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  • Los asesinatos de reporteros en Gaza marcarán un antes y un después en el periodismo global

    » Diario Cordoba

    Fecha: 31/08/2025 10:31

    Las respuestas al otro lado del teléfono se espacian. Los mensajes tardan días en leerse. A largas e inútiles preguntas les siguen monosílabos. El silencio es ensordecedor. A medida que Israel intensifica su campaña contra la franja de Gaza, su pueblo desaparece. Y cuesta recoger sus lamentos. La comunicación con Gaza disminuye. Los periodistas, en duelo por sus más de 240 colegas asesinados, mantienen un perfil bajo. Las fuentes callan. La prohibición de la entrada de prensa internacional al enclave palestino por parte de las autoridades israelíes ahonda el mutismo y propicia la sensación de abandono entre los reporteros locales. Cada vez más solos. Más aislados, convertidos en objetivos de la guerra. Con una decena de periodistas asesinados cada mes, Gaza ya es un punto de inflexión para el periodismo global. No hay precedentes. Nunca en la historia reciente se había visto algo igual. Al menos 247 periodistas palestinos han sido asesinados en Gaza desde el 7 de octubre de 2023, según cifras de Naciones Unidas. El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ha documentado la muerte de 186 de ellos. Otros muchos han resultado heridos. Unos privilegiados se han exiliado. En muchos casos, antes de ser asesinados, el Ejército israelí mata o amenaza a sus familias. En todos los casos, los periodistas gazatíes han perdido sus casas, han sido desplazados repetidas veces y pasan hambre. “Los periodistas en Gaza se enfrentan a una situación catastrófica”, denuncia Sara Qudah, la directora regional del CPJ para Oriente Medio y el norte de África. Ataques recientes “Estos periodistas no están solo documentando la guerra, la están viviendo: se enfrentan a la hambruna, al igual que su comunidad, se ven afectados por las bajas de la guerra como ciudadanos y civiles, pero también por la naturaleza de su trabajo y por estar documentando sobre el terreno lo que ocurre, corren un mayor riesgo y son blanco de ataques constantes”, explica a EL PERIÓDICO. El doble ataque de esta semana contra un punto del complejo médico del hospital Nasser, ampliamente conocido por ser un lugar de encuentro y trabajo de los reporteros locales, ha vuelto a sacudir Gaza. Cinco periodistas murieron. Eran Hossam al Masri, Mohammed Salama, Mariam Abu Daqa, Moaz Abu Taha y Ahmed Abu Aziz. Apenas hacía dos semanas que el pueblo gazatí trataba de recuperarse del asesinato del equipo de Al Jazeera, ganador de un Premio Pulitzer y liderado por el conocido reportero Anas al Sharif. “Los reporteros están agotados, pero también temen mucho por sus vidas, y ya no ven sentido en el trabajo periodístico si no tiene impacto, mientras siguen arriesgando sus vidas una y otra vez” Muhammad Shehada — analista y escritor gazatí Con cada periodista asesinado, Israel logra cerrar miles de ojos más. “Los reporteros están agotados, pero también temen mucho por sus vidas, y ya no ven sentido en el trabajo periodístico si no tiene impacto, mientras siguen arriesgando sus vidas una y otra vez”, reconoce Muhammad Shehada, escritor y analista político de Gaza. “En las guerras anteriores —el gazatí promedio ha vivido cinco guerras con Israel y 15 operaciones militares israelíes—, el motivo que llevó a mucha gente de Gaza a recurrir al periodismo fue que lo veían como la única arma de defensa o disuasión que tenían los civiles gazatíes contra la violencia israelí, pero, a pesar de la cantidad de innumerables atrocidades que están documentando esta vez, no ven ningún punto de inflexión”, cuenta a este diario. Segunda muerte A parte de la primera muerte física, las autoridades israelíes insisten en sentenciar a los periodistas gazatíes asesinados a una segunda y definitiva muerte. “Les acusan de ser terroristas, sin la más mínima evidencia sólida”, señala Edith Rodríguez Cachera, vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras (RSF) España y del Consejo Internacional. “Israel quiere matar a los periodistas físicamente o difamarlos para que ni una sola voz de Gaza permanezca legítima en el debate internacional”, añade Shehada. El Ejército israelí ha creado una unidad llamada “célula de legitimación”, según la revista palestino-israelí '+972', donde escribe Shehada. Esta unidad recolecta información para defender las acciones del Ejército en Gaza y proteger la imagen de Israel ante la opinión pública mundial. Para contrarrestar la narrativa crítica que genera el asesinato de periodistas, los acusa de ser miembros de Hamás. “No ha ocurrido nunca que nos encontremos con una presunta autoproclamada democracia que veta el acceso durante dos años a la prensa extranjera internacional y que masacra de forma deliberada sin piedad y sin testigos a la prensa local y que lo reivindique”, declara Rodríguez Cachera a este diario. “Gaza está marcando un antes y un después”, añade. Antes de este brutal conflicto, que ha arrasado con más de 62.8000 vidas palestinas, no se había registrado una cifra de muertes de periodistas tan exagerada. El 2009, con 76 periodistas asesinados, fue el año más letal para los reporteros desde que el CPJ empezó sus registros en 1992. “Gaza está marcando un antes y un después: no ha ocurrido nunca que nos encontremos con una presunta autoproclamada democracia que veta el acceso durante dos años a la prensa extranjera internacional y que masacra de forma deliberada sin piedad y sin testigos a la prensa local y que lo reivindique” Edith Rodríguez Cachera — vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras España y del Consejo Internacional “El año pasado 78 periodistas fueron asesinados solo en la guerra entre Israel y Gaza, lo que la convierte en la guerra más