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Concordia » El Heraldo
Fecha: 06/09/2025 12:41
Desocupación y miseria. Corralito y hambre. Ay de nuestra memoria! El incremento de los suicidios se enmarcaba en esa realidad espeluznante. Es que el suicidio, el acto más íntimo que puede concebir un individuo, es un síntoma social. Es multicausal y multidimensional. Solo puede comprenderse en la articulación de las lógicas históricas sociales, políticas, económicas, laborales, culturales con los procesamientos subjetivos de esas realidades humanas. Ads No es casual entonces, como lo trae Norberto Galasso, que las tasas de suicidio más altas en el país se hayan registrado en la década del 30, la década infame, tomada por la crisis económica derivada del crack del 29, la corrupción política-moral, el desamparo, la miseria y la desocupación, ni que en la década del 90 fueran los adultos mayores, tan agraviados como hoy, quienes expresaran de este modo su rechazo a vivir con indignidad. O que la ola de suicidios de Las Heras, pueblo petrolero del sur argentino, se produjera en el contexto de la privatización de YPF. Suicidios egoístas en la terminología de Durkheim, en los que el sujeto cae abandonado por la sociedad, producto de su descomposición. Entonces ocasionalmente las autodeterminaciones se expresaban de un modo directo como producto de la crisis económica personal, familiar, de la pérdida directa del empleo, del abandono o la violencia, de las pérdidas amorosas o de seres queridos, las tentativas de suicidio revelaban esta trama social de miseria y estrechez, de una violencia y un dolor insoportables, intolerables para un yo absolutamente desvalido. Estas razones determinan que no haya que reducir el campo complejo del suicidio a una dimensión clínica, propia de una patología individual que se abordara con terapias y fármacos. Ads La multidimensionalidad implica una concepción integral del fenómeno del suicidio, como expresión de un sujeto que grita la imposibilidad de habitar un mundo insoportable. De un dolor manifiesto. En esos años del Hospital aprendimos que el suicidio no es un acto impulsivo, brusco, sorpresivo, imprevisible, sino la acción final de un proceso que se puede identificar en su transcurso. De ese modo se puede intervenir preventivamente y que esas intervenciones requieren de un compromiso colectivo, ya que todos los miembros de una comunidad, correctamente informados, pueden operar como agentes de prevención: en primer lugar, la familia, los amigos, los vecinos, los docentes, los profesores de un club, los fieles de una parroquia, policías, bomberos, etc. Comprendiendo que el suicidio se puede prevenir atendiendo a tiempo su historia, su proceso, cambiamos el enfoque individual, asistencial y clínico, expresado en la atención cuando ya se había producido la tentativa, a un enfoque preventivo- comunitario, a través de un trabajo en redes que involucrara a la sociedad. En ese caso fue fundamental la difusión de la información preventiva correcta sobre la infinidad de mitos y creencias erróneas que se montaron históricamente sobre el tabú del suicidio. Ads El mito principal, que se demostró una falsa creencia, es que “las personas que se suicidan no lo dicen y que quienes lo dicen no lo hacen” tan arraigado en el imaginario colectivo y que interfiere en las acciones preventivas. Está demostrado que la mayoría de las personas que se quitaron la vida manifestaron verbalmente sus intenciones y no fueron escuchados. Así en Concordia comenzamos a trabajar con charlas informativas y acciones preventivas para crear esas redes. Del mismo modo acompañamos la creación de voluntariados para la prevención del suicidio en Villa Elisa (“Villa Elisa no estás solo”) y de Chajarí, “SOS vida”, para finalmente crear “Lazos en red”, la red de vecinos voluntarios para la prevención del suicidio de Concordia en 2019, que funciona actualmente con actividades de consultoría y charlas a las instituciones que desarrollo junto con el Dr Cristian Montenegro , talleres de tejido a cargo de Silvia Fernández, Daiana Pintos y Milagros Medina en el “Centro de Jubilados de plaza sol”, el taller de expresión para adolescentes” que funciona en UADER a cargo de Verónica Bordagaray y el espacio de acompañamiento terapéutico grupal a cargo del AT Federico Muntaabski. La creación de los voluntariados intentó visibilizar una situación y contribuir a su abordaje debido a la inacción estatal. A partir del año 2021 y convocado por los Municipios, comencé a desarrollar acciones y estrategias de prevención del suicidio en las localidades de “Los Charrúas”, “Federal” y “Viale”. En el caso de los charrúas, con el compromiso de la comunidad, en una experiencia que ya lleva 3 años y 10 meses la cantidad de casos que era muy elevada se redujo a un solo caso en todo el período. Ads El 10 de septiembre es el día Mundial para la prevención del suicidio y es necesario visibilizar el problema y comprender que es solo con el involucramiento de la comunidad que podremos disminuir la presencia de esta triste realidad, construyendo un mundo mejor, más solidario, empático y amable. En ese marco “Lazos en red” realizara este miércoles 10 en la plaza 25 de mayo una jornada abierta de reflexión para la prevención del suicidio. los esperamos a todos.
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