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» Diario Cordoba
Fecha: 28/08/2025 13:48
La Junta de Andalucía ha llevado a cabo una nueva suelta de ejemplares del pez fartet (Aphanius iberus) en la desembocadura del río Guadalhorce, en Málaga, dentro del programa para preservar la diversidad genética de esta especie, en peligro de extinción. Se trata de 350 ejemplares nacidos en el centro de cría y conservación de peces amenazados del parque de Los Villares de Córdoba, a partir de parentales del único núcleo natural andaluz, que está en la cuenca del río Adra, según ha informado este jueves la Consejería de Sostenibilidad en un comunicado. Esta reintroducción está dentro de las acciones para consolidar el núcleo en esta desembocadura, que es el más importante de la especie en Andalucía junto al de la Albufera de Adra, según ha explicado el jefe de servicio de Geodiversidad y Biodiversidad, Juan Antonio Martín. El fartet es un pez endémico del sureste ibérico, caracterizado por su extraordinaria tolerancia a ambientes hipersalinos y temperaturas elevadas, lo que ha sido clave para su supervivencia frente a la alteración de hábitats y las especies exóticas invasoras. La presencia de la gambusia, un pez exótico de Estados Unidos de gran voracidad, ha relegado al fartet a zonas marginales, donde sólo logra competir eficazmente en condiciones de alta salinidad. Los hábitats hipersalinos del Paraje del Guadalhorce permiten al fartet desenvolverse con ventaja frente a la gambusia, que no tolera concentraciones salinas tan elevadas. Plan de recuperación Desde 2017 se han reintroducido en este espacio más de 5.200 ejemplares, lo que configura un macronúcleo poblacional en la laguna grande y, en menor medida, en el río viejo. Además de su valor como especie amenazada, el fartet cumple una función ecológica relevante en el ecosistema del Guadalhorce, ya que se ha comprobado que su presencia contribuye al control natural de larvas de insectos, como los mosquitos, lo que ha tenido un efecto beneficioso en las zonas urbanas próximas durante los meses estivales. Sin embargo, eta especie sigue enfrentando grandes desafíos, como es la necesidad de controlar la expansión de la gambusia, que en algunas lagunas ya muestran signos de adaptación genética a condiciones salinas superiores a las documentadas anteriormente.
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