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  • Señales que revelan a un jefe manipulador en tu trabajo

    » Derf

    Fecha: 03/09/2025 10:26

    La manipulación sutil en el entorno laboral, conocida como gaslighting, afecta la confianza y autonomía de los empleados; un especialista analiza cómo identificarla. Identificar un jefe manipulador no siempre resulta sencillo. Según un análisis del psicólogo Mark Travers para Forbes, este tipo de abuso laboral adopta formas sutiles que van desde la trivialización de las preocupaciones hasta la microgestión excesiva. Los empleados pueden sentir incomodidad, tensión y dudas sobre su memoria sin saber por qué. El gaslighting laboral debilita la confianza y autonomía de los subordinados. “Un día, el supervisor elogia; al siguiente, critica sin motivo aparente. Este patrón provoca que incluso trabajadores competentes cuestionen sus habilidades y decisiones”, explica Travers. La jerarquía facilita que la manipulación pase desapercibida, mientras los empleados experimentan fatiga emocional y aislamiento. Para medir este fenómeno, se desarrolló el Cuestionario de Gaslighting en el Trabajo (GWQ), una escala de 12 ítems que evalúa comportamientos manipulativos que, aunque parezcan triviales, afectan la percepción y autonomía del trabajador. Se centra en trivialización —minimizar preocupaciones— y aflicción —culpa, control e imprevisibilidad—. Entre las 12 señales más frecuentes de un jefe manipulador se destacan: Desviar la culpa hacia ti: “Este patrón genera autoculpa y refuerza el control del jefe sobre el subordinado”. Decir que estás ‘imaginando cosas’: el supervisor se establece como árbitro de la realidad. Comentarios degradantes seguidos de recompensas: provoca dependencia emocional y ajusta el comportamiento del empleado. Palabras que no coinciden con acciones: introduce ambigüedad y mantiene la autoridad. Negar promesas previas: genera aislamiento e impotencia. Restar importancia a quejas: refuerza el poder del manipulador. Tergiversar lo que dijiste: aumenta la presión emocional y la incertidumbre. Control innecesario sobre decisiones: la microgestión reduce la autonomía. Convertirte en tu peor crítico: la autocrítica reemplaza la confianza. Dependencia para tomar decisiones: la iniciativa queda limitada. Agotamiento emocional: disminuye la resiliencia y la productividad. Volatilidad emocional: alternancia entre amabilidad y crueldad mantiene al empleado en alerta. Estas conductas impactan directamente en la vida laboral, generando dudas sobre las capacidades propias y afectando la productividad. Herramientas como el GWQ permiten identificar estas señales, ofreciendo un marco objetivo para reconocer la manipulación psicológica y proteger la autonomía y confianza de los trabajadores.

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