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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 31/08/2025 01:11
El estudio preliminar sobre el río Gualeguaychú abrió el debate en torno al dragado. Mientras las autoridades destacan que se trata de un proceso con base científica y controles ambientales, opiniones de integrantes del Foro Ambiental plantean piden priorizar el saneamiento. Sábado, 30 de Agosto de 2025, 19:50 Por Lautaro Silvera Tras los resultados del informe del CONICET, el proyecto de dragado del río Gualeguaychú sigue en vías de realización. Sin embargo, este camino recién comienza y aún se deberán llevar adelante más estudios. EL ARGENTINO dialogó con Ivana Zecca, titular de la Subsecretaría de Ambiente y Seguridad Alimentaria; con Martín Alazard, integrante del Foro y de la Asamblea Ambiental; y con Carlos Goldaracena, docente e investigador, para conocer diferentes miradas sobre el estado del río. El dragado del río es un tema instalado desde las campañas políticas, y en la actual gestión del intendente Mauricio Davico permanece como uno de los proyectos en agenda. Hace unas semanas, se conocieron los resultados de un estudio elaborado por el CONICET y presentados en el Salón Azul (ex salón de La Memoria), ante la presencia del intendente, de la subsecretaria Ivana Zecca, e integrantes de organizaciones ambientales locales. La subsecretaria de Ambiente y Seguridad Alimentaria, Ivana Zecca, explicó los alcances de los estudios preliminares y aclaró que cualquier intervención estará supeditada a controles, autorizaciones y a la protección de la biodiversidad. “Seguiremos trabajando respecto de lo que es el dragado. Me interesa que quede resaltado que estos son apenas los primeros pasos. Si bien es un objetivo y una preocupación llegar a dragar, se están haciendo todos los estudios necesarios y se continuará trabajando en esa línea”, indicó. La titular de Ambiente subrayó que los trabajos realizados hasta el momento, batimetría, caracterización del agua y de los sedimentos, se llevaron a cabo “con total transparencia, con datos científicos y siempre con el compromiso de cuidar la salud ambiental del río”. Estudios preliminares La funcionaria recordó que el Gualeguaychú tiene “una historia ambiental compleja, con aportes urbanos e industriales que dejaron huellas notorias en el arroyo El Cura”. Por ello, se convocó a instituciones de prestigio como el CONICET, la Universidad Maimónides, la Universidad Nacional de Entre Ríos y el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia. Los resultados preliminares indicaron que la mayoría de los sitios relevados presentan niveles de metales en sedimentos dentro de los valores de referencia internacionales asociados a la protección de la vida acuática. Sin embargo, Zecca señaló que “hay un punto específico en el arroyo El Cura, aguas abajo, donde se detectaron valores más elevados de cobre y níquel”. Aclaró además que esos valores se encuentran en el sedimento, pero no en el agua superficial: “En el agua del río, la que usamos con fines recreativos o para potabilizar, los valores de metales medidos están en cero. Esto está asociado exclusivamente al sedimento”. El Intendente y la titular de Ambiente mostraron los resultados del estudio de Conicet Riesgos y controles La subsecretaria explicó que el dragado, al remover barro y sedimentos, puede generar una re-suspensión de partículas en el agua. “Los equipos que se utilizan para estas tareas tienen una suspensión calculada en una proporción menor al 1% de lo que se extrae. Esos metales permanecen asociados a las partículas y, con el tiempo, vuelven a depositarse en el fondo”, sostuvo. El municipio prevé realizar simulaciones de distintos escenarios, con especial atención a la dispersión de metales y la definición de puntos críticos o límites de acción. “Estamos ocupados en proteger la vida acuática, no en poner en riesgo a peces, crustáceos ni a la biodiversidad. Pensamos que el dragado, hecho de manera responsable, puede ser parte de la solución: mejorar la circulación del agua, mitigar en parte las inundaciones y favorecer la navegabilidad”, subrayó Zecca. “No se va a dragar sin controles ni autorizaciones” La subsecretaria enfatizó que aún no hay definiciones sin respaldo técnico: “Esto no es la última palabra, sino un punto de partida. No se va a hacer un dragado sin controles, sin monitoreos y sin información pública. Se requiere de todas las autorizaciones de las autoridades nacionales y provinciales”. Finalmente, remarcó: “Este es un proceso que lleva tiempo, porque intervienen varios actores. Avanzamos a partir de un pedido de nuestro intendente en un plan que sea serio, transparente, con base científica y con participación de la comunidad”. La mirada desde el Foro Ambiental Martín Alazard, integrante del Foro Ambiental y de la Asamblea Ambiental, participó de la presentación y dejó algunas reflexiones. “La exposición del CONICET fue apenas un somero estudio de la situación. Hablo como asambleísta que viene peleando contra la contaminación desde hace más de 20 años. Todo dragado genera un proceso contaminante porque se revuelven sedimentos acumulados durante años. Ya en 2010 un informe hablaba de la presencia de metales pesados que afectaban incluso a los peces”, señaló. Para Alazard, el debate sobre el dragado desvía la atención del problema de fondo: “No tengo claro si es para mejorar la navegabilidad, para evitar inundaciones o para otra cosa. Lo más importante es atacar la raíz de la contaminación. La planta de tratamiento de efluentes cloacales está colapsada y no se resuelve. Lo mismo pasa con las plantas industriales y con Pueblo Belgrano, que no tiene tratamiento. Todo va a parar al arroyo El Cura, la zona más crítica”. Asambleístas e integrantes del Foro Ambiental, entre otros, presentes en la lectura del informe También advirtió sobre la falta de control de vertidos fuera del parque industrial: “Hay curtiembres, fábricas de baterías y hasta domicilios que tiran sus efluentes directamente. La contaminación avanza más rápido que los controles”. Sobre el financiamiento, fue contundente: “El dragado requiere inversiones millonarias y aún no está justificado. Si tiene un objetivo claro y un beneficio concreto, hagámoslo. Pero primero hay que destinar recursos al saneamiento. La inversión más grande que debemos hacer es en plantas de tratamiento y en controlar las fuentes de contaminación. También en reducir el uso de agroquímicos, que impactan directamente en la vida del río”. Otra mirada sobre el proyecto Carlos Goldaracena, docente de Toxicología Aplicada y Ambiental en la Facultad de Bromatología y en la UADER, además de integrante del Foro Ambiental, también expresó reparos. “Me sorprendió que no hayan estudiado la presencia de Arsénico, Plomo, Mercurio y Cadmio, que son metales pesados muy tóxicos, que se bioacumulan y biomagnifican. Tampoco se investigaron compuestos orgánicos que no se degradan, como nonilfenoles etoxilados, dioxinas, furanos, PCB, ni plaguicidas organoclorados como el endosulfán. Y últimamente el glifosato, que fue detectado por el fallecido investigador Damián Marino en diversas matrices y publicado en revistas de toxicología de alto nivel”, sostuvo. Para Goldaracena, remover esos sedimentos “sería un serio inconveniente para el río”. Aunque valoró el trabajo del CONICET, insistió: “El estudio no fue completo y, según mi entender, no sería conveniente dragar hasta no tener un diagnóstico más exhaustivo”. Como destacó la Subsecretaria de Ambiente, “esto no es la última palabra, sino un punto de partida”, y restará esperar los pasos siguientes que requerirá un proyecto que demanda una gran ocupación, sobre todo desde el lado ambiental.
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