03/09/2025 12:17
03/09/2025 12:17
03/09/2025 12:17
03/09/2025 12:16
03/09/2025 12:15
03/09/2025 12:15
03/09/2025 12:15
03/09/2025 12:13
03/09/2025 12:13
03/09/2025 12:12
» Diario Cordoba
Fecha: 03/09/2025 10:13
En 1979, Michael Palin protagonizó una de las tantas delirantes escenas de La vida de Brian, de los Monty Python, en las que diferentes facciones supuestamente izquierdistas que tienen nombres muy parecidos y buscan liberarse del dominio romano en Judea se matan entre sí. La película se burlaba de todo y todos, al mismo tiempo. Cuarenta y seis años después, el actor británico vivió un momento que podría haber pertenecido a ese filme cuando fue detenido siete horas por un grupo de milicianos en Venezuela mientras filmaba un documental. La noticia fue publicada en ´ The Telegraph`, y cuando semejante despropósito comenzó a comentarse en Caracas irrumpió otra disputa entre la ficción y la realidad de consecuencias más inquietantes. Desde Washington, el presidente Donald Trump informó acerca del ataque contra un barco que "supuestamente" transportaba drogas hacia Estados Unidos y provenía, dijo, de Venezuela. La operación contra el Cartel de Aragua, señaló además el magnate republicano, provoco la muerte de 11 "terroristas". El anuncio fue acompañado horas más tarde por un vídeo de lo que sería una lancha rápida con varias personas a bordo y que es atacada desde el aire. La noticia enmudeció al Gobierno de Nicolás Maduro por unas horas. "Inventan un relato, un cuento que nadie les cree", atinó a decir más tarde el presidente, cuando el silencio comenzaba a hacer mucho ruido. La hipótesis "fake" fue luego ligeramente desarrollada por el ministro de Comunicación e Información, Freddy Ñáñez. Dijo que era "muy probable" que el video fuera creado con Inteligencia Artificial aunque "no puedo confirmar con certeza las herramientas exactas utilizadas". El funcionario apeló a un "informe técnico", supuestamente de su cartera, que descubrió "varias anomalías". La explosión del barco "se asemeja más a una animación simplificada, casi de dibujos animados, que a una representación realista". El movimiento de la lancha carece de "detalle realista" y un comportamiento del agua es "muy estilizado y poco natural". Según Ñáñez, este tipo de videos "a menudo conocido como deepfake" es "cada vez más común" y se utiliza para "diversos fines, como entretenimiento, desinformación o expresión artística". El madurismo los conoce porque recurre a ellos. Semanas atrás, materiales de esa misma dudosa calidad y origen digital fueron utilizados para atacar a disidentes y poner en duda su integridad política. Tanto Maduro como su ministro vieron detrás de este último episodio la mano del secretario de Estado, Marco Rubio, quien, para Caracas, encarna la línea más agresiva de la Casa Blanca frente a otros sectores pragmáticos con los que se llegó a acuerdos que facilitaron la deportación de migrantes venezolanos en Estados Unidos. Aumento del voltaje político Esta guerra interpretativa sobre la calidad y veracidad de las imágenes tiene como trasfondo una serie de episodios que muestran una escalada indudable de las tensiones bilaterales. Esta nueva crisis se desató a partir de que Trump declaró como "organización narcoterrorista" al llamado Cartel de los Soles, surgido en una prisión venezolana, extendido por diversos países de la región y, según el Palacio de Miraflores, desarticulado por completo. Esa aseveración ha sido puesto en duda por países vecinos. Posteriormente, vino el aumento a 50 millones de dólares la recompensa a quienes ofrezcan informaciones que permitan capturar a Maduro, a quien la fiscal general Pamela Bondi, consideró el jefe de esa facción. Más tarde se conoció el comienzo de un despliegue aeronaval en el Mar Caribe, con la cooperación de Curazao, Trinidad y Tobago y el reforzamiento de operaciones antinarcóticos por parte de Francia en territorio de ultramar. Maduro resolvió convocar a más de cuatro millones de milicianos ante una eventual agresión. El hecho siguiente de esa saga fue el anuncio triunfal de Trump sobre el "ataque con precisión" contra la lancha. Descalificaciones al margen, Maduro advirtió que el verdadero interés de Washington en Venezuela es el petróleo, el gas y las tierras fértiles. "Lo quieren gratis". La Casa Blanca quiere además "acabar de raíz el proyecto más grande que ha tenido nuestra América, que es el proyecto libertador del gran Simón Bolívar". La oposición venezolana se encuentra otra vez dividida. No solo carece una hoja de ruta común que pudiera poner en aprietos al Gobierno. La simbiosis con Trump es otro motivo de discordia. "La transición ya comenzó", dijo María Corina Machado, la líder de la derecha y promotora de una política intransigente. Los sectores moderados, de los que forma parte el excandidato presidencial, Henrique Capriles, rechazan plegarse a los movimientos de Washington. Guayana como otro trasfondo El incidente se ha conocido a su vez en medio de las elecciones presidenciales y legislativas en Guayana, el país con el que Venezuela tiene un litigio soberano por el Esequibo. Dos años atrás, el madurismo llamó a una consulta popular para que la sociedad se pronunciara sobre esos 160.000 km2 con grandes recursos naturales, madera y minerales. Aunque la participación en el referendo fue baja, dejó abierta la puerta para fantasear con la anexión de la llamada Guayana Esequiba. Los resultados de los comicios se conocerán el jueves. Se espera no obstante que sea reelecto Irfaan Ali, del Partido Progresista del Pueblo/Cívico (PPP/C), un aliado de Estados Unidos. Su victoria se descontaba como consecuencia del crecimiento económico sin precedentes del PIB gracias a la explotación petrolera por parte de la norteamericana Exxon Movil. El pasado fin de semana, Georgetown denunció que se registraron disparos desde el territorio venezolano. El Gobierno acusó a Maduro de "crear un frente de guerra". Es lo mismo que sostiene Caracas respecto de Washington. Suscríbete para seguir leyendo
Ver noticia original