mortífera que hayamos documentado”, constata Qudah. Además, se ha hecho en un tiempo récord. El segundo conflicto más letal registrado fue la guerra de Irak, entre el 2003 y el 2011, en el que 150 periodistas fueron asesinados. “Hemos llegado a esta situación, porque, durante el primer año de guerra, la comunidad internacional y los medios de comunicación internacionales amplificaban una voz sobre la otra, diciendo que Israel hacía lo que hacía en Gaza para protegerse de Hamás”, señala Qudah. “Hemos tenido que llegar al punto de ver a niños asesinados y muriendo de hambre para que la comunidad internacional comenzara a actuar y a alzar la voz, y que los medios internacionales intentaran defender a sus colegas sobre el terreno”, denuncia. "Laboratorio del régimen represivo mundial" Organizaciones de defensa de la libertad de prensa alertan de que el impacto de estos asesinatos reverberará durante décadas en todo el globo. “Este patrón es muy peligroso y tememos que un día se convierta en la norma dentro y fuera de Gaza en otros conflictos y zonas de guerra”, dice la directora regional de CPJ. “Cuando Israel mata a periodistas, sienta un precedente internacional para legitimar el asesinato de otros periodistas en todas partes, lo que significa que si mañana [el presidente ruso, Vladimir] Putin mata a 10 periodistas en Ucrania, ¿quién protestará?, porque fácilmente dirá: Israel lo ha hecho 20 veces peor”, apunta Shehada. “Preguntarse por qué no reprocharon a Israel suele ser la forma en que los regímenes autocráticos justifican atrocidades”, añade. Shehada prevé la creación de “células de legitimación”, como la del Ejército israelí, en otros conflictos para llevar la guerra del campo de batalla a la narrativa. “Israel es el laboratorio del régimen represivo mundial, y los territorios palestinos ocupados, Gaza en particular, es el campo de experimentación”, constata. “Cualquier tecnología de vigilancia y represiva se prueba primero con palestinos y luego se exporta a todo el mundo a regímenes que buscan oprimir a sus periodistas o a su propio pueblo”, explica este analista gazatí, recordando el caso del software israelí Pegasus, que causó decenas de escándalos de espionaje en todo el mundo. “Con esta amenaza de ser deslegitimado, manda un mensaje a los periodistas de todo el mundo: ¿por qué molestarse en hacer periodismo y arriesgar toda tu vida?”, añade. Momento más peligroso para ser periodista Expertos y periodistas coinciden en que probablemente nos encontremos en el momento más peligroso para ser periodista en la historia reciente. Y la situación va a peor. En el 2023, un periodista o trabajador de medios fue asesinado de media cada cuatro días. Un año más tarde, ocurría cada tres días. La letalidad de Gaza no tiene parangón, pero hay cada vez más países donde ser periodista es un trabajo de riesgo. El año pasado, el CPJ registró seis reporteros muertos en Sudán, otros seis en Pakistán, cinco más en México, cuatro en Siria, tres en Myanmar, otros tres en Irak y dos más en Haití. “Este patrón es muy peligroso y tememos que un día se convierta en la norma dentro y fuera de Gaza en otros conflictos y zonas de guerra” Sara Qudah — directora regional del Comité para la Protección de Periodistas en Oriente Medio y el norte de África Reporteros sin Fronteras ha denunciado el agravamiento de la situación en América Latina. Allí, entre enero y julio de 2025, al menos 13 periodistas han sido asesinados simplemente "por ejercer su profesión y brindar información de interés público a las poblaciones de sus respectivos países". México sigue liderando este vergonzoso ránking, con ocho reporteros muertos, seguido por dos en Perú, uno en Colombia, uno en Guatemala y uno en Ecuador. Además, los regímenes adoptan el vocabulario usado por Israel para justificar sus ataques. Recientemente, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusó a los ucranianos de utilizar hospitales, escuelas y estaciones de tren para esconder a sus militares, un reclamo muy parecido a las justificaciones israelíes de que Hamás se esconde entre los civiles de Gaza. Testimos para la rendición de cuentas A lo largo de la historia, los periodistas no solo han servido para informar en directo de las atrocidades cometidas en los conflictos, sino que, a su vez, se han convertido en testigos de los crímenes de guerra y, por lo tanto, son testimonios claves en la lucha por la rendición de cuentas. Ocurrió con Siria, cuando un periodista y un miembro del gobierno filtraron las imágenes de prisioneros políticos sirios siendo torturados hasta la muerte, que, hace más de una década, condujeron a una ola de sanciones contra el régimen del dictador Bashar el Asad. “Los periodistas tienen un impacto monumental y mucho poder a largo plazo; por eso, Israel quiere eliminar las evidencias y pruebas de lo que está cometiendo en Gaza asesinándolos”, apunta Shehada. Durante un conflicto, el derecho internacional protege a los periodistas, en tanto que son considerados civiles. Atacar deliberadamente a civiles constituye un crimen de guerra. “Más del 90% de los crímenes cometidos contra periodistas quedan impunes, no tienen consecuencia alguna; en el caso de Israel, podríamos hablar del 100%”, lamenta Rodríguez Cachera. “El asesinato de un periodista siempre es el silenciamiento de una voz y tiene una carga simbólica muy importante, que es el poder expresado en su forma más totalitaria, pero, si la guerra de Gaza nos ha demostrado algo es que los periodistas solo nos tenemos a nosotros mismos”, constata. “Si los periodistas no defendemos a nuestros compañeros, estamos completamente perdidos y no esperemos que nos vengan a defender cuando nos toque a nosotros”, concluye la vicepresidenta de RSF España. Suscríbete para seguir leyendo

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