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» Diario Cordoba
Fecha: 31/08/2025 13:15
"Con la misma voluntad, con las mismas ganas". El Gobierno de coalición encara así la que, a todas luces, es la tarea más compleja que tiene en el arranque de este nuevo curso político: la aprobación de los Presupuestos de 2026, los que serían los primeros en tres años y los únicos de esta legislatura. Sin embargo, en el Ejecutivo no restan ni un ápice de dificultad a la labor de lograr una mayoría parlamentaria en el Congreso a la vista de la compleja e inestable aritmética con la que han tenido que lidiar los dos últimos años. Buena prueba de ello es la maniobra que ejecutarán la próxima semana para evitar una nueva derrota en la Cámara baja y los gestos a sus aliados, como la condonación de la deuda autonómica, para mantener su apoyo. Pedro Sánchez tiene claro que "las legislaturas duran cuatro años" y que quiere gobernar hasta 2027. Dentro de este plan, el jefe del Ejecutivo anunció a finales de julio que sí, que este año presentará el proyecto de presupuestos. Y pese a que la convicción de Sánchez no se reflejó en un primer momento en las intervenciones de todos los ministros, la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, confirmó esta semana que la "voluntad del Gobierno es aprobar unas nuevas cuentas". Ahora bien, el Ministerio de Hacienda aún no ha dado el pistoletazo de salida oficial para empezar a trabajar en el proyecto de Presupuestos, la aprobación de una orden ministerial con las directrices de las próximas cuentas y las instrucciones a los distintos departamentos de la Administración General del Estado (AGE). Tampoco ha aprobado el Consejo de Ministros la senda de estabilidad y el techo de gasto para remitirlos al Congreso. Fue en esta fase cuando el año pasado Junts tumbó los objetivos de deuda en la Cámara baja echando por tierra el proyecto de presupuestos. "Partido a partido" Tras un año complejo para el Gobierno de coalición, asediado por el PP por los presuntos casos de corrupción en el seno del PSOE y con más derrotas parlamentarias en su haber que nunca, en el Ejecutivo parecen reticentes a presentar las nuevas cuentas sin tener asegurado el apoyo, al menos, para los primeros pasos. "Partido a partido", aseveró Alegría, que recalcó la necesidad "de hablar, de dialogar, de acordar con el resto de los grupos parlamentarios" para conseguir aunar al bloque de la investidura. Y, de cara a esas conversaciones, el Gobierno podrá poner sobre la mesa el cumplimiento de uno de los acuerdos alcanzados con ERC a cambio de que respaldaran la investidura de Sánchez: la quita de deuda autonómica. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó este viernes que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes un anteproyecto de ley para condonar la deuda a las comunidades autónomas por un importe de 85.000 millones de euros. Ese mismo día, en el Congreso, el PSOE también maniobrará para condensar el primer pleno del curso, previsto para los días 9, 10 y 11 de septiembre, en dos días (marrtes y miércoles) y dejar libre el jueves, cuando se celebra en Catalunya la Diada. Este movimiento es un gesto de los socialistas hacia ERC y Junts, quienes siempre reclaman que no haya pleno para poder acudir a los actos conmemorativos y, a la vez, le sirve al Gobierno para evitar una derrota en el real decreto de permisos parentales si, como el año pasado, Junts se ausenta del pleno y no vota. Avisos e imposibles Entre los socios habituales del Gobierno ya hay quien apunta a que la legislatura no puede continuar sin unos nuevos presupuestos. Fuentes de EH Bildu sostenían hace unas semanas que sin cuentas públicas para 2026 Sánchez estaría avocado a convocar elecciones. Otras formaciones, como ERC, llaman a aguantar todo lo posible y exprimir la legislatura. En este contexto, y al margen del protagonismo indudable que jugará Junts, muchas miradas se centran en Podemos, que ha dado por muerta la legislatura y ha puesto un precio casi imposible a su apoyo a los presupuestos: romper las relaciones con Israel, frenar el gasto en Defensa y rebajar por ley los alquileres un 40%. A esto se suma la presión continua del PP, que exige la convocatoria inmediata de elecciones y avisa de que la ausencia de unas cuentas un año más sería la gota que colma el vaso. "Lo hemos visto en Alemania recientemente, el primer ministro no fue capaz de aprobar los presupuestos e inmediamente convocó elecciones y se proujo un cambio de Gobierno y creo que eso debería suceder", reclamó el secretario general de los populares, Miguel Tellado, esta semana. Suscríbete para seguir leyendo
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