28/08/2025 11:32
28/08/2025 11:30
28/08/2025 11:30
28/08/2025 11:30
28/08/2025 11:30
28/08/2025 11:30
28/08/2025 11:30
28/08/2025 11:30
28/08/2025 11:30
28/08/2025 11:30
Concordia » Hora Digital
Fecha: 28/08/2025 08:24
El mundo del fútbol a menudo se vive con una pasión tan intensa que trasciende el simple espectáculo del balón en el césped. Para millones de aficionados en España y Europa, la emoción no se limita a animar a su club o discutir una jugada el lunes en la oficina: se traslada también al terreno virtual del Fútbol Fantasy, un juego online en el que cada usuario se convierte, semana tras semana, en el “míster” de su propio equipo, fichando jugadores reales, calculando puntos y compitiendo contra amigos, compañeros de trabajo o completos desconocidos. Es una fiebre. Es obsesión. Para muchos, se ha vuelto una manera de vivir el fútbol a diario, con intensidad y mucho sentido del humor. Ahora, ese fenómeno digital que ha colonizado bares, grupos de WhatsApp y sobremesas, salta por fin a la gran pantalla con la llegada a Netflix de Este maldito Fútbol Fantasy. Por primera vez, una película pone el foco en la vida —real y virtual— de quienes se dejan llevar por el vértigo de crear el “once” perfecto, especulando con alineaciones y deseando goles de cualquier equipo, incluso si van en contra de sus propios colores. La cinta, dirigida por Alessio Maria Federici, huele a madrugada de domingo y a móvil en mano antes del cierre de jornada. Un grupo de amigos comparte la obsesión por la “Lega Mai una gioia” (“Nunca una alegría”), su liga fantasy privada. Todo gira en torno a Gianni, campeón defensor y alma del grupo, que en la jornada decisiva desaparece sin dejar rastro, justo el día de su boda. El grupo, que debería estar celebrando o agonizando por la sucesión del trono virtual, se ve atrapado de pronto en un torbellino de sospechas, traiciones y chistes crueles: aquí, la rivalidad y la suspicacia superan cualquier derrota en el campo de verdad. ¿Pero qué es realmente el Fantasy Fútbol? En esencia, es un juego manager en el que cada participante construye una plantilla de jugadores reales de LaLiga y suma puntos según su actuación cada jornada: goles, asistencias, porterías a cero… y, por supuesto, tarjetas rojas o fallos también restan. El Fantasy se ha convertido en un fenómeno social: une, separa y vuelve a unir a amigos que llevan toda la vida discutiendo quién sabe más de fútbol, quién es un visionario y quién siempre se deja llevar por el corazón. Lo que una jornada parece camaradería, se transforma la siguiente en batalla campal en el chat del grupo: se celebra que falle el delantero rival, se ruega por un milagro de última hora. En Este maldito Fútbol Fantasy, el absurdo y la pasión están servidos. La desaparición de Gianni (interpretado por Giacomo Ferrara) genera un caos en el grupo y motiva una investigación a cargo de una excéntrica jueza, mientras los amigos, encarnados por Silvia D’Amico, Caterina Guzzanti, Enrico Borello y más, se ven obligados a enfrentarse no solo a sus secretos, sino a la despiadada competición que han alimentado durante años. Las discusiones se desbordan desde el chat hasta sospechas dignas de una novela negra. Netflix habla de “comedia picante e irreverente”, capaz de capturar el sinsentido delicioso de una liga fantasy, donde los celos y las pasiones pesan tanto o más que los goles de la jornada. Lo cierto es que el Fútbol Fantasy es mucho más que un entretenimiento: para miles de aficionados españoles funciona como un vínculo y como un campo de batalla simbólico, donde se compite, pero también se comparten bromas, frustraciones y, claro, la eterna pregunta del fútbol: ¿has puesto a ese delantero que parecía imposible? Este maldito Fútbol Fantasy refleja en noventa minutos esa locura colectiva, mezclando comedia negra, suspense y cameos de personajes del deporte y la televisión que harán sonreír incluso a los más escépticos del fenómeno fantasy. Al final, como siempre, lo que está en juego no es sólo ganar: es ser protagonista, al menos por un rato, de la historia que todos los lunes, al terminar la jornada, se comenta en miles de chats de toda España.
Ver noticia original