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» Tu corrientes
Fecha: 04/09/2025 13:20
De a poco, las sospechas más oscuras se van confirmando en el caso del denominado asesino serial de Jujuy. Aunque no se han hallado cuerpos, los peritajes genéticos realizados en la vivienda de Matías Jurado detenido como principal acusado El fiscal regional Guillermo Beller, a cargo de la causa, informó que los últimos cotejos determinaron que los restos corresponden a Miguel Quispe (60) y Juan Ponce (51), ambos reportados como desaparecidos en los últimos meses. “Miguel Quispe había sido visto en junio y no se tenía más precisiones. Juan Ponce andaba en esa misma zona y también fue confirmado el ADN”, precisó. La semana pasada se habían detectado perfiles genéticos aún sin identificar entre las más de 200 muestras recolectadas en la denominada ‘casa del horror’, ubicada en el barrio Alto Comedero de San Salvador de Jujuy. Ahora, con las nuevas coincidencias, se suman a los perfiles ya reconocidos de Jorge Omar Anachuri y Sergio Alejandro Sosa. “Difícilmente se encuentre algún cuerpo, pero las evidencias que recolectamos llevan a ampliar a cuatro los hechos de homicidios agravados”, explicó Beller. El fiscal adelantó que aún restan procesar más de 300 evidencias, y que podrían surgir nuevos perfiles. Por ahora, aclaró, todos los ADN confirmados son masculinos. Jurado, aislado en el penal de Gorriti Jurado permanece con prisión preventiva en el penal de Gorriti, aislado y bajo estricta vigilancia. Según reveló Beller, en la última audiencia el acusado volvió a negar todos los cargos y rechazó cualquier vínculo con las víctimas. La investigación también analiza la posible conexión de Jurado con la desaparición de Juan Carlos González (60) y otro caso en trámite, además de dos expedientes aún no formalmente incorporados a la causa. “Es el caso más impactante que haya tenido esta provincia”, admitió el fiscal regional, quien destacó el rol del sobrino del imputado, clave en la investigación, actualmente bajo custodia de la Dirección de Niñez y Adolescencia. El modus operandi De acuerdo con la reconstrucción judicial, Jurado solía abordar a personas en situación de calle los días viernes, ofreciéndoles trabajos ocasionales o bebidas alcohólicas. Una vez que lograba llevarlas a su domicilio, los investigadores sospechan que las sometía y posteriormente las descuartizaba. Algunos restos habrían sido enterrados en la casa, otros incinerados y, en ciertos casos, descartados en basurales. Herramientas como palas, bolsas, carretillas y ollas halladas en la vivienda refuerzan esta hipótesis. Las pericias psicológicas establecieron que el acusado comprende la criminalidad de sus actos, aunque el móvil y el perfil psicológico aún están en análisis. Fuente. Infobae
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