta principal es sumar de a tres para prácticamente asegurar la permanencia, el choque llega cargado de urgencias: el Sabalero acumula cuatro partidos sin ganar en Santa Fe (dos derrotas y dos empates) y atraviesa una racha total de seis encuentros sin victorias. El último triunfo en casa se remonta al 1-0 frente a Almirante Brown. Una eternidad para un equipo que perdió solidez y que dejó escapar puntos que parecían accesibles. Desde entonces, las malas actuaciones en el Brigadier López profundizaron la incomodidad de un equipo golpeado, que pasó de ilusionarse con el Reducido a hundirse en la lucha por la permanencia. La campaña de Colón hasta aquí es, lisa y llanamente, decepcionante. Lejos de las expectativas iniciales, el equipo se metió en un espiral de irregularidad que terminó por aniquilar cualquier sueño de pelear arriba. Hoy, la preocupación pasa por cerrar cuanto antes la salvación matemática, para evitar fantasmas y pensar en reordenar el rumbo de cara al futuro. El duelo ante Estudiantes de Río Cuarto, entonces, tiene un doble valor: ganar no solo significaría un paso gigante hacia la permanencia, sino también sepultar la malaria de resultados en el Cementerio de los Elefantes y darle algo de alivio a una hinchada que hace rato dejó de disfrutar. La necesidad está planteada. Colón no tiene margen de error y sabe que el tiempo se agota: cortar la sequía es imperioso para empezar a levantar cabeza.
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