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» Comercio y Justicia
Fecha: 02/09/2025 04:44
Por Luis Carranza Torres* y Carlos Krauth**, exclusivo para Comercio y Justicia Son por demás interesantes los datos que revela la encuesta de la UCA sobre la Feria del Libro de Buenos Aires de este 2025. Dicho relevamiento de información, realizado durante la última feria, fue presentado el pasado 26 de agosto de 2025 en el micro cine del edificio San José de la Universidad Católica Argentina. Dicho trabajo marca un hito en la trayectoria de la 49ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, ya que por primera vez se realiza un relevamiento de datos exhaustivo entre todos los actores que intervienen en el evento. El informe se halla estructurado en 4 módulos que están determinados por el universo de encuestados. El primero surge del relevamiento sobre el público asistente y permite conocer los patrones de comportamiento, hábitos y costumbres de los visitantes. El segundo se focaliza en los participantes de las jornadas profesionales, que se realizan durante los días previos a la apertura de la Feria. El tercer y cuarto módulo se centra en la dimensión económica y la satisfacción de los expositores. Sobre tales cuatro ejes fundamentales (público, participantes de jornadas profesionales, dimensión económica y satisfacción de expositores) se aprecia, por el lado de quienes concurrieron, la existencia de un fuerte vínculo entre dicho público y la feria del libro. Respecto de las jornadas profesionales se lo entiende como la consolidación de un espacio valioso sobre tendencias y oportunidades del sector. Hay un balance favorable de parte de los expositores comerciales e institucionales, donde se revela un crecimiento económico para gran parte de los mismos. Asimismo, se muestra un fuerte aval de los expositores para próximas ediciones. Yendo a los números, del público asistente el 80% había asistido a otras ediciones de la feria y el 50% compró libros. Tales compras van en aumento durante la primera semana, se mantienen pero con tendencia a la baja en la segunda, y se estabiliza en la tercera. Las compras se realizaron principalmente con tarjeta de débito (35.6%), de crédito (21.5%), billeteras virtuales (22%) y solo el 21% en efectivo. Cabe destacar que en esta edición de la feria se vendieron un total de 1.405.493 ejemplares por un valor de \$ 21.353 millones de pesos. A la pregunta de ¿qué es la lectura para vos? la que debía responderse con una palabra, los vocablos conocimiento, aprendizaje, entretenimiento, distracción, escape y placer fueron algunas de los más mencionados. En el resultado general de la experiencia expositores, hubo un 85,8% de valoración positiva de la experiencia como expositor. Y en cuanto a los resultados obtenidos, un 72% manifestó satisfacción al respecto. En lo que atañe a la performance de los stands en cuanto al volumen del negocio desarrollado en la feria del libro, respecto de la venta de ejemplares un 83% dijeron que aumentaron o al menos mantuvieron y un 17% que disminuyeron. Respecto de la facturación total, un 73% indicó que aumentó o mantuvo tal facturación en tanto un 27% señaló que la bajaron. En las jornadas profesionales que precedieron a la apertura oficial de la feria, de las 6400 personas que asistieron a tal tramo, un 62,3% participó de las capacitaciones. Y en cuanto a los motivos de la asistencia, un 40,3% expresó que lo hacía para comprar libros para su institución o librería, otro 17,4% lo hacía para ofrecer servicios, un 9,7% ofrecer sus productos y solo un 3,5% participaba a fin de comprar o vender derechos literarios. Lo antes expresado muestra que la perspectiva fundacional de la feria, aun medio siglo después, como un sitio para comprar y vender libros permanece incólume, incluso en el segmento profesional. Contrasta con otras ferias en el rubro, como la de Guadalajara o Frankfurt en donde la venta de derechos resulta mucho más relevante. Lo que, si bien es bueno para la difusión de la lectura a nivel social, es malo para el desarrollo de una industria editorial fuerte de cara al resto del mundo. Siempre hemos propugnado por tener una perspectiva más equilibrada al respecto, sin que eso implique dejar de lado lo bueno de una feria de lectores, pero sin quedarnos solo con eso, procurando sumarle el ser una ventana de difusión y negocios culturales al mundo de las creaciones de nuestro país. Esperemos que esta clase de mediciones se lleven a cabo en nuestra Feria del Libro de Córdoba, pero no tenemos demasiada esperanza al respecto. Pondría aun más de manifiesto ciertas improvisaciones, olvidos y hasta destrato oficial. No por nada, no poco del éxito de la feria porteña, radica en ser llevada a cabo por un ente que no es estatal. (*) Abogado. Doctor en Ciencias Jurídicas. (**) Abogado. Doctor en Derecho y Ciencias Sociales.
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